Después de muchos años de empujar la puerta que protegía al antiguo régimen neoliberal de corrupción y privilegios, la hemos derribado y estamos frente a una nueva etapa de la historia de México, la de la Cuarta Transformación. Estamos limpiando una casa sucia y desordenada, estamos barbechando el terreno para poder observar con toda plenitud esta sociedad alternativa que, desde ya, hace frente a una crisis socioambiental de grandes dimensiones. Ya está aquí la 4T, pero es evidente que todavía no alcanza su madurez y deberemos redoblar los esfuerzos con un sentido de autocrítica, cooperación con otros grupos de izquierda y mayor eficacia en las acciones.
Ni el pasado de lucha fue fácil, ni el futuro lo será. Quienes venimos de lejos, sabemos de las condiciones complicadas y adversas en las que se desarrollaron las grandes luchas de hombres y mujeres, bajo los cuales se está construyendo este México más honesto, justo y habitable. Sí, protagonistas del cambio a quienes Bertolt Brecht, llamó imprescindibles, a las que no sólo luchan un día sino toda la vida. Honremos a las Insurgentas Leona Vicario, las Elvia Carrillo Puerto, las Carmen Serdán, los Valentín Campa, los Heberto Castillo, a las Cecilia Loría, a las Comandantas Ramona, a los Samuel Ruiz, a todos y todas quienes nos heredaron con su trabajo cotidiano la esperanza activa de construir un mundo donde quepan todos los mundos.
Las concepciones facilonas y simples del cambio no caben en procesos sociales de gran envergadura. Las estructuras que sostienen a los regímenes políticos y económicos tienen su propio ritmo, su propia pirámide de poder, sus propios intereses y no se mueven, como frecuentemente se piensa, por la mera voluntad de quienes queremos transformarlas. Y ante ello, debo decir, no nos moverán y el que no crea, que haga la prueba, nos canta Inti Illimani pues aquí estamos quienes con Eduardo Galeano pensamos que… “en ningún lugar del mundo se termina la historia. El día que las personas dejen de hacer historia, se habrá jubilado el ser humano. Y, entonces, le convendría yacer honestamente bajo tierra”. Así es, peleamos bien despiertas y despiertos por un trozo de historia que soñamos durante largo tiempo.
Es fácil constatar que las grandes transformaciones son colectivas y en el Senado tenemos claro que este régimen en construcción va siendo producto del concurso de muchas voluntades y de variadas colectividades que comparten el proyecto, como lo es de nuestro grupo parlamentario, el de MORENA y partidos aliados, de los cuales me enorgullezco por su desempeño sujeto al escrutinio ciudadano. Y a eso vengo, a eso venimos, a informarles, a compartir los logros y las dificultades como actores políticos dentro de un conjunto institucionalizado de división de poderes.
Compartiré con ustedes una reconstrucción de lo ocurrido en general en el Senado, un reporte de lo que hemos realizado en el campo de los derechos humanos de las mujeres y en finalmente, acciones diversas que se relacionan con la atención a la ciudadanía guanajuatense.
SENADO DE LA REPÚBLICA
En congruencia con la política de austeridad instaurada por la 4ª Transformación, en el Senado de la República pusimos el ejemplo y desde el pasado 1° de Septiembre dimos fin a los excesos y privilegios de las anteriores legislaturas. Ustedes ya no pagan vehículos oficiales para Senadoras y Senadores, ni seguros de gastos médicos mayores, se terminó el pago de gasolina y celulares para uso personal, se redujeron un 50% las asignaciones presupuestales para los grupos parlamentarios, así como para las comisiones legislativas, las plazas de estructura y el turismo político. Se acabó la época en que las y los legisladores recibían bono de productividad, aguinaldo de 40 días y partidas discrecionales. El sólo ahorro de septiembre a diciembre de 2018 fue de 800 millones de pesos y el presupuesto para 2019 tuvo una disminución de mil veinte millones de pesos.
Durante el primer año de trabajo, la sexagésima cuarta legislatura del Senado Mexicano ha roto récord. Hemos aprobado un total de 5 reformas constitucionales, 5 leyes nuevas, 76 reformas a diversos ordenamientos vigentes, 12 decretos, 6 instrumentos internacionales, 842 puntos de acuerdo, 849 iniciativas presentadas y 59 nombramientos, entre los que destacan el Fiscal General de la República, integrantes de la Suprema Corte de Justicia y el Canciller mexicano, Marcelo Ebrard, así como diversos cargos diplomáticos para embajadas y consulados de nuestro país en el extranjero. Somos un senado que llegó dispuesto a trabajar y créanme, no vamos a parar.
Aprobamos la Guardia Nacional, institución pública federal encargada de las tareas de seguridad en el país. Su creación fue resultado de un amplio ejercicio de parlamento abierto y de la aprobación unánime de todas las fuerzas políticas representadas en el Senado. Garantizamos que esta nueva institución gozara de los mecanismos necesarios de transparencia, rendición de cuentas y garantía de los derechos humanos, con una estructura jerárquica civil que coadyuve a las responsabilidades estatales y municipales en materia de seguridad. Esta estrategia no sólo es policiaca -que ciertamente tiene su propio ritmo e importancia- sino que se vincula al disfrute pleno de derechos humanos relacionados con el bienestar social, económico, educativo y de oportunidades para todas y todos, que bien sabemos no es una realidad en este país. Démosle tiempo a la consolidación de la Guardia Nacional y en tanto permanezcamos vigilantes del respeto irrestricto a los derechos humanos, no se pueden cometer errores y la autocrítica es fundamental.
No habrá justicia si no perseguimos con fuerza los delitos. Reformamos la Constitución para considerar a diversos delitos como graves, tal es el caso del huachicol, la corrupción, la desaparición forzada, la violencia sexual, el robo a transporte y el uso de programas sociales con fines electorales. En esta lista propusimos la incorporación del feminicidio, para asegurar que quienes atentan contra nuestras vidas, no salgan libres bajo pretexto alguno. Además, propusimos ampliar las razones para la extinción de dominio, es decir, ya estamos arrebatando a los criminales sus propiedades, su dinero y todos los bienes con los que hayan cometidos delitos como secuestro, huachicol y trata de personas, entre otros. Estos recursos están siendo canalizados a la construcción de universidades y a mejorar las condiciones de los municipios más pobres del país.
Congruentes con la línea establecida por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, sobre la inmoralidad de tener un gobierno rico con pueblo pobre, en el Senado de la República aprobamos la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos. Lo primero que establecimos ahí, es que nadie puede ganar más que el Presidente de México. Esta ley fortalece la prohibición, a quienes ejercemos un cargo público, de recibir alguna remuneración ilegal. Finalmente, atendimos una demanda histórica del pueblo de México y promesa de campaña del Presidente López Obrador: eliminar las enormes pensiones destinadas a los expresidentes del país.
Reiteramos, todas las reformas sobre seguridad, corrupción y justicia no darán fruto si no son acompañadas de cambios en la ley que propicien y aseguren la justicia social. Y un componente importante es contar con una política social que matice o elimine los efectos perversos del mercado sobre el bienestar de las personas.
Abrogamos la Reforma Educativa promovida por el régimen anterior y formulamos una nueva propuesta que articula el interés superior de las niñas, niños y adolescentes, su derecho a una educación integral, a la educación por la paz e incluyente, así como la garantía de los derechos laborales y humanos de todo el magisterio mexicano. No habrá desarrollo pleno del país, si no trabajamos en mejorar nuestra educación, los programas de estudio, la infraestructura física y la profesionalización de las y los maestros. Nuestro objetivo deberá ser que nadie se quede sin escuela. No nos rendiremos hasta impulsar una educación universal, laica, de calidad y gratuita para todo nuestro país.
A su vez, impulsamos diversas reformas como la Reforma Laboral, que modifica la Ley Federal del Trabajo para fortalecer la democracia sindical, promover la justicia laboral y acabar con la discriminación y el trabajo infantil.
Reformamos la ley del IMSS y el ISSSTE para garantizar el derecho a la seguridad social de las parejas del mismo sexo, iniciativa que promoví junto al Senador Germán Martínez el primer día del inicio de sesiones de esta honorable legislatura.
Como respuesta a nuestro compromiso por la igualdad y no discriminación, aprobamos, la Ley del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas. Nos debe quedar muy claro, no habrá justicia social, democracia plena, ni país libre, si no eliminamos las condiciones estructurales que han mantenido en situación de semiesclavitud y bajo prácticas coloniales a nuestros pueblos originarios.
Apoyamos el esfuerzo por encontrar el lugar de México en el sistema-mundo y por ello aprobamos el Tratado Comercial entre México, Estado Unidos y Canadá, TMEC. Paso histórico, luego de un intenso proceso de negociación entre los tres gobiernos que facilita el flujo de mercancías y que, junto con el fortalecimiento del mercado interno, busca abrir las posibilidades de contar con un crecimiento incluyente. En efecto, necesitamos un PIB suficiente y sostenido, pero tiene razón el Presidente cuando distingue entre crecimiento y desarrollo, de nada sirve un crecimiento de la economía cuando se destruye el medio ambiente y se concentra la riqueza en pocas manos.
DERECHOS HUMANOS DE LAS MUJERES
Como ustedes saben, la defensa de los derechos de las mujeres, las niñas y las adolescentes, ha sido una agenda que he promovido desde hace más de 40 años. Hoy México no es el mismo desde aquel entonces. Hemos avanzado en la conquista de nuestros derechos, hemos caminado hacia la igualdad, hemos roto barreras sociales que por muchos años nos tuvieron detenidas. Colocamos sobre la mesa, una nueva era para la política pública. El feminismo, dicho por pensadoras y pensadores sobresalientes, es el movimiento pacífico y social que más impacto positivo ha tenido en todas las esferas y demuestra la utilidad del pensamiento utópico no como aquello que es imposible sino difícilmente alcanzable, pero eso no nos detiene, hemos hecho camino al andar, con un claro horizonte de humanización desde una perspectiva feminista y nunca discriminatoria.
Sí, hemos tenido triunfos, sin embargo, aún no todo está ganado, nos falta seguir combatiendo la exclusión y la discriminación. Estamos siendo víctimas de formas pavorosas de violencia y de expulsiones a nuestro deseo de simple y llanamente vivir con dignidad. ¡Todos los derechos para todas las mujeres! Insistencialista me hice e insistencialista seré hasta el último día de mi vida.
Con el enorme ímpetu de persistir en lograr un mundo más igualitario entre mujeres y hombres, es que llegué al Senado. Propuse reformar la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, instrumento que construimos hace 12 años y donde participamos muchas mujeres de forma muy activa.
También, he presentado diversas iniciativas para reconocer la violencia política contra las mujeres como una acción u omisión basada en elementos de género que vulneran nuestros derechos político-electorales; junto a expertas y expertos de la sociedad civil, hemos elaborado y revisado estas reformas sobre las medidas de protección, así como incluir en esta ley la precisión y actualización del mecanismo para la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres. Indiscutiblemente, la Alerta de Género debe reformularse. Basta ya que los gobiernos estatales rehúyan a su responsabilidad de generar acciones en el marco de la Alerta para poner fin a la violencia contra las mujeres. Basta ya de simulación.
Una propuesta ambiciosa, pero sin duda urgente, es la iniciativa que promoví para materializar una legislación única en materia penal, es decir, la unificación del Código Penal para garantizar los derechos humanos de las mujeres víctimas de violencia. No es posible que delitos como la violación o el feminicidio tengan penas y sanciones distintas dependiendo la entidad federativa donde se cometa el delito. Eso es un agravio contra nuestro derecho a tener derechos. Los cuerpos y las vidas de las mujeres tienen el mismo valor en cualquier parte. Indigna saber que un feminicida cumpla una menor condena en un estado que en otro. Por ello, urge evaluar, discutir y analizar la posibilidad de la unificación nacional en materia penal.
Con mucho orgullo y profunda alegría, quiero compartirles que esta sesenta y cuatro legislatura del Senado de la República hizo historia a favor de los derechos de las mujeres al aprobar, por unanimidad, la reforma que incorpora el principio de paridad de género en la Constitución Mexicana, logro sin precedente y exigencia histórica del movimiento feminista mexicano.
Estas reformas ya publicadas por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, en el Diario Oficial de la Federación, buscan proteger y garantizar que el principio de igualdad sustantiva se traduzca en la práctica en un mandato para la participación paritaria en los espacios políticos. Es decir, vamos por gabinetes, candidaturas, cabildos y organismos colegiados paritarios. Vamos por un poder ejecutivo, un legislativo y un judicial con paridad. Mujeres en todo, paridad en todo, la voz de las mujeres no necesita intermediarios ni traductores.
Esta reforma constitucional es resultado del trabajo incansable de la sociedad civil organizada, particularmente del movimiento Mujeres en Plural al cual pertenezco, que no descansó hasta ver materializado este logro; pero también lo es de legisladoras de diversas fuerzas políticas y del gobierno de México que contribuyeron enormemente para concretar esta empresa. Pero hay que tener claro que esto no habría sido posible si Morena no hubiese tenido mayoría en el Congreso de la Unión, ni tampoco se hubiera logrado sin la extraordinaria conducción que han realizado los Senadores Ricardo Monreal, Martí Batres, y el Diputado Mario Delgado, así como la comisión de puntos constitucionales presidida la primera por el senador Eduardo Ramírez. Gracias, hombres aliados a las mujeres, les necesitamos de este lado, del lado de la justicia para las mujeres.
Ahora nos toca trabajar por la armonización legislativa y las leyes secundarias necesarias para que la “Paridad En Todo” sea una realidad tangible. Son más de 40 ordenamientos que deberán estar listos antes de que se continúe sin nombrar mujeres en gabinetes, con una visión omisa y con una falsa interpretación de la aplicación de la ley. Desde el 7 de junio, en este país, la paridad no es voluntaria, es obligación del estado.
Tenemos una enorme deuda con las trabajadoras de hogar. Era necesario reconocer la relevancia del trabajo doméstico y de cuidados, así como los derechos laborales de las y los trabajadores del hogar. Por ello, reformamos la Ley para garantizarles su derecho a la seguridad social, a jornadas de empleo dignas y a reconocerles como un trabajo formal. Dejamos atrás la era del régimen laboral especial y discriminatorio, para darles garantías plenas a través de un contrato laboral escrito y no de palabra. Esperemos que el proyecto piloto puesto en marcha por el Gobierno de México arroje resultados que permitan universalizar este derecho.
Pero modificar la ley no significa que cambiemos conciencias y costumbres automáticamente. Debemos terminar con las vejaciones, los malos tratos, la exclusión, los estigmas y la discriminación que aún viven las trabajadoras del hogar. No más palabras denigrantes, no más abusos, no más pagos injustos, no más espacios de trabajo indignos, en resumen, no más pensamiento colonialista.
Como Presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género del Senado de la República, organizamos audiencias públicas para construir la agenda legislativa a favor de los derechos de las mujeres y niñas en México. Durante tres días, escuchamos las voces de especialistas, académicas, sociedad civil, poderes de la unión y de los tres niveles de gobierno, para identificar los mayores retos y buscar las mejores soluciones que mejoren la calidad de vida de las mujeres y niñas de nuestro país. Debo decir que la participación de la sociedad y especialmente de los grupos expertos en materia de género, juega un papel importante e imprescindible para contar con una legislación acertada y precisa.
El 26 de marzo pasado, el Senado de la República entregó el Reconocimiento Elvia Carrillo Puerto a mi compañera y mentora María Consuelo Mejía Piñeros, mujer feminista fundadora de Católicas por el Derecho a Decidir e incansable luchadora por los derechos sexuales y reproductivas de las mujeres, niñas y jóvenes mexicanas. Fue un gran homenaje a su extraordinaria trayectoria. En este mismo tenor de reconocer a las mujeres valiosas, realizamos un conversatorio con la Periodista Lydia Cacho, en el marco de la disculpa pública que le ofreció el Estado Mexicano por el caso de tortura, secuestro y violación a sus derechos humanos de que fue objeto. Además, contribuimos a la puesta en marcha de la Unidad de Género del Senado de la República, de esta sexagésima cuarta legislatura.
Como una acción de protesta y visibilidad, hemos promovido la iluminación de las instalaciones del senado, así como de la ángela de la independencia para conmemorar la lucha incansable contra la violencia hacia las mujeres y el cáncer de mama, así como por el triunfo de la paridad en nuestro país.
Compartirles que he sostenido decenas de reuniones permanentes con representantes de organizaciones civiles, del gobierno de la república, del congreso de la unión, del ámbito empresarial y de la academia para seguir fortaleciendo la agenda por los derechos de las mujeres y niñas.
Finalmente, quiero anunciarles… Ante la declaración del presidente sobre la revisión de la situación de personas que han sido injustamente criminalizadas y encarceladas, le he entregado formalmente la solicitud para que considere en este proceso, a las mujeres que está en reclusión por diversas razones, principalmente por delitos contra la salud o por acusaciones injustas de cometer el delito de aborto, ellas merecen justicia y merecen ser beneficiadas con esta decisión.
GUANAJUATO
Desde hace cuatro décadas he trabajado por mi querido estado de Guanajuato. Hace 24 años la izquierda mexicana decidió postularme como candidata a la gubernatura. Era inimaginable que una mujer, feminista y progresista contendiera por este cargo en una de las entidades más conservadores del país. Llegamos en 1995 a la arena política partidaria de Guanajuato, pero debo decir que como parte de la izquierda social trabajé desde fines de los setenta en proyectos de educación popular en las zonas campesinas de León y Silao. La experiencia de vivir en esas comunidades y observar las condiciones de marginación, sobre todo de las mujeres, ha sido, en palabras de José Martí, como un tábano permanente que golpea mi conciencia.
El primero de julio del 2018, en una votación sin precedentes, miles de guanajuatenses votaron por el proyecto de la 4ª Transformación que finalmente llevó a la presidencia a Andrés Manuel López Obrador. Fueron 592,822 votos a favor de mi candidatura que me permitieron llegar al Senado de la República. A quienes votaron por Andrés Manuel López Obrador y por una servidora, desde aquí quiero decirles gracias. Gracias por nunca perder la esperanza. Gracias por creer que podemos construir en el estado y en el país un proyecto distinto al neoliberalismo depredador del ser humano y de la naturaleza, caldo de cultivo para una cultura patriarcal que ha tratado de borrar a las mujeres del panorama público y privado. Gracias por su confianza, siempre les estaré absolutamente agradecida.
Nos pusimos a trabajar. Inauguramos aquí, en León, nuestra Casa de Atención y Gestión Ciudadana, sitio que se ha consolidado como un espacio de escucha, apoyo y formación para la ciudadanía, que no distingue preferencias partidarias.
Nuestra primera tarea fue atender a las mujeres. Por ello, realizamos una serie de cursos y talleres para empoderar a las mujeres, niñas y jóvenes guanajuatenses sobre sus derechos humanos y sus autonomías física, económica y política. Esta acción, forma parte de nuestra estrategia para terminar con la desigualdad, misma que va acompañada de la atención a diversos grupos poblacionales históricamente excluidos, como las personas mayores, con discapacidad, en situación de pobreza y comunidades indígenas, a quienes hemos apoyado en sus diversas solicitudes.
Durante la campaña recorrimos todos los municipios. Ahora, como Senadora, lo sigo haciendo y en buena parte de los casos hemos facilitado el contacto con las autoridades de los tres niveles de gobierno para solucionar problemas de servicios municipales, tenencia de la tierra y acceso a programas públicos, entre otras situaciones. Seguiremos en esta ruta de servicio.
En León tenemos un serio problema de regularización de predios. Gente que no tiene escrituras de sus casas, calles que no existen en el mapa municipal, familias enteras a la deriva porque su patrimonio no cuenta con los trámites legales necesarios, pero que son generaciones enteras de leonesas y leoneses habitantes de colonias que desde hace décadas urge regularizarlas. Para lograr esta tarea, me he reunido en diferentes ocasiones con diversas autoridades de la Presidencia Municipal, a cargo de Héctor López Santillana.
El diálogo como estrategia política es necesario para atender los problemas de la ciudadanía, aunque todavía hay voces que confunden el diálogo con sumisión. Seguiremos tocando puertas, exigiendo derechos y abriendo espacios de interlocución donde sea y con quien sea para lograr el bienestar de la población que ha confiado en una servidora.
Mi forma de legislar es escuchando a la gente desde los parámetros establecidos en las promesas de campaña. Por ello, me he reunido con muy diversos grupos de guanajuatenses: empresarias y empresarios zapateros, lecheros, ganaderos y de las cámaras de diferentes industrias de nuestro estado. También, con representantes de organizaciones civiles feministas, ambientalistas, de la comunidad de abogadas y abogados, de la diversidad sexual, de comunidades indígenas, con las casas de migrantes y de iniciativas ciudadanas como Ranchero Pandillero, proyecto dirigido a atender el problema de la farmacodependencia, así como con representantes de estancias infantiles a quienes les comunico que seguiré insistiendo en encontrar mejores estrategias de atención que aseguren el derecho de niños y niñas a su educación.
En Guanajuato somos una oposición responsable. Por ello, hemos hecho diversos exhortos y llamados al gobierno del estado para atender y combatir el clima de violencia que vivimos desde hace décadas en nuestra entidad. ¿Cuándo pasamos de ser referencia nacional de paz y seguridad, a serlo de muertes, injusticia e impunidad? Miren… Si al velador de una casa se le han colado los rateros por todos lados, por la ventana, por el techo e incluso por la puerta, cómo es posible que ese -o esos veladores- hayan durado diez años en el cargo y vayan por otros diez más. Eso, sinceramente, no lo entiendo.
Seguiremos pues, colaborando desde el Senado de la República, con la federación, el gobierno estatal y los municipios para reestablecer la paz que tanto necesita Guanajuato.
En particular, quiero agradecer a los medios de comunicación guanajuatenses; gracias por estar al pendiente, desde siempre, de mis actividades como representante del estado. Debo de decir que no siempre coincidimos, pero en mi encontrarán una impulsora de la libertad de opinar e informar, propio de la democracia republicana.
Y de todo corazón, con la gratitud de quien se siente deudora de miles de voluntades y manos anónimas, quiero mencionar en especial a la militancia de Morena que, en un sentido de servicio y convicción recorrieron y recorren las calles y rancherías difundiendo entre la gente que pueden exigir sus derechos, que esta realidad no es la última, que no se deben conformar con las sobras que caen de la mesa de los poderosos, que la síntesis de conciencia y organización es la única forma de lograr una verdadera democracia. Gracias, y en mí encuentran una aliada permanente.
Compañeros y compañeras, amigas y amigos, esta nueva patria que estamos construyendo está siendo feminista, progresista, igualitaria, ecológica y anticolonial; nos mueve la opción preferencial por las y los pobres. Las condiciones heredadas nos han obligado a realizar un esfuerzo histórico de reconstrucción profunda, pero no estamos solos en nuestra patria grande. Miremos Latinoamérica como proyecto, observemos y aprendamos de la Bolivia de Evo Morales, del Chile de Bachelet, del ejemplar Pepe Mújica de Uruguay, del perseguido Lula en Brasil, estemos pendientes de todos los grupos que apuestan por el fracaso de la 4T; fortalezcamos nuestras convicciones y seamos efectivos en las acciones públicas, sólo los resultados, fruto de una necesaria autocrítica profunda, podrán convencer a la ciudadanía del nuevo proyecto de país que nos mueve y nos conmueve. Esta nueva patria es la oportunidad histórica que esperamos mucho, pero mucho tiempo para transformar al país. Nos debe calar hasta los huesos la ética que ha establecido nuestro Presidente, Andrés Manuel López Obrador: No robar, no mentir y no traicionar. Hoy y donde nos coloque la historia en el futuro, seguiré sirviendo a Guanajuato con esta pasión y energía que me ha generado muchos simpatizantes y seguro, adversarias y adversarios.
Finalmente, y para terminar, recordarán que en tiempo de Leonidas Trujillo, el chacal, dictador de República Dominicana, hubo un grupo de intrépidas mujeres que formaron parte del movimiento clandestino de oposición. Las Hermanas Mirabal, asesinadas por órdenes del dictador, fueron nombradas como las mariposas y en secreto, en el espacio público, el pueblo les animaba en su lucha libertaria murmurando “larga vida a las mariposas”.
Igual entonces, en esta complicada coyuntura histórica, me nace decir, quiero decir… ¡¡¡¡larga vida a las mariposas, larga vida a la cuarta trasformación, larga vida a todos los proyectos anticoloniales, antipatriarcales y antineoliberales!!! Larga vida a las voluntades de cambio de rumbo a un mundo que soñamos durante mucho tiempo. No nos pararán.