Buenos días a todas y a todos.
Saludo con mucho cariño a mis compañeras senadoras, que están acompañando a un reconocimiento a una destacada mujer mexicana, adelantada en su época, adelantada en las ideas.
Agradezco a la senadora Martha Lucía Micher; Malú, como la conocemos, la popular Malú. Una mujer con una vehemencia y con una gran insistencia, que es propio de su personalidad y de su forma de actuar en la vida, no solamente en la pública, también en la vida privada.
Saludo con aprecio a la doctora Nadine Gasman, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres; a la maestra Natalia López, subsecretaria de Diversidad Cultural y Fomento a la Lectura, de la Secretaría de Cultura.
Saludo a Carlos Pascual, quien es el autor del libro “La Insurgenta”, y un hombre que ha destacado mucho en los medios de comunicación, y con una gran trayectoria.
Agradezco a las personas que nos están siguiendo a través del Canal del Congreso, de las redes sociales.
Este año, ha sido un año de grandes reflexiones. Cuando reflexionamos sobre la vida, sobre el acontecer, nos lleva a tomar conclusiones, a tomar acciones.
Y considero que este momento en el que atraviesa el mundo entero, las mujeres no solamente juegan el papel importante, sino que van marcando los momentos, los espacios de decisiones en la humanidad.
Y digo ello porque reconocer a una mujer destacada del pasado, es honrar la memoria de quienes pensaron a futuro y a veces queda dormido, en las páginas de la historia, las grandes aportaciones que han dado a México y al mundo entero las mujeres.
Leona Vicario construyó, junto con destacados personajes, ubiquémonos en la época, la época de la Independencia, 1810-1821, que es la consumación.
Cómo poder entender a México sin la participación de esos ilustres y de esos no tan ilustres mexicanos y mexicanas que contribuyeron en la información que no fluye como el día de hoy.
Hoy podemos comunicarnos con un mensaje de texto, hoy podemos comunicarnos con las redes sociales. Imagínense 200 años atrás, que había que susurrarle al oído a quienes querían una independencia y que después de tener consumada la independencia, vino una lucha idealista entre nosotros, entre los que querían un imperio y los que querían una República.
Finalmente, somos una República y no una monarquía, pero eso lo debemos a destacados e ilustres mexicanas: Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario. Cómo entender que el siguiente año vamos a tener los 200 años de consumación de Independencia.
No reconocer las aportaciones de quienes incluso hemos juzgado mal en la historia de México. Lo platicaba hace un momento con Carlos, y me decía: “qué va a pasar con Agustín de Iturbide, qué han pensado”.
Si analizamos la figura de Agustín de Iturbide, aportó un gran sueño que hoy tenemos los mexicanos, quizá el error más grave es haber establecido un imperio.Pero afortunadamente vivimos en una República, y en esa República se ve consumado el sueño de doña Josefa Ortiz y de doña Leona Vicario.
Hace años legislaron, y lo quiero sacar porque es importante, en la Constitución de 1824, la primera Constitución como República, tenemos otros antecedentes, que es la de Apatzingan, o la de Cádiz, aquí, como República, 1824.
El hombre y la mujer son iguales ante la ley.Bueno, ese fue el espíritu. La redacción venía diferente Y es hasta en la Constitución de 1917 que más o menos se le da un poco de mayor participación.
En ni una de estas constituciones estuvo presente el pensamiento de mujeres destacadas, que aportaran. Y por eso es que hemos tenido una idiosincrasia en México y ha sido en los últimos 60 años, que las mujeres han ganado esos espacios públicos, hasta llegar el día de hoy a encontrar una paridad en la vida pública, pero también en la vida privada.
No es casual que se tenga mayoría en el Senado, no es casual que se tenga mayoría en la Cámara de Diputados, y por supuesto que no es casual que hoy muchas mujeres estén al frente de los ayuntamientos, no es casual que muchas mujeres estén representadas en los gobiernos.
Entonces, 210 años después, hay que decirle a Leona: “ha valido la pena, vale la pena”, vale la pena arriesgar la vida cuando se tiene un sueño en medio de nuestras diferencias. Vale la pena decirle a Leona Vicario que su propósito en este territorio, se ha cumplido.
¿Hace falta más?, estoy consciente. Pero lo que hoy hemos avanzado en esta Legislatura, sienta un precedente para los próximos 100 años. Créanme, no ha sido fácil el espacio que las mujeres han ganado; los han ganado, a veces, no con palabras, han ganado sus espacios a la fuerza, hay resistencias, hay resistencias, hay resistencias de nuestro género, es lastimoso decirlo, pero es real.
Malú: gracias por habernos invitado a este evento.
En ti, están esos principios de destacadas mexicanas. Estoy completamente seguro que al paso de los años tu lucha y tu aportación a favor de las mujeres, va a tener una resonancia en la eternidad, estoy cierto de ello, profundamente convencido de eso.
Gracias por sensibilizarnos, por visibilizar lo que a veces nuestros ojos no ven, gracias por hacernos sentir y por acompañarte en estos sentimientos que tú estás dejando plasmado, y muchas mujeres.
Me cansaría los nombres de tantas mujeres que han ayudado. Pero esto es un reconocimiento a la memoria de Leona Vicario. Que exista siempre una Leona en todas ustedes.
Muchas gracias.