Nuevamente salieron a las calles los de “batas blancas”. En México son contadas las ocasiones en que los médicos toman las calles para manifestar sus opiniones. Los galenos, cuyo trabajo es reconocido socialmente, que obtienen el respeto haciéndose cargo de la salud en su etapa de residencias médicas y quienes ahora reclaman la existencia de una figura legal a través de la cual se reconozca su trabajo y se valore correctamente, es urgente y necesario.
La primera etapa de su movimiento se conoció como #Residentes2019 (8 mil 500 en todo el país) realizaron paros activos en 97 hospitales de todo el país, con la demanda de que se les cubriera el pago de quincenas que les adeudaban y de un bono sexenal de 3 mil pesos, lo cual lograron luego de que su representación electa por la Asamblea Nacional de Médicos Residentes se reuniera con el titular de Recursos Humanos de la Secretaría de Salud, Pedro Flores Jiménez.
Cabe señalar que, desde el Senado, quienes somos integrantes de la Comisión de Salud determinamos respaldar sus demandas y solidarizarnos con las mismas, así como en caso de ser necesario hacer gestiones ante las instancias que se requieran para resolver la problemática de los médicos residentes, compromiso en el cual nos mantendremos hasta que se obtengan los resultados planteados.
Quiero recordar, ya que se encuentra en estrecha relación, que el pasado 7 de marzo del presente año presenté ante el pleno del Senado una proposición con punto de acuerdo mediante la cual se exhorta a las secretarías de Salud y de Hacienda y Crédito Público incrementar el monto de las becas que reciben los médicos internos de pregrado y en servicio social, incluyendo todas las licenciaturas afines.
Lo anterior da cuenta de las razones por las cuales decidí respaldar el movimiento, ya que la labor que desarrollan durante su trabajo como internos de pregrado y pasantes en las áreas de atención médica, de hospitalización, en las áreas de odontología y de regulación sanitaria, tiene que ver con la atención de miles de personas, muchas de ellas en condición vulnerable porque viven en condiciones de pobreza en zonas de difícil acceso, donde un médico representa la salvación de una vida y/o la recuperación de la salud.
Por ello, la lucha que han emprendido por sus derechos y el reconocimiento a los mismos es loable y debe ser reconocida como ha ocurrido hasta ahora por parte de todos los sectores de nuestra sociedad, ya que el contemplar su labor dentro de una legislación federal es algo que por supuesto habremos de acompañar.
Los residentes que son parte de este movimiento que ellos explican consiste en dignificar su profesión, atienden pacientes en el IMSS, en el ISSSTE, en la Secretaría de Salud, en Petróleos Mexicanos y en el Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas, es decir son los médicos a quienes se recurre los 365 días del año en todo el territorio nacional.
Mi formación como médica, el ejercicio de mi profesión, la participación en la formación de los médicos, y mi convicción sindicalista, me permiten solicitar a mi gremio que estemos unidos y defendamos el reconocimiento pleno de un proceso del cual todos fuimos partícipes.
Era necesario un cambio en el país para que los médicos retomaran su derecho a protestar y exigir que su figura sea reconocida en lo legal, en lo político, y en lo social estoy segura de que las autoridades de la Secretaría de Salud, de Hacienda, y educativas, sabrán aprovechar la oportunidad histórica para hacer justicia a un gremio que se lo merece.
SENADORA DE LA REPÚBLICA POR MORENA