Presidente de la Junta de Coordinación Política en el Senado, en México.
Me da mucho gusto volver a coincidir con todos ustedes, en esta discusión que toca la esencia del futuro que visualizamos para nuestros países.
Jorge muchas gracias, a ti, a Luis Felipe, a Carlos, por este esfuerzo para lograr la construcción de un Estado de bienestar en las Américas, atendiendo las condiciones políticas y de financiamiento, que son convenientes con un profundo sentido social y que establezca una estrategia de fortalecimiento de las instituciones y del propio Estado.
Creo que en el caso mexicano no es distinto al del resto de América Latina. Aquí en México, históricamente nos unen condiciones similares, aunque México está en un proceso de transición política muy interesante, en donde el Congreso mexicano ahora conformado por una mayoría de una fuerza social nueva, más hacia la izquierda, que ha impulsado una agenda progresista cuyos resultados deben y pueden analizarse muy rápido, que se han establecido como un modelo distinto en el país, distinto al que venía tradicionalmente aplicándose.
Por eso, aquí se inició con un principio, que es fomentar una política en torno a derechos y no a privilegios. Debe de ser para nosotros la base para ganar el apoyo ciudadano, el ocupar sitios de representación popular y la toma de decisiones más orientado y más vinculado con políticas progresistas.
Aquí en México se inició, repito, con un principio que es muy popular: la separación del poder político sobre el poder económico, es decir, eliminar la subordinación histórica que en México existía del poder político al poder económico.
Por eso es que se han impulsado reformas constitucionales muy interesante y muy trascendentes, como la de prohibir la condonación de impuestos. Resulta que en el pasado, a las grandes fortunas, a las transnacionales y a grandes firmas se les condonaban los impuestos, en detrimento del erario público y ahora es una prohibición constitucional; además de la eliminación y elevar a delito grave la evasión, las facturas falsas y las empresas fantasmas que, a través de ellas se evadía y se deterioraba la carga fiscal y el erario público, la carga fiscal se debilitaba o se recaudaba una menor cantidad a la que se tenía la obligación de tributar. Y, por la vía de las empresas fantasmas se (inaudible) una gran cantidad de dinero.
Por eso es que México ha hecho una profunda, muy profunda lucha de combate a la corrupción, que cobra una gran relevancia, ya que la colusión del poder político y económico, se traducían en desfalcos, óiganlo bien, desfalcos multimillonarios a la hacienda pública.
Estamos en ese proceso de transición y sí, el Congreso mexicano –debo de decirlo– ha endurecido las penas por delitos fiscales, al prohibir la condonación de impuestos y al elevar a rango grave el delito de corrupción, estamos intentando corregir este viejo vicio.
En cuanto al gasto, se intenta fortalecer al sistema educativo, al sistema de salud, la reconstrucción del Estado de bienestar.
Hemos aprobado leyes en materia de salud y de educación, ambas leyes; y también el fortalecimiento del financiamiento a la educación.
Hay una cosa que quizá nos distinga de algunos países de América Latina y del mundo.
Aquí en México, como en muchas partes del mundo, el Ejecutivo o el Presidente o el Primer Ministro es el único que tiene capacidad jurídica para el endeudamiento.
Aquí en México el Presidente de la República evitó el endeudamiento público. No se ha adquirido en la pandemia un solo cinco de deuda pública con organismos internacionales.
No se establecieron mayores cargas fiscales sino que el propio Estado con su recaudación está haciendo frente a la crisis sanitaria provocada por la pandemia.
Esto de evitar el endeudamiento público y el establecer mayores lazos de colaboración para el desarrollo regional, es crucial para sanear y mantener sanas las finanzas públicas.
En todo el año que va de la pandemia, más de un año, no se acudió a endeudamiento público.
Para algunos no es correcto, para algunos, lo entiendo, creen que sí debió acudirse a financiamiento exterior; sin embargo, aquí quien lleva el mandato constitucional de contratar deuda y empréstitos es el Presidente y el Presidente decidió no acudir a deuda externa ni a deuda interna para enfrentar los efectos de la pandemia.
Se han adquirido 130 millones de vacunas y se tiene garantizada la vacunación universal gratuita en México, en los próximos meses; ha ido lento, pero hay una esperanza de que pronto tendremos la posibilidad de todos ser vacunados, en razón de un plan de vacunación nacional.
Sí necesitamos financiar el proyecto de reconstruir el Estado de bienestar. Sí se requiere aumentar la capacidad recaudatoria y sí se necesita, Jorge y todos, porque creo que ahí coincidimos, un esquema progresivo de gravamen al lucro, incluso al capital y a la ganancia.
En México está transcurriendo el tercer año de Gobierno en transición y, pese a los retos presupuestales que implica el manejo de la pandemia, el Presidente Andrés Manuel ha mantenido su compromiso de no sólo no contraer más deuda sino de no aumentar impuestos y no crear nuevos impuestos frente a las necesidades crecientes de la población
Los cambios en la política fiscal, creo que van a ser uniformes en América, en todo el continente y en toda esta región.
Sí necesitamos que se aplique una política fiscal progresiva, eso va a ser inevitable, el reforzar la progresividad del sistema tributario con equidad vertical; eso es inevitable y por eso todos los países, ya algunos lo están haciendo.
Pero ojalá y pudiésemos ponernos de acuerdo para que establezcamos una estrategia de la progresividad, que implica no sólo cobrar impuestos a quienes tienen mayores ingresos sino que este aumento se calcule en proporción de las diferencias de ingresos que hace a un contribuyente subir en la escala progresiva.
Una progresividad débil se traduce en cargas tributarias desiguales.
Si queremos fortalecer la recaudación en forma progresiva, las contribuciones deben calcularse en forma efectiva en el espectro de la desigualdad de ingresos, hasta llegar a los deciles más altos de la población.
Este mismo criterio se puede utilizar para gravar otro elemento de riqueza que ya en México está mejorando, el de la propiedad, de Impuesto Predial, como sucede en varios países de América, pero en Argentina, en Colombia y en Uruguay, son los que tienen una ventaja de mayor contribución en este rubro. También, aquí se comentó sobre el Impuesto a la Economía Digital.
De acuerdo con la ONU, se piensa, se calcula que los países más ricos, alrededor del 10 por ciento de los ingresos en concepto de impuestos, se pierde por la evasión fiscal. Aquí se ha dicho el seis por ciento, la ONU calcula el 10 por ciento.
Yo creo que los países como Eslovenia, Bélgica y Finlandia, que algunos hemos estudiado, deben ser de algunos miembros de la OCDE con impuestos más progresivos, que encabezan el ranking de las naciones más igualitarias, por lo que sería fundamental, no podía, pero sí aprovechar experiencia, que estos países han avanzado.
La recaudación también en servicios digitales es inevitable, que generan ingresos en nuestros países y que muchos de ellos no lo hacen: las plataformas digitales, las redes sociales, que tienen asientos en lugares trasnacionales o en países distintos en donde vivimos, pero que no pagan impuestos.
México aplicó, a partir de este año pasado, el primer impuesto a las plataformas que no pagaban un solo cinco en México. Seguramente hay varios países en ese sentido.
Es pues necesario el nuevo pacto fiscal, sí debe de incluir este impuesto digital. Y en México se está, en este momento, discutiendo una ley importante de no criminalización y no penalización del uso de la marihuana, incluso de otras drogas como el hachís y otras drogas.
Pero todavía está en Cámara de Diputados y también se piensa que el mercado, con motivo de la regulación del uso adulto del cannabis o marihuana, puede traer una recaudación importante para el país y también para las exportaciones.
Entonces, sí, me parece una gran discusión, Jorge, ésta a la que has convocado en esta mesa, a la que han convocado tú, Luis Felipe, Carlos y que he escuchado desde hace ya una hora, más o menos una hora, importantes intervenciones.
Escuché el caso de Brasil y el retorno de Lula, la nueva normalidad de Brasil, este déficit que tiene, esta deuda que adquirió con motivo de la pandemia, que le va a generar problemas serios.
Y, México, que es un caso paradigmático, en donde no comprometió un solo cinco de deuda, sin embargo, creo que México tiene que fortalecer a las micro, pequeñas empresas, las PyMES, las MIPyMES y financiarlas con créditos blandos y puedan generar una recuperación en el empleo y una recuperación económica.
Por eso, sí es necesario esta discusión y este debate, en donde juntos, en esta Región, podamos establecer con toda seriedad una estrategia conjunta para enfrentar los efectos devastadores de la pandemia, la economía, la desigualdad en la Región, la desigualdad social que estamos sufriendo.
Esto sería mi primera aportación, Jorge, y organizadores, y estaré muy atento a la discusión circular que aquí se presente. Pero creo que todos vamos a coincidir con el tema central de la progresividad fiscal y cómo recuperamos económicamente a nuestros países y la deuda que se ha generado con motivo de la atención a esta pandemia de coronavirus y COVID-19.
Muchas gracias por la atención de todos y yo estoy atento a la discusión que se pueda iniciar y se pueda continuar con todos los que estamos participando.
Un saludo a todos los países, un saludo a todas las representantes y todos los representantes de la Región.
Creo que de este Encuentro pueden salir cosas muy positivas y México está totalmente abierto y flexible para poder generar condiciones, políticas públicas, en las que podamos coincidir en toda la Región.
Gracias a todos.