Hace 2 años, ante la omisión del Banco de México, plantee eliminar comisiones y disminuir intereses a los servicios que prestaba la banca en nuestro país. Demostré que México era una de las naciones más caras del mundo y en dónde se aplicaba un número excesivo de comisiones por conceptos diversos, además de elevados intereses; al igual que ahora, la reacción fue inusitada y desmedida; cómo un legislador osaba interrumpir la acumulación de dinero, la utilidad, la ganancia desproporcionada que obtenían las instituciones financieras en contra del usuario; nunca alguien se había atrevido a tanto.
Pospusimos la aprobación de aquella reforma propuesta con el compromiso de autorregulación de la Banca, así como de la disminución de las numerosas comisiones y la reducción de los intereses, lo cual se ha dado aún de manera insuficiente y con la ausencia del Banco de México.
Ahora que presentado una iniciativa que se ha votado en el Senado y se encuentra pendiente en la Colegisladora se ha expresado una reacción similar a la que hice hace dos años. Las legisladoras y legisladores debemos actuar en beneficio de los intereses del país y eso incluye atender con responsabilidad y prudencia toda inconformidad y todo reclamo que se susciten sobre nuestra facultad constitucional, como en esta ocasión y la anterior en que la reforma propuesta ha despertado voces y expresiones en contra de la medida.
Como autor de la iniciativa relativa la disminución de tasas de interés y la eliminación de comisiones, hemos actuado con mesura y con prudencia y así continuaremos haciéndolo en beneficio del país y de su estabilidad. Hoy, como autor de esta actual iniciativa será de la misma manera nuestra actuación, nunca me conduciré de otra manera; provengo de una tierra de migrantes, de Zacatecas con mucho orgullo, más de la mitad de sus habitantes viven en los Estados Unidos, incluyendo parte de mi familia, pero, para quienes aquí permanecen y reciben dinero de sus familiares es un calvario poder cambiarlos en pequeños comercios, imposible en instituciones financieras, es un problema que existe, es real y es injusto.
En algunas regiones la moneda común es el dólar, los bienes se cotizan en esa misma divisa y las operaciones comerciales también, y nuestras y nuestros connacionales ven disminuidos los ingresos que les envían sus seres queridos, pues al ser cambiados le reducen un 30% o más del tipo de cambio en el que se cotice. En esa misma situación se encuentran varios estados del país, pero el Banco de México y autoridades no quieren ver interrumpido su letargo de comodidad y no ha propuesto nada para apoyar las personas migrantes y a sus familias ante esta situación real que ocurre todos los días.
Ante la polémica que se ha suscitado es preciso disipar cualquier duda sobre las bondades y el fin que persiguen las modificaciones propuestas a la Ley del Banco de México aprobadas por el pleno del Senado el pasado 9 de diciembre. Este proyecto busca establecer el mandato de ley para que el Banco de México actúe como banca de última instancia y adquirir los dólares excedentes del sistema financiero mexicano a fin de repatriarlos de manera segura, verificada y ordenada a los Estados Unidos de América para que a su juicio pueda ser parte de las reservas internacionales.
Desde el punto de vista de la mayoría en el Senado, el proyecto es benéfico para las mexicanas y los mexicanos pues las modificaciones propuestas permitirán que quienes reciben remesas del exterior mantengan el valor de su dinero al tipo de cambio legal y vigente evitando que los comercios o cualquier agente se lo reciban a un valor inferior; adicionalmente, resolverán la problemática que tiene la mayor parte de las personas que reciben divisas del exterior provenientes de sus familias que consiste en la imposibilidad de acudir a una institución bancaria a cambiar sus dólares; en suma, para quienes reciben dólares del extranjero el proyecto aprobado establecerá el entorno adecuado para que mantengan el valor de su dinero y por otro lado permitir sostener y facilitar el intercambio comercial al nivel de la persona consumidora final puesto que su dinero tendrá mayor capacidad de compra.
Sin embargo, en un régimen democrático no se deben limitar ni el análisis, ni la discusión de temas de gran envergadura como esto. Todas las voces deben de escucharse, participar hasta alcanzar la mejor solución para el país. Morena, desde que ocupa la mayoría en el Congreso por voluntad popular ha actuado siempre con responsabilidad y ha escuchado, por lo que nuestro Grupo Parlamentario en el Senado reitera y se pronuncia para que no haya duda ni suspicacia sobre el propósito de esta; debemos eliminar cualquier presunción de actividades ilícitas o de afectar la autonomía del Banco de México. La Colegisladora actuará de conformidad con su autonomía y las disposiciones que regula su funcionamiento y nosotros lo respetaremos; lo que sí creo urgente, es que se atienda en la ley nuestra preocupación, el manejo de dólares de origen legítimo proveniente de migrantes y del turismo.
Morena actuará siempre creando normas y reglas que profundicen el cambio de régimen, no deseamos que la confusión y la incertidumbre alteren la estabilidad financiera y política del país. Actuemos con toda responsabilidad y prudencia sigamos escuchando a todos los sectores.