Muchas gracias, Rafa.
Y de verdad, muchas gracias a todos quienes nos acompañan, que nos ven por la plataforma digital.
Agradezco muchísimo a mis colegas de panel, a mi querido Emiliano Rosales, en representación de la Fiscal General de la Ciudad de México. Muchas gracias, Emiliano por estar aquí presente.
También al especialista Eduardo Guerrero Gutiérrez. Gracias, Eduardo, por estar aquí, gracias.
A Pau Téllez, por ahí anda, Paulina, gracias por estar también esta tarde con nosotros.
Veo a Simón Vargas ya conectado. Simón, muchas gracias también por acompañarnos.
Agradezco de verdad, la presencia de fiscales especiales de las entidades federativas, de funcionarios de Tribunales y especialistas de las áreas de gobierno de todos los estados. Muchas gracias.
Esta materia, la de atención, prevención e investigación de homicidios dolosos, es sin duda, una prioridad nacional. Diría yo, de máxima prioridad nacional.
Por ello las visiones, la experiencia, las recomendaciones de quienes nos acompañan esta tarde, enriquecerán con creces la iniciativa que su servidora ha presentado a este honorable Senado de la República.
Me gustaría iniciar refiriéndome que la preservación de la vida, la libertad, la seguridad son sin duda derechos fundamentales. Se encuentran consagrados en el artículo 3º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; representan la primera razón que justifica la existencia de cualquier Estado democrático.
Bajo este contexto, nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, contempla los citados derechos desde su artículo 1º.
Asimismo, tenemos que uno de los objetivos primordiales, principales de todos los gobiernos, ha sido sin duda, el de salvaguardar la vida de las personas; buscando para tal efecto, disminuir las tasas de homicidios a través de estrategias, de planes, de políticas públicas o de acciones aisladas, en todos los gobiernos ha sido así.
Sin embargo, derivado de la ausencia de perspectivas de largo plazo en esta materia, así como de la carencia de datos útiles y estandarizados que permitan conocer dónde o bajo qué circunstancias se llevan a cabo los homicidios en nuestro país y que ha generado como resultado, que nuestra sociedad tenga datos e información difusa sobre si van en aumento o van decreciendo los homicidios.
Asimismo, se deja sin definición la construcción de zonas de riesgo georreferenciales a nivel de colonia, de manzanas, de medios, de perpetración, de motivaciones, de perfiles y de toda la información pertinente. Es por eso que me motivó a presentar esta iniciativa.
Por otra parte, de igual manera es preocupante que existan elementos que pueden poner en perspectiva el impacto real de la situación que guardan en el país los homicidios, y que se haya consolidado a lo largo de las últimas dos décadas, elementos tales como el aumento de homicidios de figuras públicas, que son clave para el desarrollo democrático de nuestra sociedad; así como el asesinato de periodistas, de líderes sociales, de líderes políticos.
Los feminicidios, por otra parte, la práctica de homicidios por conjunto o en masacres, todo esto que no pasa desapercibido y que son estos los elementos que sin duda son incentivos para que los perpetradores de otros delitos, como el secuestro y la extorsión, sigan cometiendo este tipo de otros delitos.
No obstante y, a pesar de este contexto, hay diversas áreas de oportunidad en las que se puede trabajar para buscar revertir de manera clara las altas tasas de incidencia en homicidios dolosos y feminicidios, siendo algunas de ellas las siguientes:
Fomentar la creación de unidades especializadas en investigación de homicidios y políticas criminales.
Impulsar y dar seguimiento a los programas de atención prioritaria a los adolescentes en conflicto con la ley, terapias que son conductuales, sanciones a la violencia doméstica.
Revisar y, en su caso, rediseñar el modelo policial para transitar a uno que implique el uso de herramientas de georreferenciación y análisis criminales que identifiquen zonas críticas y factores de riesgo.
Mejorar la calidad de la desagregación de la información sobre homicidios, añadiendo, entre otras cosas, la determinación de perfiles de las víctimas, pero también de perfiles de los delincuentes por edad, por sexo, características etnoculturales, socioeconómicas o la investigación de los factores de patrones de riesgos.
Fortalecer programas de desarme y regulación de armas.
Construir mejores mecanismos que integren de manera clara las aportaciones de la sociedad civil.
Promover el desarrollo de especialistas en ciencias forenses y reposicionar su participación en el diseño de estrategias, políticas públicas, acciones de gobierno destinadas a la disminución de homicidios.
Establecer también un mecanismo de coordinación que pudiera mejorar las acciones del Estado Mexicano en atención, investigación y disminución sostenida de homicidios.
Y, bajo esta tesitura, la iniciativa que propongo plantea adiciones a los artículos 19, 20 y 25, y un nuevo artículo 39 BIS de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública; con lo cual, sin duda, se fortalecerán las herramientas jurídicas para seguir avanzando en la estandarización y mejoramiento de la información que se registra sobre el homicidio, los mecanismos para la profesionalización, así como en el fortalecimiento de unidades especializadas en investigación de homicidios dolosos, feminicidios y política criminal.
Aunado a todo esto, la iniciativa que nos ocupa también permitirá la creación de una comisión nacional antihomicidios, instancia que integrará la Sociedad Civil organizada y que tendrá la responsabilidad de elaborar, dar seguimiento y, en su caso, modificar la estrategia nacional para combatir los homicidios dolosos y los feminicidios; así como coordinar los esfuerzos interinstitucionales en los tres órdenes de Gobierno, en torno a la administración de información, estadística georreferenciada sobre homicidios dolosos y feminicidios.
Yo quisiera comentar, antes de ceder la palabra a nuestros grandes panelistas, a fin de escuchar sus puntos de vista y experiencia, que van a enriquecer con creces los trabajos de esta materia, decir que la Comisión Antisecuestros ha sido una institución fundamental en la disminución de los secuestros en nuestro país.
La creación de esta comisión antihomicidios, pensamos que pueda ser, digamos, su homóloga en este delito de homicidios. Es decir, ha sido tan exitosa la Comisión Antisecuestros, que pensamos que una comisión antihomicidios y feminicidios pudiera ser una alternativa viable para la disminución de los homicidios y feminicidios en nuestro país.
Muchas gracias, Rafa. Y cedo el uso de la palabra a los panelistas.