Durante las últimas 4 décadas, la mano invisible del mercado fue sustituyendo gradualmente las funciones de organización y cohesión social bajo la premisa de mayor eficiencia, pero hoy que la riqueza se concentra en un porcentaje tan reducido y que las crisis económicas son cada vez más constantes, el proyecto de la cuarta transformación se ha planteado reivindicar la figura del Estado como un contrapeso a la voracidad del capitalismo neoliberal.
No obstante, el sistema neoliberal que durante muchos años logro arraigarse dentro del imaginario colectivo de la sociedad, así como de sus instituciones, leyes y costumbres ha desatado una férrea ofensiva, que habría que aclarar comenzó mucho antes de que el presidente López Obrador tomara posesión el primero de diciembre de 2018, si no que comenzó a fraguarse desde el fútil e inútil intento de desafuero para impedir que el ahora presidente fuera candidato a la presidencia de la república en el año 2006. Hoy en plena crisis sanitaria y económica causada por la pandemia de COVID-19 los ataques no se han hecho esperar, el “mercado”, por conducto de sus más fieles apóstoles se han abalanzado en un ataque feroz contra el presidente y el proyecto alternativo que encabeza, por no seguir los cánones establecidos de rescatar a los de arriba tal como se hizo en el año 2008.
No contentos con la deuda de 50 mil millones de pesos que las 15 más grandes corporaciones del país tienen con la hacienda pública, hoy los grandes empresarios critican la estrategia del presidente de querer destinar los apoyos a los pequeños negocios familiares que, junto con mayor inversión en infraestructura, un plan energético de rescate a Pemex y el aumento de trabajadores en el programa sembrando vida, buscan reactivar la economía nacional.
Ahora los principales medios de comunicación que durante años parasitaron la hacienda pública, han manifestado una y otra vez el fracaso del presidente y su estrategia para combatir la pandemia y la crisis económica sin el menor empacho a recurrir a las llamadas “fake news “y provocar desinformación, lo cual podemos calificar como algo sumamente negativo, desde la perspectiva ética como técnica en momentos de una crisis sanitaria como la que vivimos, pues lo único que provocan es polarizar aún más a la sociedad en un momento donde la solidaridad y la unión son dos de los principales factores para hacer frente a los retos que se avecinan, es momento de un cese al fuego amigo y hacer frente a la contingencia unidos, y aclaro que esto no significa dejar de ser críticos, considero que ninguna estrategia es definitiva y que es necesario estar monitoreando la evolución de la crisis para redefinir las acciones en caso de ser necesario.
#JuntosSaldremosAdelante
Senador Gerardo Novelo Osuna.