¡Uf, qué semana!
Hoy vivimos una semana llena de contradicciones, llena de polarización y una rispidez política en el Senado de la República. No lo puedo negar, ni tampoco lo voy a desconocer.
En la renovación de la Mesa Directiva, que hoy estará encabezada por una mujer de Tabasco, Mónica Fernández, se presentó un diferendo por la presencia de senadoras del PES, que siempre han acompañado en las decisiones de Morena. Siempre han votado con Morena y tenían la autorización expresa del coordinador y del presidente de la Mesa Directiva.
Pero, la elección se llevó a cabo de manera ejemplar, hay notario público que atestigua los hechos. En este caso, la elección de la nueva presidenta fue por unanimidad, por consenso, y los senadores decidimos no ir al pleito, no ir a la confrontación; decidimos cerrar filas por la unidad de Morena.
Ahora es lo que corresponde, actuar con madurez, con serenidad y con tolerancia. No vamos a responder ataques ni descalificaciones, vamos a convocar a la unidad, al a tolerancia, porque el cambio de régimen implica eso: el hombre público está sujeto al escrutinio público, también a la descalificación, también a la infamia y a la calumnia.
Nosotros tenemos que actuar con altura de miras, con prudencia, con serenidad por el bien del país, por el bien de Morena.