Grupo Parlamentario MORENA, LXVI Legislatura

Versión estenográfica del mensaje del maestro Arturo Herrera Gutiérrez, secretario de Hacienda y Crédito Público, durante el segundo día de trabajos de la III Reunión Plenaria del Grupo Parlamentario de Morena de la LXIV Legislatura

Muchísimas gracias Ricardo, Alejandro, por esta invitación.

Uno de los propósitos que yo me hice cuando tomé posesión como secretario de Hacienda, fue tratar de mantener un diálogo muy abierto con diversos sectores de la vida pública mexicana. Claramente, con los legisladores, con sus colegas de la Cámara de Diputados, con los senadores. 

Pero no nada más con ellos, con los ciudadanos, con las calificadoras, con los organismos financieros internacionales. 

Y, es por diversas razones, una de ellas es porque, primero porque tenemos obligación de escucharlos a todos; nosotros no podemos tomar decisiones de política económica sin consultar con todos los actores relevantes.

En segundo, porque no somos poseedores de la verdad absoluta y estas conversaciones enriquecen de verdad. Y en ese sentido es como aprecio mucho el que se nos dé la oportunidad de tener esta plática, a unos días de presentar el Paquete Económico, el próximo domingo 8 vamos a presentar el paquete. 

Como ustedes saben, se entrega formalmente primero en la Cámara de Diputados y después va a venir seguramente el procurador, que está por aquí, con el subsecretario del ramo, a presentar el Paquete Económico el domingo 8.

Lo primero que yo haría, es un par de comentarios, de acotaciones, en términos del contexto económico en el que se está presentando el paquete. Y, empezaría de lo general a lo particular, hablando del contexto en términos del ciclo económico y en términos de la coyuntura política internacional. 

Como seguramente muchos de ustedes recuerdan, hay un periodo de recesión muy importante, la crisis financiera internacional más seria desde la gran depresión que ocurrió en el periodo del 2008 al 2010, es justo lo que por analogía la crisis del 29 se le llama la gran depresión; a la crisis del 2008 se le llama la gran recesión. Y la idea es que fue grande, pero no fue como una depresión. 

Todavía no termino de hablar y ya tienen preguntas. Hay dudas sobre lo que voy a exponer, ya saben que soy un poco claro. 

Siendo este el Senado, hace unos 20 años cuando el entonces presidente del Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos, Greenspan, estaba compareciendo ante el Senado de Estados Unidos, hizo una presentación y uno de los senadores le dijo “si le entiendo bien”; y lo paró el presidente del Banco de la Reserva Federal y dice “si me entiende bien dije algo mal, porque la idea era que no me entendiera”. 

Muy bien. Esa era la parte que no quisiera que escucharan.

Entonces, lo que les decía es que el entorno en que nosotros empezamos a preparar este paquete tiene raíces profundas, una de ellas es el periodo de la gran recesión en Estados Unidos, y el periodo de la gran recesión tuvo una caída importante, una crisis importante en Estados Unidos, pero todavía una crisis más importante en México, una caída del 5.5 por ciento de la actividad económica en México. 

Entonces, si uno pensara gráficamente, cae la actividad económica en Estados Unidos y cae la actividad económica en México; y empieza un periodo de recuperación que hacia el año 2012, 2013, lo único que ha permitido es que alcancemos los niveles que debimos haber tenido si no hubiera habido una recesión. 

¿En qué se traduce esto?

Se traduce, para el caso particular de Estados Unidos, en el periodo de expansión más largo sin una recesión en la historia de Estados Unidos; lo cual es muy bueno para ellos, pero entre otras cosas, quiere decir que dado que la economía tiene una etapa donde hay periodos de expansión, seguido por periodos de desaceleración, ya les tocaba un periodo de desaceleración.

Y lo mismo es el caso mexicano. Nosotros tuvimos un periodo de expansión muy largo desde el 2010, así es que en términos del ciclo económico, la economía mundial, y México no es ajena a ella, estaba entrando en un periodo de desaceleración.

Lo vemos en la economía de China, lo vemos en Alemania, que reportó al último trimestre una caída en la actividad económica. 

Esto es algo que es parte de la economía, no es nada inusual. Pero este fenómeno, que es un fenómeno natural, se ve compuesto, se dificulta aún más por una serie de presiones a nivel internacional de tensiones de carácter comercial. 

Y hay dos tensiones de carácter internacional muy relevantes. La primera, la posible y ya casi inminente salida del Reino Unido de la Unión Europea, el llamado proceso del Brexit; y la segunda, las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. 

Y yo lo que venía señalando en mis intervenciones públicas hasta hace poco, y estoy cambiando un poco el lenguaje que estaba utilizando, es que estas tensiones internacionales lo que nos presentaban era un entorno internacional complejo. Y era muy cuidadoso al utilizar la palabra complejo. 

Lo que quería decir era que era difícil, que no ayudaba, pero no a que tuviera implicaciones directas sobre la vida económica diaria de México. 

Eso ya cambió. Una vez que hubo la penúltima amenaza del Gobierno de Estados Unidos con endurecer las tarifas a la exportación a China, se tradujo en dos cosas de manera inmediata; el peso mexicano, que estaba en alrededor de 19 pesos por dólar hace tres semanas, se movió de 19 pesos a 19.7, una devaluación cercana al 5, 6 por ciento. 

Y el precio de la mezcla mexicana del petróleo, pasó de 55 dólares por barril, a 47 dólares por barril, ha estado fluctuando en esos niveles. Hoy está casi en los 50 dólares por barril. 

Eso, es decir, un problema entre dos economías distantes a la mexicana, empezó a tener efectos importantes. La caída en el precio del petróleo de la mezcla mexicana, si nosotros lo extrapoláramos a un año, tendría un efecto de entre 70 y 80 mil millones de pesos en el presupuesto de la Federación. 

Entonces el pleito, las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, ya no son un contexto complejo, ya tienen implicaciones directas para la actividad económica mexicana y para las finanzas públicas. Y claramente van a impactar el presupuesto que les estemos enviando la semana que entra. 

Antes del recrudecimiento de las tensiones comerciales, nosotros teníamos un marco macroeconómico que enviamos en abril, que va a ser diferente del que vamos a enviar. Las condiciones cambiaron y nosotros no podemos hacer omisión de ellas. 

En el caso de las tensiones comerciales en el Reino Unido, tampoco ayudan y parecen estarse decantando por la vía más dura, el nuevo primer ministro de hecho suspendió las actividades del Parlamento para que no haya posibilidades de que, por la vía legislativa, se vea un aterrizaje suave. 

Entonces, no sabemos cuál va a ser el aterrizaje, pero va a ser complicado, se tienen que poner el cinturón de seguridad nuestros colegas en el Reino Unido. 

Y esto es importante en un sentido además muy específico, porque la fecha máxima para encontrar una salida, cualesquiera que ésta sea del Reino Unido, de la Unión Europea, es el último día de octubre, lo cual quiere decir que va a cruzar el periodo de aprobación del paquete económico. 

Ese es el contexto internacional.

¿Qué estamos haciendo ante esto nosotros? 

Tenemos que tomar medidas en la parte de la desaceleración a nivel nacional, pero tampoco podemos solamente ser observadores pasivos en la parte de los acontecimientos internacionales. 

Uno de los elementos centrales, y a nosotros nos afecta muchísimo pero toca mucho más en la cancha de Graciela Márquez, es la aprobación, la potencial aprobación del nuevo Tratado de Libre Comercio de Norteamérica. 

Aquí el país ya hizo en general, y ustedes en particular lo que nos tocaba con la ratificación del Tratado de Libre Comercio, queda hoy, sobre todo, ver cómo se va a ir procesando y cómo serán las negociaciones con el Congreso de Estados Unidos.

Somos muy optimistas de que en la parte canadiense se pueda aprobar sin muchos problemas la parte canadiense se pueda aprobar sin muchos problemas, es la parte de Estados Unidos las que nos tiene preocupado. 

Hay una ventana muy clara, que es la mejor ventana, que es que en la segunda semana de septiembre a la última semana de octubre, Graciela seguramente les podrá comentar con más detalle y un poco más viéndolo de más lejos, en la medida en que no se empiece esto a coincidir con el ciclo electoral de Estados Unidos la probabilidad de que sea aprobada es mayor.

Ese es uno de los temas que tenemos que tener mucho cuidado y actuar e interactuar todos permanentemente, los que están hoy en un proceso de diálogo con los congresistas norteamericanos.

Están enviando ellos misiones con cierta frecuencia. Entiendo que va a haber una visita de congresistas norteamericanos la semana que entra. 

El otro punto y, por cierto, este está ligado de alguna manera al paquete económico, porque la oposición que nosotros podíamos ver al nuevo tratado, estaba en los extremos del espectro político en las cámaras; probablemente en el ala más a la derecha del partido republicano y en la ala más a la izquierda del partido demócrata, en lo que suelen llamar los nuevos demócratas, los news democrat. 

Y este grupo en particular está preocupado por uno o dos aspectos muy relevantes, temas medioambientales, pero sobre todo en la implementación de la reforma laboral. 

La reforma laboral ya fue pasada por ustedes, pero quieren saber si va enserio o no; y si va en serio o no, en la forma en la que lo van a medir es su está en el presupuesto o no. 

Nosotros tenemos que es, o sea hay una parte que va en la Secretaría del Trabajo, hay una parte que va para la Corte, hay una parte que tendrá que ser destinada a los tribunales estatales y además la vamos a tener que explicar. 

Porque si nosotros pusiéramos, por ejemplo, por dar una cifra, alrededor de 600 millones de pesos, eso es un monto muy significativo para México, pero son 30 millones de dólares para Estados y 30 millones de dólares a Estados Unidos no mueven nada, así es que le vamos a tener no nada más que poner sino explicarlo para qué alcanza. Ese es uno de los temas.

El otro tema que es crucial y donde estamos ya desde la Secretaría de Hacienda empezando a jugar un rol más activo, son en la forma en la que se discuten y eventualmente se llega a acuerdos en el entorno internacional, y BREXIT y el pleito entre Estados Unidos y China son muy ilustrativos de los dos mecanismos en los que hay un poco la arquitectura económica internacional que emanó después de la Segunda Guerra Mundial, en donde apuntaba que las disputas se dirimieran en el marco de los organismos multilaterales; en el marco de la Organización Mundial del Comercio, en el marco del fondo monetario, del Banco Mundial, en el marco de la Unión Europea para el caso de los europeos.

La salida del Reino Unido es: No me preocupan los acuerdos multilaterales, yo me quiero separar de ustedes. 

El conflicto de Estados Unidos con China quiere decir: Esto se pudo haber dirimido en el contexto de la Organización Mundial del Comercio, no lo vamos a dirimir ahí, esto es un pleito directo bilateral entre Estados Unidos y China.

Y lo que nos toca a nosotros es tratar de fortalecer el diálogo multilateral. 

Hace muchos años, México había tenido un rol importante en el diálogo multilateral, en particular era una voz que era muy importante para aglutinar la opinión de América Latina y el Caribe.

De manera explícita, hace cerca de 20 años, es un rol que se decidió abandonar, que se decidió que era mucho más importante la relación con Estados Unidos y que se iba a privilegiar esa relación bis a bis a privilegiar la relación con América Latina.

Hay una parte de esa tarea que nos toca a nosotros y que ya la estamos haciendo. 

El último tema al que yo quisiera hacer referencia con respecto a la coyuntura, es el tema de la desaceleración económica que hay en el país, y tiene diversos componentes. 

Primero, un ejemplo cíclico al que yo hacía referencia. Las economías a nivel global se han venido desacelerando. 

Uno, hay una gran incertidumbre a nivel internacional y, tercero, había incertidumbres con respecto a la dirección de algunas de las políticas económicas.

Parte de esa incertidumbre, estuvo ligada, por ejemplo, al proceso de cancelación del nuevo aeropuerto, a diversas iniciativas que hubo en las cámaras de diputados y las cámaras de senadores; y lo que nos toca ahora es trabajar todos, por un lado, para que esa incertidumbre disminuya, y ahora les diré por qué es muy importante; y segundo, a buscar mecanismos que nos permitan reactivar la economía. 

Déjenme decirles por qué nos parece que nos parece que es extraordinariamente importante. Para cualquier país tener certidumbre es relevante, ¿pero por qué para México es particularmente importante? 

México es un país que recauda únicamente el 13 por ciento del PIB. Nuestros ingresos tributarios son solamente 13 por ciento del PIB. 

Tenemos algunos otros ingresos relevantes, petroleros, etcétera, que en su conjunto suman el 20 por ciento del PIB; pero un país que tiene ingresos tributarios de solamente 13 por ciento del PIB, quiere decir que si recauda poco, tiene poco para gastar, tiene poco para gastar en todo pero en particular tiene poco para gastar en inversión pública, y nuestro país invierte muy poco en infraestructura. 

Luego, entonces, la mayor parte de la inversión la está realizando el sector privado, y entonces lo que necesitamos hoy, eventualmente nosotros deberíamos recaudar más, invertir más, y eso es parte de nuestro trabajo y es algo que vamos a ir cambiando a lo largo del tiempo; pero mientras vamos cambiando las cosas hoy, quien invierte fundamentalmente en el país, es el sector privado. 

Por cada peso que invierte el sector público, el sector privado invierte casi el 7 por ciento, siete veces más; eso quiere decir que tenemos que darle certidumbre en la conducción macroeconómica. Por eso el paquete que nosotros enviemos, tiene que ser muy responsable, pero también que tenemos que tener la seguridad de poder fortalecer el sector financiero, porque las inversiones del sector privado, de una o de otra forma están apalancadas en financiamiento que van a recibir. 

Por eso, iniciativas como las que nosotros les enviamos para modificar el régimen de inversión de las afores u otra serie de iniciativas que no necesariamente han sido de carácter legislativo para fortalecer el mercado de capitales, etcétera, lo que están buscando al final del día es que el sector privado tenga mejores condiciones crediticias para invertir, y si invierte en mejores condiciones crediticias eso quiere decir que se va a generar más empleo, va a haber mayor actividad económica, habrá mayor infraestructura. 

Este es, a grandes rasgos, el contexto en el que nosotros vamos a mandar el Paquete Económico. 

¿Qué se puede esperar del Paquete Económico en general? 

¿Qué cosas vendrán en el Paquete Económico? 

¿Qué cosas no van a venir, que nosotros consideramos que son muy importantes? 

Y, ¿cuáles son las tareas que en conjunto tenemos con la Cámara de Diputados que van más allá del Paquete Económico? Porque, ni todos los problemas ni todas las soluciones del país, las vamos a encontrar de aquí al 15 de noviembre, que es la última fecha en la que tiene que estar resuelto el Paquete Económico.

Vuelvo a decir, va a ser un paquete responsable, va a ser un paquete con muchos espacios de maniobra. La economía se está desacelerando y si la economía se desacelera, hay dos tipos de impuestos que no recaudamos, no recaudamos Impuestos Sobre la Renta y no recaudamos IVA a los niveles que nosotros quisiéramos. 

Tiene que ser muy cuidadoso de tener los niveles de endeudamiento en niveles manejables.

¿Qué cosas necesita el país cambiar, que a mí hubiera gustado presentar este paquete? Pero se los quiero decir de manera muy abierta y lo voy a reiterar dos o tres veces más en las últimas semanas, pero no se los vamos a enviar. 

El país no tiene una política contracíclica que tienen un gran número de países. Es decir, la política contracíclica opera de manera muy básica, que es: se gasta más cuando la economía entra en recesión, es decir, cuando el sector privado no gasta, el sector público gasta. Y se gasta menos cuando la economía está en un proceso de expansión; y de hecho se generan ahorros en el proceso de expansión, que son los que se van a utilizar en el proceso de recesión.

Es básicamente la idea de tener una política fiscal, de tener cuidado con las finanzas públicas cuando hay vacas gordas y a empujar el gasto cuando hay vacas flacas. 

Hoy, las finanzas públicas no tienen ese diseño. Cambiar el diseño, requiere hacer un diseño diferente, pero también requiere un cambio legislativo.

Eventualmente, cuando nosotros estemos listos, y creemos que vamos a estar listos para eso el año que entra, es algo que ustedes van a recibir; pero es un tema muy delicado que requiere explicarlo bien, conversarlo bien, conversarlo con los senadores, conversarlo con los diputados, conversarlo con las calificadoras, conversarlo con los analistas económicos. 

Porque si es bien entendido y es bien diseñado, va a aportar muchísimo al desempeño de la vida económica del país; pero si lo explicamos mal o lo diseñamos mal, vamos a tener problemas de incertidumbre económica, en lugar de estarlos resolviendo. 

Esa es la primera razón por la que, aunque es algo que tenemos que enviar, no se los vamos a enviar ahora. 

El segundo tema que es muy importante para el país, pero no lo van a encontrar en el paquete, es: nosotros tenemos que cambiar la definición, bajo las cuales les reportamos a ustedes el endeudamiento.

Hoy, el país les reporta a ustedes la deuda en términos netos. 

Ustedes están acostumbrados a ello, porque todos los informes que les enviamos van en esos términos, pero esto es algo singular en el mundo. En la mayor parte del mundo, la deuda se reporta en términos brutos. 

De hecho, si yo les preguntara a ustedes cuál es la deuda que ustedes tienen, ustedes la reportarían en términos brutos. Ustedes me dirían, tengo una hipoteca de este monto, tengo un crédito que saqué para comprar un auto de este monto y tengo tanto en la tarjeta bancaria. Esa es la forma en la que todo el mundo reporta la deuda en el mundo.

La forma en que se reporta en México el Gobierno Federal, a esos tres rubros, estaría el efectivo que tienen en los bolsillos, o el dinero que tienen en una cuenta de ahorros y entonces reportarían eso, menos ese monto. Eso ya solamente, prácticamente México es el único país que reporta en esos términos.

Déjenme hacer dos acotaciones: primero, por qué tenemos esa forma esa metodología nosotros y por qué la tenemos que cambiar pronto y hay tres razones: 

Una, casi nadie en el mundo la reporta así, de tal forma que los comparativos internacionales no son muy claros cuando nosotros decimos que tenemos una deuda de 45 por ciento del PIB, que en realidad es bastante más alto. 

Segundo, ¿por qué reportamos así? Y es que después de los periodos de endeudamientos graves d ellos ochentas y del 95, nosotros tuvimos que entrar a procesos de reestructuración forzada de nuestra deuda, donde nos estuvieron prestando, a veces en el mercado, a veces los organismos internacionales, en los momentos en que teníamos la menor credibilidad posible.

Y para tener acceso a esos créditos, lo que tuvimos es poner un monto importante de garantías líquidas, de tal forma que nuestra deuda aumentaba mucho, pero también aumentaban las garantías que estábamos poniendo. 

Entonces, alguien en Hacienda s ele ocurrió de manera correcta para ese contexto decir, pues restémosle todas las garantías que estamos poniendo, porque nuestra exposición no es toda la que se reporta, porque ya hay mucho que pusimos ahí en garantías. 

Pero este ya no es el contexto del México actual, todas las operaciones que nosotros tenemos en pesos son sin garantía, todas las operaciones que el Gobierno Federal tiene en dólares, euros o yenes, son sin garantía.

Pero sí tiene un efecto operativo muy relevante que es, dado que nosotros les reportamos a ustedes la deuda en términos netos, los flujos que tenemos, los saldos que tenemos, no los podemos utilizar y esos son los saldos que nosotros tenemos, porque si los utilizamos, la deuda neta aumenta. 

Es decir, les voy a dar un ejemplo de aritmética básica. Vamos a suponer que nosotros tuviéramos una deuda de 14, pero que tuviéramos efectivo de 3. Entonces, la deuda neta que nosotros reportaríamos serían 14, menos 3, les estaríamos reportando a ustedes 11.

¿Cómo aumentaría ese 11 que le reportamos 

Aumentaría si efectivamente nos endeudamos más si nuestra deuda pasa de 14 a 15, pero también aumentaría si nos gastamos esos 3. Si nos gastamos uno, lo que les reportaríamos serían 14 menos 12, son 12, y la deuda que les reportaríamos aumentaría de 11 a 12.

Entonces, este programa de definición hace que, pro ejemplo, el ISSSTE tenga 90 mil millones de pesos, algunos de los cuales no los debe tocar porque son su reserva…pero algunos sí se podrían tocar, pero que si los utiliza aumenta el endeudamiento neto que nosotros les reportamos, sería el equivalente a ese uno que se aumentó. 

Entonces, hoy tenemos un caso extraordinariamente paradójico, por la definición que tenemos de endeudamiento. Tenemos un ISSSTE que tiene 90 mil millones de pesos, por un lado, un número increíble de necesidades, por otro, que no puede utilizarlos, porque si no, aumenta el saldo. 

Entonces, eso es algo que tenemos que cambiar, que lo debemos cambiar, al tiempo que cambiemos nuestra política para que sea una política fiscal contracíclica, pero que no s ellos vamos a enviar ahora, porque sería aumentar complejidades extraordinariamente importantes a la discusión.

Pero que sí lo quiero señalar, primero porque se están resolviendo esos temas, pero, segundo, porque sí los vas a hacer parte del paquete que les enviemos el año que entra y que va a requerir que lo estemos conversando a lo largo de estos días. 

Bueno, yo decía que teníamos que mandar un paquete cuidadoso, por un lado, y que por el otro lado recaudamos muy poco, recaudamos el 13 por ciento.

Para aumentar la recaudación no hay fórmulas mágicas, hay básicamente dos instrumentos, aumento de impuestos, que es un cambio de la política tributaria o que uno recaude mejor, es decir, sin cambiar las tasas ni el tipo de impuestos que tenemos, que tengamos mejores instrumentos para recaudar, que es la administración tributaria. 

Así es que el paquete entero de cómo uno recauda es la política tributaria más la administración tributaria. 

El Presidente López Obrador ha sido muy claro en donde dice que no quiere aumentar los impuestos durante los primeros tres años, cada oportunidad que tengo lo recuerdo, lo cual quiere decir que la política tributaria no va a cambiar de aquí al año 2021, pero que sí debería cambiar a partir del año 2022. 

Eso quiere decir que cualquier aumento en la recaudación no se va a dar por cambios en la estructura tributaria, sino que tienen que ver por cambios en las licencias recaudadoras del SAT.

Esto plantea hacia el frente un camino muy claro en términos de política tributaria y las leyes de ingresos que vamos a estar viendo en los próximos años.

Uno, debería haber un cambio de fondo en la Ley de Ingresos, que nosotros les diremos en el 2022, pero los cambios de fondo y los cambios de las reformas tributarias en serio, no se hacen cuando nosotros les enviemos algo en septiembre 8 del año 2021, se tienen que pensar con todos los actores con mucho tiempo de anticipación. 

Yo pensaría que lo tendríamos que estar discutiendo, con seriedad, a partir del próximo enero. O sea, una reforma de gran calado requiere cuando menos un año y medio de irlo platicando. 

¿Y por qué requiere un periodo de maduración, de incubación tan largo?

Hay dos razones muy importantes: que tenemos que recaudar más, todo mundo está de acuerdo; que debería ser una reforma de fondo, por ejemplo, 3 por ciento del PIB, yo creo que todo mundo está de acuerdo.

Ahora, 3 por ciento del PIB son 750 mil millones de pesos, esos son 750 mil millones de pesos que los mexicanos en su conjunto no estamos pagando y alguien va a tener que pagar.

Entonces, estás de acuerdo en que necesitamos es muy importante, pero cuando se empiecen a plantear los detalles de esa reforma, alguien, alguna empresa, algún sector o las personas físicas se van a encontrar que hay algo que no pagamos y que vamos a tener que pagar y eso requiere mucho tiempo para construir esos consensos y esa es una razón.

¿Qué es lo que sí van a encontrar?

Lo que sí van a encontrar y ya tienen de hecho bajo discusión, son medidas que nos ayudan a limitar y a luchar contra la evasión y contra la elusión fiscal. 

La compensación universal que se envió en el paquete anterior va en ese sentido, la condonación de impuestos va en el mismo sentido, lo de empresas fantasmas va en el mismo sentido, de tal forma que la administración tributaria no tiene que ver nada más con que el SAT mejore la forma en que opera, sino con las herramientas legales que se les otorgan, tanto por la Cámara de Senadores como por la Cámara de Diputados, para que lo puedan hacer en mejores casos.

Y esto es extraordinariamente importante, porque una la pregunta de fondo es por qué recaudamos tan poco y hoy recaudamos 13 por ciento, pero hace algunos años, no muchos años, recaudábamos el 11 por ciento y hace algunos años recaudábamos el 10 por ciento. 

Déjenme decirles qué países recaudan entre el 10 y el 11 por ciento. En América Latina solamente hay dos países que recaudan entre el 10 y el 11 por ciento, Haití, que recauda el 10.5 por ciento, Nicaragua que recauda el 16 por ciento y Guatemala, que recauda el 11 por ciento. 

Los países con los que nosotros usualmente nos comparamos y que tienen niveles de desempeño similares, son Brasil y Argentina, y por ahí antes nos comparábamos con Uruguay y Chile, pero Chile la verdad es que ya está…que nosotros en casa cualquier indicador, en temas tributarios estamos claramente por debajo de Brasil, Argentina, por debajo de Colombia y Perú y estamos por debajo de Nicaragua.

Y una de las razones obvias es que nos dimos el lujo por muchos años de vivir de ingresos que no eran tributarios, vivíamos del petróleo fundamentalmente ya de más vivíamos de pozos que eran extraordinariamente generosos. 

Cantarell daba recursos casi sin que nos lo propusiéramos y eso tuvo dos efectos importantes: uno, que nos acostumbramos a no tener una estructura tributaria acorde a las necesidades del país y por el otro, que PEMEX no era una empresa muy eficiente, porque no tenía que ser muy eficiente, tocaban el pozo y salían recursos de Cantarell.

Pero esas condiciones ya no existen y ahora requieren que seamos muchísimo más cuidadosos y vamos a tener que ser muy pulcros en la parte de administración tributaria.Los mexicanos nos vamos a tener que acostumbrar a pagar impuestos todos y eso es algo a lo que los mexicanos no estamos acostumbrados y tampoco es un tema reciente. 

A finales de los años 80, el subsecretario de Ingresos, encargado de la recaudación, era Jaime Serra Puche, que después fue el Secretario de Comercio, predecesor de Graciela y después fue predecesor mío como Secretario de Hacienda. 

Y hace poco Jaime Serra me recordaba algo que siempre decía cuando llegaba a cualquier foro público y siempre les preguntaba a todos si sabían cuál era la frase más recurrente en la vida diaria en México y ya no decía esto es en México de finales de los ochenta y dice que la frase más recurrente era con factura o sin factura. 

Y ahora lo que preguntan es si usted necesita factura, ya no dicen con factura o sin factura y que es una forma de decir ¿me permites evadir el pago d ellos impuestos?

Y la segunda parte de esa pregunta es, si me permites evadir el pago de los impuestos no te voy a cobrar el IVA y te voy a hacer un descuento del 15, del 16 por ciento y como yo no lo voy a reportar, no solamente no voy a declarar el IVA y tampoco voy a declarar el Impuesto Sobre la Renta.

En algunos países este tipo de cosas que son fraudes fiscales, obviamente son delitos que son parte de lo que está bajo discusión y nadie lo discute abiertamente y menos con una persona a la que conocen.

En México eso es cotidiano, ustedes no conocen a la gente que les debe algo y él le pregunta abiertamente si necesita una factura, contadores, abogados, médicos con prácticas bien establecidas y entonces eso es algo que vamos a tener que cambiar, parte de las cosas que tienen ustedes bajo discusión van a abonar a ello. 

Una más nos va a ayudar, que es el sistema del CODI, que es el pago de teléfono a teléfono o de teléfono con un código, que va a ser un sustituto del efectivo, no va a ser un sustituto de la tarjeta de crédito, no va a ser un sustituto de la tarjeta de débito y como es un sustituto del efectivo, no tiene costo.

A partir de unas cuantas semanas será obligatoria, la última semana de septiembre, ahorita se están haciendo pruebas en tres municipios, todos los bancos tendrán la obligación de tener esto entre sus productos, pero también nos va a permitir a nosotros obligar a que haya un número muy importante de transacciones que ya no se puedan hacer en efectivo, porque el pretexto de que tenga un costo ya no va a existir. 

Y, de hecho, el que alguien no lo quiera usar a través de este mecanismo, pues va a ser una señal de alarma para nosotros, va a querer decir que seguramente hay algo que se quiere ocultar.

Esas dos cosas seguramente serán algunos de los cambios más importantes. 

Con esto, si quieren, me detengo yo, para que pasemos a la sesión de preguntas.