En primer lugar, esta es la primera ocasión que tengo de estar con ustedes y, antes que nada, quiero agradecerles a ustedes y a todos los grupos parlamentarios del Senado, el apoyo tan generoso y tan conmovedor que tuve con la votación que me hicieron ustedes favor de dar para mi nombramiento.
Eso, no solamente me llegó mucho, sino que también me obliga mucho. Es una confianza que como cualquier otro ejemplo de esta naturaleza, genera también una enorme obligación no solamente frente a ustedes; sino ante toda la comunidad que está esperando tanto de la justicia en México.
Entonces, ese es mi primer pensamiento que tengo frente a todo esto, y lo que ha señalado el señor senador Monreal, que cualquier grupo parlamentario que necesite, que desee tener alguna información sobre las tareas que estamos nosotros realizando, yo acudiré cuantas veces sea necesario para poder dar cuenta de lo que se me requiera, con la misma actitud y con la misma apertura que lo hago en este momento con todos ustedes.
Ahora, quiero pasar a hacer un pequeño resumen de qué es lo que he encontrado en lo que era la Procuraduría, que había yo tenido unas tres semanas de estar ahí, como encargado, para después ya tomar en realidad las responsabilidades totales de la Fiscalía.
El problema es muy serio, por lo que yo había comentado con ustedes el día de la audiencia aquí en el Senado. La claridad que se tiene que tener sobre cuáles son las funciones primigenias de la Fiscalía General de la República, que son fundamentalmente las tareas de la defensa del Estado mexicano, del patrimonio del Estado mexicano, de la integridad del sistema y del Gobierno, tanto de la República como de todas las comunidades que nos componen.
Y partiendo de ahí, y eso lo señala con mucha claridad el Código Penal Federal, los delitos federales que se cometan en contra del Estado mexicano o de las leyes específicas de carácter federal; son las tareas que a nosotros nos corresponden.
Y en ese sentido, tengo que hacer público lo que encontré, más de 200 mil averiguaciones previas que están en archivo y que no se ha decretado el no ejercicio de la acción penal. Pero estas vienen desde el año 1984. Esas son averiguaciones previas, ¿eh?
Luego vienen lo que ahora llamamos o se les llama las carpetas de investigación, que finalmente para los efectos de fondo, son lo mismo, hay otras 200 mil.
Eso ya lo auditó y lo tiene perfectamente establecido por escrito, la Visitaduría General de la institución. Tenemos una buena visitadora, es una mujer que ha demostrado una valentía y un compromiso, que son encomiables. Eso es para que lo sepan.
En esas condiciones, el primer acuerdo que tomé al respecto es que se haga de inmediato, una depuración de todos estos expedientes; hay una gran mayoría que están prescritos y esa prescripción es una irresponsabilidad histórica, que no podemos nosotros asumir.
Entonces, tenemos que darle fin a este enorme rezago, tomar todos los expedientes que están vigentes, notificarle a quienes son víctimas u ofendidos o coadyuvantes; para que declaren lo que tengan que declarar en cada uno de estos casos, y si en los casos ya no procede, los que son abogados, que creo que habrá varios aquí, lo saben perfectamente, decretar el no ejercicio de la acción penal, si ya no hay ninguna otra acción que realizar.
Creo que esta es una primera función fundamental de nuestra tarea por la justicia.
Pero si nada más nos dedicamos a ver lo que pasó en el pasado, y no hacemos algo en el futuro; tal parece que nos queremos cubrir con las responsabilidades o las irresponsabilidades de otros. Entonces, inmediatamente comenzamos a trabajar también en el análisis de la situación
cotidiana que existe en toda la institución.
Y hemos encontrado cosas, que creo que es muy útil que las pueda yo comentar con ustedes.
Cerca del 90 por ciento de las denuncias o querellas, se llevan a cabo y se presentan en todos los estados de la República. Cerca del 90 por ciento, de todas las denuncias o querellas que se presentan ante, lo que era la Procuraduría y ahora es la Fiscalía, se presentan en nuestras delegaciones, en todos los estados de la República, incluyendo el Distrito Federal.
Y solamente un poco menos del 10 por ciento van a tareas especializadas, como son la SEIDO, que es crimen organizado; los delitos federales de muy alto impacto, que tienen una Subprocuraduría, Derechos Humanos, que están en manos de una mujer en este momento; y algunas otras actividades específicas.
Eso es muy importante que se sepa. Es decir, si nosotros no fortalecemos una institución nacional, a nivel nacional y le damos esa viabilidad en cada una de las delegaciones; muchos de ustedes que representan a los estados, me han comentado “oiga, tenemos unos asuntos en la delegación tal, en que no salen”, etcétera; si eso no se transparenta, nosotros no vamos a echar a andar este sistema.
Entonces, en ese sentido estos datos son fundamentales
para poder manejar a la institución.
Partiendo de ese dato, encontramos otro hecho que fue para mí, altamente preocupante. Los que hemos sido abogados litigantes, sabemos perfectamente que todas las gestiones que uno hace ante los tribunales locales o federales, se hacen ante una Oficialía de Partes; no va uno con el juez que a uno le guste. Uno va a una Oficialía de Partes, que es general, y ahí se distribuye el trabajo en razón de la carga, de las especialidades, etcétera.
Aquí no, aquí había tantas oficialías de partes como unidades, entonces no había control de nada. Es decir, cada quien llegaba a donde le quedaba más cerca o donde creía que tenía alguien que lo podía proteger, o vayan ustedes a saber cuáles eran las circunstancias.
Eso no era posible, entonces, ¿qué fue lo primero que hicimos? Y otra vez debo de darle el crédito a quien nos ha ayudado, la Visitaduría y la visitadora realmente entraron a trabajar con nosotros con un gran entusiasmo, y ya establecimos un sistema de control para que haya ventanillas únicas de control de todas las denuncias y todas las querellas que se presenten en esta institución.
Y ahí nos encontramos otra sorpresa: que más del 60 por ciento de los asuntos que se denuncian o se querellan, son por dos temas fundamentales: uno, el robo de tarjetas de crédito, y dos, los diablitos que se roban la electricidad.
Entonces, nos estamos llevando el 65, el 60 por ciento de toda nuestra fuerza de trabajo y de toda nuestra estructura, para estas tareas, que fundamentalmente vienen de un delito del fuero común, que es robo, y que evidentemente tenemos que darle una respuesta porque el hecho de que a alguien le roben una tarjeta de crédito, es algo que a su patrimonio y a su persona les genera un gran problema.
Y también el hecho de que se estén robando el fluido, nos está quebrantando uno de los factores de patrimonio nacional más importantes, que es la electricidad.
¿Qué hicimos inmediatamente? Ponernos de acuerdo con la Comisión Federal de Electricidad, porque también se usaba para que la Comisión Federal de Electricidad cobrara cuentas que no les pagaban; o que no pueden o que no quieren o que no saben cobrar.
Y había una vieja tradición, que las procuradurías servían como agencias de cobranza, cosa que se repite en bastantes lugares, ¿eh? No es nada más en cuestión de la procuraduría general, y en este caso de la Fiscalía.
Entonces, hablamos con el nuevo director de la Comisión Federal de Electricidad, le dijimos que tenía que establecerse un sistema fundamental de justicia alternativa, en el cual la Comisión Federal de Electricidad hiciera sus denuncias con toda precisión, y lo que se buscara, que es el bien jurídicamente protegido en este caso, es la reparación del
daño y que no se repita el fenómeno. Y esa es una tarea que
la tienen que hacer ellos, y nosotros tenemos que apoyar en ese sentido y, si de ahí salen delitos específicos, iniciar los procedimientos que sean necesarios.
Y por lo que hace a las tarjetas de crédito, también estamos hablando con la Comisión Nacional Bancaria, para que se establezca un procedimiento de reparación del daño para las víctimas, porque eso es fundamental.
La gente, cuando le roban algo, lo que quieren es que le reparen y mandar todo lo que son delitos del fuero común, que son los robos normales, a una gente le roban la bolsa y en la bolsa va la tarjeta de crédito y va la credencial de elector y va el pasaporte y cualquier otra cosa, sí, pero el delito original es un robo y los delitos del fuero común deben ser, primero investigados y luego combatidos por las autoridades del fuero común y nosotros les tenemos que dar esos datos.
Pero si nosotros tenemos esa carga desmesurada, ¿qué hacer, por qué después los resultados son los que les estoy diciendo? Porque hay una falta de lógica en ese trabajo.
Entonces, ¿qué hemos hecho en ese sentido?
Hacer estos acuerdos, buscar la reparación del daño a las víctimas, que es lo fundamental, mandarla a las autoridades locales, los delitos del fuero común y trabajar con la Comisión
Federal de Electricidad para no ser su agencia de cobranzas, porque no es nuestra función, y para generar una reparación del daño a esa institución del Poder Público Federal y que además tengan ellos la capacidad y deban de hacerlo, de donde están robándose el fluido, se realicen las tareas que tienen que realizar.
¿Esto qué nos va a permitir?
Tener una masa crítica de trabajadores, de agentes del Ministerio Público, de peritos y de agentes de la Policía Ministerial, que realmente puedan hacer su trabajo y no traigan estos rezagos en los cuales nada más en la primera vuelta me encontré 50 mil órdenes de aprehensión pendientes. Digo, si vamos a dar números, pues ese es otro.
Entonces, todo esto es lo que estamos viendo y la forma como lo estamos tratando de resolver. Entonces, al establecer estas ventanillas únicas que acabamos de generar, también empecé a hacer un trabajo de organización interna, para ver en dónde estaban las cargas de trabajo.
Porque siempre resulta, yo no sé si ustedes tengan esa experiencia, que en las instituciones hay unos que trabajan, pero que no paran de trabajar, y otros que no hacen nada.
Entonces, tengo 20 mil personas aquí trabajando y cuáles, porque alguien tiene que hacer las cosas. Entonces, no se sabe quiénes son los que llevan ahí verdaderamente la carga
del trabajo y cuáles son los que están ahí, si no son
aviadores, por lo menos son planeadores.
Entonces, en ese sentido, en esos trabajos he encontrado que, en la base laboral nuestra, déjenme decirles, yo fui Procurador Federal del Trabajo, tengo una vinculación con el sector laboral de toda mi vida.
Entonces, yo comencé mi trabajo profesional hace muchísimos años en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje haciendo los proyectos de laudos.
Entonces, esa historia personal, profesional, me vincula con los trabajadores por razones lógicas. Entonces, hemos hablado con los sindicatos con los que trabajamos, para decirles que todo el personal de base lo debemos de proteger, todo el personal de base tiene que estar debidamente reconocido y protegido laboralmente, pero ubicado donde realmente nos pueden ayudar.
Entonces, hemos encontrado unidades en donde 160, 180 personas, de las cuales francamente no se justifica que haya más de 60 o 70.
¿Qué es lo que les hemos pedido?
Hacer un grupo de apoyo ciudadano, que ya comenzó esta semana y va a estar trabajando en todas las oficialías de partes, sobre todo de esta parte metropolitana y luego en
todo el país, para que acompañen a quienes llegan a
presentar una denuncia.
No hay nada más ofensivo para nosotros que cuando llegamos ante una Agencia del Ministerio Público de cualquier rango, nos tratan en una forma espantosa, nos dejan ahí esperando cuatro horas, parece que nos hacen el favor de escucharnos.
La extorsión, bueno, de eso ni para qué hablamos y para que finalmente nos tomen los datos y al limbo, no vuelve uno a saber qué pasó con su denuncia nunca.
Entonces, todos estos trabajadores que estaban mal ubicados en sus actividades internas, los estamos llevando a que sean coadyuvantes y asistentes de quien llega a denunciar.
Entonces, quien llega a denunciar tiene una persona que forma parte de la institución, que lo ayuda, le toma sus datos, ve quién es el agente del ministerio público que va a recibirlo, y le da seguimiento al asunto para que no tenga que estar la otra persona yendo todos los días “oiga, ¿y qué pasó con mi asunto?”.
Igual, ya le dictaron alguna orden al respecto o algo, ellos nos están ayudando en eso, hicimos unos formatos, cuando ustedes los quieran conocer se los mostraremos, para que realmente todo ese personal, son más de 20 mil trabajadores
los que tenemos, de todos los niveles.
Pero los que están en la base, los que conocen a la institución, que nos ayuden y que sean los coadyuvantes, que además es una figura jurídica perfectamente establecida y que son los que van a asistir a las víctimas y a los ofendidos.
Los despachos profesionales no necesitan eso, ¿eh?, lo que necesitan es vigilancia y que haya equidad para todos en forma semejante, que no haya privilegiados que llegan con sus 10 o 20 expedientes, mientras hay otros que se quedan ahí toda la tarde, esperando a ver quién les quiere tomar una declaración.
Y esos son los primeros trabajos que estamos haciendo para generar realmente una confianza y un sistema de justicia que nos dé la satisfacción de que estamos haciendo algo bien hecho.
El tiempo se me está acabando.
Nada más para darles una idea. Al mismo tiempo que estamos haciendo esto, estamos recuperando los grandes temas que están dentro de la competencia de la institución, de la Fiscalía General de la República.
Los grandes temas, que son Odebrecht, que son la estafa mayor, es decir, tenemos cuatro o cinco temas verdaderamente, qué les diré, simbólicos, que sin ellos nadie nos va a creer.
Si nosotros no damos una respuesta a Ayotzinapa, si nosotros no damos una respuesta a la estafa maestra, a todos estos asuntos, la justicia, en este país, no va a tener credibilidad.
¿Qué es lo que me he encontrado? Expedientes sumamente complicados, que, si ustedes los ven, yo creo que no los entienden ni los que los organizaron.
Entonces, hay casos en los que, con toda claridad, y se los digo desde este momento, vamos a reiniciarlos completos, dando vista a todos los que tengan que conocer de este asunto, cuidando lo que tenemos que cuidar, que es la secrecía, pero hasta el límite que la secrecía no se vuelva
complicidad o encubrimiento.
Y en eso sí tenemos que ayudarnos para que las instituciones de procuración de justicia tengamos más capacidad de decir lo que estamos haciendo, de señalar cuáles son nuestras líneas de investigación y que eso no nos lo vayan a convertir después en que no hubo el debido cuidado para el respeto al proceso penal.
Ahí lo tenemos que trabajar y lo tenemos que ver juntos, para que esto no falle.
Sí tenemos que ser más transparentes, en la mayor parte de los países se sabe a quién se está denunciando, cuáles son las acusaciones que presenta y no necesariamente eso significa que esa persona tenga que haber sido ya sentenciada o declarada culpable, pero sí tenemos que ser mucho más transparentes.
No sé si ustedes tengan la misma convicción que yo, pero yo creo que si en estos asuntos fundamentales no establecemos con toda claridad qué es lo que vamos a tratar de encontrar, creo que vamos a empezar a dar respuestas muy claras.
Yo quiero ver si este fin de semana, o el próximo lunes, ya puedo dar un reporte completo de qué es toda la investigación que hicimos en el caso de Hidalgo, de la gran tragedia ésta de los quemados, y que se sepa exactamente todo lo que nosotros hemos levantado, con todas las responsabilidades que podamos haber encontrado y que esto sea público, y que no haya duda de que desde el primer día que llegamos, trabajamos en eso.
En el resto de las grandes investigaciones, también vamos a hacer lo mismo y yo creo que sobre esto va a haber muchas preguntas, y yo espero poderlas responder.
He llegado al límite de mi tiempo.
Muchas gracias.