Grupo Parlamentario MORENA, LXV Legislatura

Versión estenográfica del mensaje del senador Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, durante la presentación de su libro “Reforma al Sistema Financiero Mexicano”, en el auditorio Magdaleno Varela

SENADOR RICARDO MONREAL: La idea de presentar el libro aquí, en la Escuela de Derecho y en mi tierra natal, fue provocada por una conversación con Pablo Quezada y después de la conversación que tuvo él con el rector de la Universidad, que estuvo también con el director de la Escuela de Derecho, con Cuauhtémoc Rodríguez, que son quienes ayudaron a este evento, a quienes les agradezco, decidimos presentar este penúltimo libro, aquí, en la Universidad. 

Quiero agradecerle al exgobernador Arturo Romo, su presencia, tenía ya buen rato que no lo veía. Y a una entrañable maestra, Irene Ramos, Irene Ramos contribuyó mucho a mi formación aquí en estas aulas. 

Que por cierto, lleva el nombre de otro de mis maestros, Magdaleno Varela Luján. Tuve maestros aquí en la Escuela de Derecho, de quienes recibí las primeras motivaciones para mi carrera política, para mi vida jurídica, para mi formación académica. 

Recuerdo a muchos de ellos, la gracia, el estilo y el talento del maestro Espinoza, nos daba Derecho Romano. O de  O de Estrada Padrés, maestro Magdaleno Varela nos daba civil o Uriel Márquez, que nos daba amparo; o Aquiles González, que nos daba penal. O Raúl Rodríguez Santoyo o Lázaro Rivera, que nos daba agrario o Virgilio, que nos daba Teoría del Estado. 

Llegaba muy joven, era de la planta docente más joven, el maestro Virgilio Rivera, que aquí está también. O el maestro Díaz Casas, o el maestro Pérez Cuevas, el maestro Ibarra Pastrana, Carlos Frías, Alfonso Escobedo, Abel Dávila. 

Era una planta docente extraordinaria, que por cierto nunca faltaba, siempre eran maestros que aparte de ser buenos, fuera del aula nos enseñaban, siempre. 

En 1982 terminamos la carrera de Derecho, aquí en esta extraordinaria Escuela. Esta Universidad que yo quiero mucho, siempre la enaltezco donde estoy, donde voy, porque pude estudiar de manera gratuita. Veníamos del campo, muchos no tendríamos dinero para haber estado en la Universidad y le debo mucho a esta Escuela de Derecho. 

Y nos fuimos un grupo de jóvenes soñadores, idealistas, a la Ciudad de México, a la UNAM (Falla de audio de origen) la Universidad Nacional Autónoma de México nos dio una beca. 

Ese grupo lo encabezaba Santos Antonio González Esparza, Tomás Torres Mercado. Estaba en ese grupo Víctor Infante, también estaba Aida Lugo y Luis Gilberto Padilla. 

Nos fuimos a la aventura. Recuerdo que no nos era suficiente la beca, vivíamos modestamente, yo vivía en un cuarto de servicio, complicado, de 1×2. Pero no cedimos, seguimos luchando; luego todos alquilamos un departamento y tratamos de salir adelante. 

Por eso es para mí no sólo la presentación del libro en la Escuela de Derecho; sino es un proceso de nostalgia acumulada por mi Escuela. 

Ahora soy catedrático en el Doctorado, en la UNAM, nunca fallo a mis clases, nunca. Ya tengo tiempo dando clases, este semestre estaba a punto de ya no dar el semestre clases, pero al final decidí hacerlo. 

Hoy han presentado esta obra, que es la número 23, dos maestros a los que yo respeto mucho y que les pedí a través de Pablo, me hicieran el favor de presentarlo. Ludivina, que éramos vecinos, que conocí muy bien a su esposo, a su familia y que es una mujer de una sensibilidad y de una estupenda autoridad en esta materia. Y  aceptó y la agradezco, porque ha hecho una síntesis de los cuatro capítulos, de manera muy clara. 

Y Alfonso, Poncho, que desde mi punto de vista es, si no de los mejores fiscalistas, el mejor fiscalista que tiene Zacatecas. Gente seria, profesional. 

Entonces, me queda muy poco por decir en la síntesis y en el resumen de la obra de mi autoría. 

Es un libro con cuatro capítulos, en efecto, como decía Poncho, es muy fácil de leer. Hace siete años que presenté una iniciativa en la Cámara de Diputados, en la Cámara de Senadores; y desde entonces había estado pensando en escribir, es la primera vez que escribo sobre finanzas. 

No es mi tema, pero me adentré y me profundicé después de la reforma del 13 y el 14 en materia financiera, y también la trato en uno de los capítulos. El FOBAPROA quizá sea el robo del siglo, el robo más descarado al que nos han sometido a los mexicanos; aquí lo describo.

El rescate bancario fue a través de un fideicomiso, apoyo a deudores, y fueron 168 mil millones de pesos que en ese momento era deuda privada, dado que se apoyó a los bancos, era para los bancos y los bancos debían de pagar. 

Sin embargo, en 1997-98, esta deuda de los bancos pasó a ser deuda de todos los mexicanos. De deuda privada, se convirtió en deuda pública y de 168 mil millones de pesos, actualmente está acumulado en mil 326 mil millones de pesos. 

Se han pagado por el erario, hemos pagado todos, 859 mil  millones de pesos. Es decir, de 168 mil millones que era deuda privada, se elevó a casi 900 mil millones de pesos que es deuda pública, que estamos pagando todos. Y todavía falta por pagar cerca de 500 mil millones de pesos. 

Está calculado que vayamos a pagar en 60 años, una deuda que no era nuestra. Y eso es lo que trato en el libro y por eso hago propuestas de reforma financiera. 

También me alegra que estén aquí Arturo Naleh, compañero en el ejercicio de Gobierno, que fue siempre muy eficaz y muy talentoso, ahora magistrado, no sé qué hace ahí, pero él es el magistrado más importante en esa parte, porque él es más hombre de acción y de actividad pública. Pero sé que está haciendo buen trabajo. 

Está también el notario Casas, que también fue secretario de gobierno. Y hay varias personas aquí, diputados locales, diputados federales, que están aquí. Muchas gracias Alfredo, gracias diputado. 

Este libro, que por cierto ahora le pedí al editor, lo vendiéramos al costo. En la librería está $350, yo, saben que como hubo una reducción al salario de los senadores, tengo que dedicarme a escribir por las tardes y por las noches trato de usar el UBER, emplearme como chofer. 

Pero aquí lo van a vender a $200, yo le he dicho a la editorial que yo cedo mis prerrogativas.

Pero déjenme decirles además, que es un libro que yo disfruté mucho al escribirlo. Aquí ha dicho una cosa la doctora y, también lo ha comentado con mucha puntualidad el moderador, Oscar. Él ha dicho una cosa importante, una anécdota de mi padre, que fue un líder campesino que estudió hasta el segundo año de Primaria; pero ha dicho un tema que sí debo de reconocer. 

Para mí es muy complicado. Oscar Javier Rodríguez ha dicho el tiempo que le dedicamos a esto. Yo tengo un déficit con mi familia y sí, no va a ser fácil cumplirlo porque he dejado muchos años a mis hijos y a mi esposa solos, porque me dedico mucho a escribir. Y los sábados y los domingos me actualizo a escribir, es como una especie de vicio escribir, dictar, estar frente a la computadora, investigar. Es un vicio. 

Ahora  estoy con un compromiso que me eché en la Editorial Porrúa, de escribir sobre el nuevo sistema laboral que acabamos de modificar la ley, más de 500 artículos. Y, venía en el vuelo y venía mi hija Catalina que le pedí me acompañara; veníamos en el vuelo y me dediqué a escribir. 

Yo creí que iba a hablar con ella, llegamos aquí y fuimos a las gorditas y no pudimos platicar. Vamos a tratar de platicar de aquí al municipio de Fresnillo, que tengo la presentación del libro 24, ya es tercera edición, segunda edición; pero segunda reimpresión, que es un libro también que me apasiona y que lo escribí gran parte por las mujeres. 

Se llama “El Acceso de las Mujeres a la Justicia”, también es Editorial Porrúa, es ya la segunda edición. Pero lo escribí porque para las mujeres es más difícil acceder a puestos de elección popular, para las mujeres es más difícil acceder a puestos obreros. 

Lo escribí para poder privilegiar el conocimiento de la población de que las mujeres sufren más para poder enfrentar los retos del siglo y los retos del acceso a la justicia. 

Ese lo voy a hacer hasta la tarde, no quiero adelantarme. Pero  en México desde hace tiempo, no podemos lograr un crecimiento económico y social, en este momento el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, se enfrenta a un problema económico severo, aquí lo describo en el libro. 

Y el desempeño que ha tenido y ha mostrado nuestro país desde el inicio de los noventas, ya hace casi 30 años, ha sido decepcionante, en relación no sólo con lo que antes, como país, habíamos logrado, sino con las necesidades de ampliación y modernización de infraestructura, de planta productiva, de bienes públicos, de servicios de calidad, de superación de la pobreza y de la desigualdad que enfrenta el país. 

En particular, desde mi punto de vista, el país se encuentra inmerso dentro de un círculo vicioso de desigualdad, falta de crecimiento económico y pobreza. 

Hay un acaparamiento mayúsculo por parte de un grupo selecto de personas que se han visto favorecidas en medio del poco crecimiento económico en el que hemos vivido durante las últimas tres décadas, que coexiste con una amplia marginación del resto de la población mexicana a la que ha terminado por limitar las oportunidades y la movilidad social. 

Déjenme decirles que ojalá y lo lean, si no, lo vamos a subir de manera electrónica, una vez que concluya el proceso con la editorial, pero quiero expresarles a todos mi agradecimiento por venir. He visto a muchas personas, amigos personales, excolaboradores desde los noventas, gente que estimo, respeto, quiero.

Tenía mucho que no venía a una presentación, le agradezco al rector su presencia, al director, al moderador, a la comunidad universitaria, a los maestros, a las maestras, por estar aquí.

Y que no hacía vida académica, no sé, debo tener más de 20 años que no venía a la presentación de un libro. En mi vida política, cada rato, pero en mi vida académica no. 

Incluso tampoco tengo la oportunidad de venir, porque el cúmulo de responsabilidades ahora es muy fuerte, como Presidente de la Junta de Coordinación Política en el Senado nos estamos preparando para un periodo muy pesado que inicia el primero de septiembre; va a ser un periodo intenso.

Pero estos cuatro capítulos que contiene el libro, me gustaría que los revisaran. Si alguien recuerda, hace unos meses presenté una iniciativa para moderar, disminuir y eliminar las comisiones bancarias que, por cierto, es un absurdo, una injusticia, que los bancos nos traten de esa manera.

Hay 5 mil 300 comisiones por distintos servicios de los bancos. No nos tratan como en los países de su origen, nos cobran más caras las tasas de interés, las comisiones, tanto por tarjetas de crédito, como por préstamos de distinta naturaleza.

Por eso planteé la disminución y la eliminación de comisiones. Luego dicen que cuando la presenté se desplomó la Bolsa y que perdieron un porcentaje importante en sus acciones.

Luego, en noviembre, me reuní con los banqueros, porque en efecto, como decían Luduvina y Poncho, siete bancos concentran el 85 por ciento de las operaciones y la mayor parte de utilidades de los bancos son por comisiones y por interés.

No prestan, cobran y entonces lo he expresado: no queremos una banca agiotista, queremos una banca corresponsable con el desarrollo del país.

 Me reuní con ellos en noviembre y les pregunté: ustedes se quejan de la presentación de la iniciativa y ustedes no quieren disminuir porque dicen que el riesgo país es más alto en México que en Europa, pero es donde obtienen más ganancias del mundo, en México

Le pregunté a uno de ellos: ¿cuándo tu banco ha perdonado un crédito? ¿Cuándo ha perdonado el que no te paguen una tarjeta de crédito, que no te paguen el crédito de un carro? Nunca, nunca. 

Nosotros no queremos que no cobres, sino que no cobres en esa proporción distinta al país de donde eres originario y donde está la sede de tu institución bancaria. 

Entonces, es un tema para mí clave. No voy a ceder. Es probable que legislemos ahora, en este Periodo Ordinario. Estoy tratando de llegar a acuerdos con ellos, con Hacienda, con la Comisión Nacional Bancaria, con CONDUSEF, para lograr disminuir las tasas de interés y también eliminar algunas de las comisiones excesivas que tenemos en nuestro país. 

Hay una cantidad muy importante de personas que no usa las instituciones financieras, más del 50 por ciento de la población no utiliza bancos. 

La gente prefiere, con los riesgos que esto implicar, tener el dinero en su casa, no bancariza sus ahorros, sus ingresos, sus recursos; ese es un error. 

Por eso el banco tiene que abrirse a nuevos esquemas y tiene que revisar lo que está pasando en el país y por eso el libro se llama “Reforma al Sistema Financiero Mexicano”. 

Muchas gracias a los presentadores, a Alfonso y a Ludivina; muchas gracias rector, de nueva cuenta; también vi aquí a Roel Barragán, a muchos, veo a muchos amigos y amigas. 

Muchas gracias por asistir a la presentación de este libro. Hagan el favor completo, compren el libro, porque de esa manera, aunque esta vez no, pero podrá servir y a todos los que hoy vi, muchas gracias por permitirme volverme a reencontrar con mi gente; yo me siento muy orgulloso de ser zacatecano y de ser de origen campesino. 

Cuando invito a muchos a Zacatecas, a México, hijos de campesinos, y les digo que sí podemos acceder, sí podemos y Zacatecas sí puede triunfar. 

Cuando puedo, el semestre pasado tenía a dos estudiantes zacatecanos en la materia, en la Maestría de la UNAM, un joven de Fresnillo y un joven de Zacatecas, hoy tengo otros dos en el nuevo semestre y están en la UNAM. 

Y, cuando puedo, les digo a los estudiantes, a los recién egresados, si pueden vayan, prepárense, fórmense, sí se puede; se batalla, sí, claro, mucho, pero sí podemos, los zacatecanos y las zacatecanas, triunfar en cualquier parte del mundo, sí podemos. 

Por esa razón les expreso a todos, saludo a la presidente de la Cámara, Chuy Padilla y a varios diputados, a todos los diputados locales y diputadas locales, aquí vi ya también a Borrego, todos, muchas gracias por venir. 

Me da mucho gusto, mucho agrado estar en mi casa. Cuando llegué Oscar dijo: bienvenido a casa. Y sí, me siento en mi casa. Aquí estuve cinco años recorriendo los pasillos, llegando a clases, tuve maestros excepcionales, a ellos les debo lo que soy, si no hubiera tenido esos maestros, estaría, seguramente que no es malo, en el campo, porque los veo muy bien a todos. 

Zacatecas conserva, el frío conserva, uno ya está más acabado, pero los veo igual que hace 20 años, así es de que eso es una buena señal de que viven tranquilos aquí, en Zacatecas.

Enhorabuena, buenas tardes y gracias por venir.

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