Muchísimas gracias, querido Rafael.
Presidentas, presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia de las entidades federativas.
Mi querido Rafa Guerra, presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México y de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia de los Estados Unidos Mexicanos.
Qué tal, mi querido Armando Maitret, ¿cómo estás? Hace tiempo que no nos comunicábamos, pero me da muchísimo gusto que estés aquí, en tu calidad de secretario ejecutivo de la Asociación Mexicana de Impartidores de Justicia.
También saludo con muchísimo gusto a la doctora Alma de los Ríos Ruiz, investigadora de la UNAM. Gracias, Alma, por estar aquí con nosotros.
A mis colegas, a la senadora Alejandra Lagunes, secretaria de la Mesa Directiva, especialista en temas digitales.
Al senador Eduardo Ramírez, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales.
Al senador Rafael Espino de la Peña, presidente de la Comisión de Justicia.
Y, a todas y a todos ustedes, sobre todo a las y los juzgadores, a las y los magistrados, a quienes integran los Consejos de la Judicatura.
Me da muchísimo gusto de verdad, estar con ustedes esta mañana o más bien, ya tarde. Estaba yo, precisamente, llegando al puerto de Veracruz, porque hoy tenemos el gran Día de la Marina, a la cual me invitó al Almirante Secretario y que también acompañaré al señor Presidente en este homenaje, muy merecido, en este día para ellos, muy importante.
Como decía Eduardo Galeano, la impunidad –así tal cual– premia el delito, induce a su repetición y hace propaganda, estimula al delincuente y contagia su ejemplo; por esto, en un Estado constitucional y democrático de derecho, la función de las personas juzgadoras, su autonomía, su independencia es un pilar fundamental, es el cimiento –diría yo– sobre este gran pilar que se erige en todos los Tribunales Superiores de Justicia y del Poder Judicial de la Federación.
Esta función de las juzgadoras y juzgadores, sin duda es de lo más relevante para el Estado de Derecho. La labor de la Judicatura tiene un papel preponderante, para mejor, sobre todo también no solamente para la percepción, sino para fortalecer la confianza que la sociedad deposita en el Estado.
En algunas otras ocasiones he dicho y he sostenido, que la confianza ciudadana a las decisiones que le tienen a los Poderes Judiciales, a sus juzgadores, debido a su autonomía e independencia, es el activo más importante que tenemos, todas y todos los juzgadores.
Y me incluyo porque, yo como ustedes saben, me siento de los poderes judiciales, en una forma integrada de una forma muy importante.
Entre los retos fundamentales de la impartición de justicia está, por un lado, la necesidad de incorporar nuevas tecnologías, en todo el sistema de justicia. Pero por otro, el reto de fortalecer la autonomía y la independencia de todos los poderes judiciales locales.
Esta autonomía e independencia, deben sustentarse mediante preceptos desde el ámbito constitucional, y en pleno respeto, sin duda, a la autonomía de las entidades federativas. Pero tienen que permitir esta normativa constitucional, garantizar la seguridad de las personas juzgadoras; evitando intromisiones de otros poderes.
El fortalecer los criterios de mérito para acceder y avanzar en la carrera judicial. La carrera judicial, lo hemos dicho en todos los foros, debe estar reglamentada y regulada desde la misma Constitución, como una de las garantías judiciales más importantes, sin duda.
La estabilidad en el empleo de las personas juzgadoras, eso también les da una gran autonomía y les da gran independencia, ¿por qué? Porque fomenta en esta estabilidad, la tranquilidad de que no serán removidas de sus cargos y garantiza obviamente, su estabilidad.
Pero también hay otro tema de garantías institucionales, sumamente importante, la suficiencia y la autonomía presupuestaria, entre otros aspectos. Esto también debemos de considerarlo, precisamente para no tener los embates de otros poderes, del Ejecutivo local o del mismísimo Legislativo.
Y, esta garantía de la suficiencia presupuestaria, debe también ser parte de las garantías institucionales que se regulen desde la misma Constitución.
Y por otro lado, hablábamos de la incorporación de las nuevas tecnologías, que existe obviamente la estandarización de procesos tecnológicos, pero también la capacitación y las nuevas responsabilidades que se tienen que vencer a la resistencia al cambio.
¿Por qué? Porque muchas veces, obviamente quienes no somos de esta generación tecnológica, requerimos una capacitación reforzada, precisamente para que podamos nosotros realmente estar de acuerdo con el cambio tecnológico.
Por eso, con estas preocupaciones de garantías institucionales, recientemente impulsé dos iniciativas ante el Senado de la República: una, que busca atender la necesidad de blindar desde la Constitución a los poderes judiciales locales, de injerencias externas. Y la otra, que plantea ampliar los alcances de los juicios en línea.
En este contexto, nuestra reunión vía remota, nos va a brindar la oportunidad de escuchar no sólo a las grandes expertas y expertos sobre el tema de la autonomía judicial, que también algunas de estas cuestiones son temas muy novedosos; pero también la impostergable digitalización como una herramienta para acercar la justicia a la ciudadanía, y desde luego cumplir con la demanda social para hacer a la justicia más cercana y más expedita.
Ustedes como presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia, como presidentas de los Tribunales de las entidades federativas también; ustedes juzgadoras y jueces; magistradas, magistrados; ustedes académicos, ustedes expertos, vamos a poder abrevar de todas y de todos, las experiencias directas que sin duda, van a enriquecer esta discusión.
Por último, amigas y amigos:
La justicia es el camino para la pacificación social, por eso, un Poder Judicial fortalecido, un Poder Judicial cuyas garantías institucionales estén desde la misma Constitución; pero también con tecnología, también con nuevas técnicas que acerquen a la justicia a la población, de verdad, estas garantías institucionales son parte del Estado de Derecho.
Y además, son garantías institucionales de los juzgadores contra la violencia, contra la impunidad.
Reconozco a todas y a todos los presentes, su compromiso con esta labor social, y adelanto que tendremos un diálogo enriquecedor y muy provechoso.
Muchas gracias.