Muchas gracias, muy bien día a todas y todos.
Celebro que se realicen estas audiencias, a partir de la iniciativa de la senadora Malú Micher y de otras senadoras, de otras comisiones y grupos parlamentarios; para recoger un conjunto de propuestas, de planteamientos.
Esto tiene que ver con la idea del Parlamento Abierto, en el que las agendas no se hacen solamente de arriba para abajo; sino se construyen también de abajo hacia arriba, se nutren de la sociedad.
Decidir dentro de cuatro paredes, lo que se considera que es lo mejor para el país, sin escuchar a las sociedades, conduce muchas veces a cometer errores. Por eso, es importante oír antes de decidir. Considero, de tal forma, que estas audiencias nos ayudan mucho a seguir estimulando la lógica de un Parlamento Abierto, para tomar las mejores decisiones y enriquecer la agenda, en este caso la Agenda Legislativa sobre la igualdad entre mujeres y hombres.
Quisiera, además, señalar que si esta es una agenda importante desde hace muchos años, ahora lo será más, debe serlo más, porque hemos hablado de realizar transformaciones profundas, grandes transformaciones; y el tema de la igualdad es el tema fundamental de cualquier transformación que viva nuestro país.
Cualquier país y, especialmente, nuestro país. México es el país de América, probablemente aún con las mayores brechas de desigualdad; ya Oxfam a principios del año pasado, dijo que México era el país más desigual del Continente Americano. Somos desiguales prácticamente en todos los terrenos.
El gran jurista y politólogo Norberto Bobbio, hablaba de tres grandes desigualdades: la desigualdad de clase, la desigualdad de raza, la desigualdad de género; y decía que afirmar los derechos tenía que ver con combatir estas desigualdades.
Por lo tanto, una agenda progresista debe tener como parte de su columna vertebral el tema de la igualdad entre hombres y mujeres; para tomar decisiones profundas al respecto.
Esto implica ubicarse en varios terrenos, uno de ellos es el de las políticas públicas. En el caso de las políticas públicas, corresponderá a los gobiernos, al Gobierno Federal, a los gobiernos de los estados, a los gobiernos municipales; impulsar agendas de igualdad de género a través de políticas específicas.
En este sentido, por ejemplo, tenemos pendientes temas como los presupuestales; está el asunto de la brecha salarial que se da dentro del Estado y es emulada en el ámbito privado; y hay un gran problema, una verdadera tragedia, que es el asunto de los feminicidios, que en los años pasados han repuntado en el país y no se advierte una curva de descenso.
Se trata de una verdadera tragedia en materia de derechos humanos, se trata además, de una situación muy crítica que debe prender todos los focos rojos.
En materia de políticas públicas, en efecto, habrá que revisar muchas cosas. A la par que la legislación, a veces las legislaciones corren más rápido; a veces son las políticas públicas las que se adelantan.
Comento aquí, comento a Malú –por ejemplo– que ahora, recientemente en la Ciudad de México en días pasados se comenzaron a unificar las dos estructuras, la que correspondía al Instituto de las Mujeres y la que correspondía a las Unidades de Atención y Violencia Familiar.
Ya están unificadas, esto debe tener su correspondencia legislativa también, aquí en la Ciudad de México, es una decisión reciente. Eso debe analizarse para ver las consecuencias legislativas que tenga y los ecos que pueda tener en otros lugares del país, también.
Lo pongo como ejemplo de que tenemos que estar también al tanto de lo que ocurre en materia de políticas públicas.
Ahora bien, más allá de las políticas públicas, que no las resuelve el Poder Legislativo, por lo menos no las resuelve de manera directa; está todo el tema de la agenda legislativa.
Al respecto, en primer lugar, consciente de que hay muchos debates conceptuales sobre justicia y derechos; pero sobre la base de decisiones que se han empezado a tomar, yo quiero hacer un llamado fraterno, respetuoso a la Cámara de Diputados, para que no se modifique la minuta que envió el Senado de la República en relación con los llamados delitos graves; especialmente en el tema de feminicidio.
Es decir, sabemos que hay el interés del Presidente de la República, lo dijo días después de las elecciones, en que delitos como el robo de combustible, el fraude electoral y la corrupción, se conviertan en delitos graves. Pero el Senado agregó otros y, particularmente quiero referirme al tema del feminicidio, que tiene un valor simbólico, operativo, institucional muy fuerte y, creo que sería una mala señal si el feminicidio se baja del listado de delitos graves que ha aprobado en días pasados el Senado de la República.
Por eso, hacemos un llamado a la Cámara de Diputados a esta reflexión y estar atentos a las demandas de la sociedad.
En lo personal, como presidente del Senado, he recibido varias comunicaciones y cartas de organizaciones de mujeres y también de las familias de víctimas de feminicidios, que han tenido un rol muy importante en esta batalla; para que el feminicidio se siga considerando en este debate, como un delito grave.
Ahora bien, existen además de esto que el Senado resolvió en su momento, otros temas que tiene el Senado a partir de iniciativas presentadas.
Hay varias iniciativas relacionadas con la paridad. Está la iniciativa que presentó la senadora Kenia López Rabadán, para la paridad entre mujeres y hombres en todos los órganos del Estado.
Hay una iniciativa que presentó el senador Monreal para la paridad en el Poder Judicial. Hay otra iniciativa que presentó la senadora Malú Micher para la paridad en los tres Poderes de la Unión, en los tres niveles de gobierno y en los órganos autónomos y considero que es una responsabilidad del Senado de la República dar cauce a la aprobación de esta iniciativa.
En estas audiencias podrá enriquecerse esta línea, pero esto sería una decisión histórica.
Hay también decisiones de gobernantes a favor de la paridad de los gabinetes de gobierno. El propio Andrés Manuel López Obrador, como Jefe de Gobierno, articuló un gabinete paritario y ahora como Presidente de la República también.
Pero esto tenemos que llevarlo a la Constitución, para que no dependa sólo de los principios que tengan determinados gobernantes, sino que sea una obligación, para que esto sea un legado que se deje en estos seis años.
Hay temas relacionados con este de la paridad. Por ejemplo, presentamos una iniciativa, presenté una iniciativa en la que recibimos el apoyo de muchas legisladoras y legisladores, para cambiar el lenguaje que está en el artículo cuarto de la Constitución, donde se habla de la igualdad entre el varón y la mujer.
De suyo es una contradicción, hablar de la igualdad entre el varón y la mujer, porque cuando hablamos, esto tiene dos implicaciones, cuando hablamos del varón y no del hombre, le estamos agregando un valor adicional a este género.
Incluso si buscamos la definición de varón, vamos a tener una definición, varón con “v” chica significa hombre arrojado y valiente; barón con “b” grande es un título nobiliario.
Entonces, estamos haciendo ya una distinción, ya es una desigualdad en el lenguaje que obviamente tiene razones e implicaciones.
Por lo tanto, la Constitución debe referirse a la mujer y al hombre, a las mujeres y a los hombres, para que empecemos a hablar bien de la igualdad.
Es una modificación necesaria y consideramos que, al dictaminarse el tema de la paridad, debe dictaminarse también, de una vez, esta modificación en el artículo 4° de la Constitución, que forma parte de este debate.
Hablar de varón y mujer, para no decir hombres y mujeres, también tiene que ver con la idea de englobar a la especie humana con la denominación del hombre. El hombre llegó a la luna, el hombre descubrió las vacunas, el hombre es un nuevo estadio de la civilización.
Entonces, hay hombres y mujeres en la especie humana.
Ahora bien, en nuestra agenda legislativa se han presentado otros temas también que tienen implicaciones sociales importantes y son un soporte para poder acudir a una verdadera división del trabajo, equitativa e igualitaria.
Están, por ejemplo, las iniciativas presentadas sobre las guarderías, por la senadora Nadia Navarro y está también una iniciativa relacionada con las obligaciones de los hombres con los recién nacidos, con los hijos recién nacidos, presentada por el senador Miguel Ángel Mancera.
Estas iniciativas también han tenido un apoyo inmediato al momento de su presentación, adhesiones de legisladoras y legisladores de todas las fuerzas políticas.
Por lo tanto, deben cursar por una aprobación relativamente rápida. Mi opinión personal es que en este periodo deberían presentarse.
Asimismo, está el planteamiento de poder incidir globalmente en el país, en todos los niveles, federal, estatal, municipal, a partir de la legislación general de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia.
Ahora se habla de varios órdenes jurídicos. Este es un debate interesante al interior de la Suprema Corte de Justicia. Antes había dos órdenes, el federal y el local. Después se extendió a federal, local, municipal y ahora hay un orden general también.
A través de la legislación federal pueden inducirse cambios en las regiones del país más resistentes a la necesidad de reconocer la igualdad entre mujeres y hombres.
Entonces, esta es una idea que está impulsando la senadora Malú Micher y que merece todo el respaldo de todas y de todos.
Finalmente diría que hay debates más adelantados, en los cuales todavía necesitamos ahondar más, pero viene todo un tema de nuevos derechos sociales, relacionados con los llamados cuidados.
En la Constitución de la Ciudad de México ya se agregó y me parece que es la única Constitución del país que tiene un apartado sobre los cuidados como parte de los derechos.
Se ha considerado que los cuidados es una especie natural de las mujeres y no es así. Se trata de una responsabilidad social y, por lo tanto, es todo un tema qué discutir hacia adelante.
A partir de estos temas de los que hemos hablado, podemos diseñar una agenda y queremos nutrirla, multiplicarla, ampliarla a partir de estas audiencias que comienzan el día de hoy.
Yo espero que en este periodo de sesiones, febrero, marzo abril, con el cual se completaría el primer año de ejercicio legislativo de estas Sexagésima Cuarta Legislatura, resolvamos estos temas, porque significa empezar bien.
No hay que posponerlos, sino que hay que tomar decisiones sobre ellos. Esto es darle una dimensión histórica y transformadora a nuestro trabajo legislativo.
Muchas gracias por su atención, amigas y amigos.