- Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, México será la octava economía más afectada por la emergencia sanitaria.
El senador Napoleón Gómez Urrutia propuso que el Senado de la República solicite a las secretarías de Economía, Hacienda y Crédito Público y de Trabajo y Previsión Social que evalúen y pongan en marcha medidas que aborden las implicaciones económicas ocasionadas por la pandemia de Covid-19 en México.
Mediante un punto de acuerdo, que ya analiza el Grupo Plural de Trabajo que da seguimiento a la pandemia provocada por dicho virus, el legislador de Morena refirió que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, informó que México será la octava economía más afectada por la emergencia sanitaria, pues provocará una reducción de las exportaciones del país.
Además, ese organismo internacional advirtió que la pandemia puede provocar una reducción de las exportaciones de México, en al menos mil 369 millones de dólares.
Ante este panorama, enfatizó que el gobierno federal debe instrumentar las acciones necesarias para evitar cualquier daño permanente a la estructura económica y mitigar los efectos de la pandemia en los ingresos y el trabajo de las y los mexicanos.
Gómez Urrutia destacó también que las medidas puestas en marcha actualmente en el país para evitar que el número de contagios se incremente exponencialmente, son las correctas; sin embargo, “vienen acompañadas de un impacto a la economía”.
Consideró que para evitar que perduren los efectos negativos de esta situación de emergencia, como cierres de empresas por baja demanda, interrupciones en la producción y el desempleo, se requieren de medidas temporales, pero necesarias que eviten un daño permanente a la estructura económica del país.
El senador, quien es presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, explicó que las medidas propuestas por distintos países dependen de la fase de contagio en que se encuentren. En la primera etapa, dijo, se proponen subsidios y beneficios fiscales para hacer viables los horarios reducidos o los paros preventivos.
Las medidas puestas en marcha en la segunda fase se centran en garantizar liquidez a grandes y pequeños negocios afectados por la baja en el consumo. Para esto se implementan retrasos en el pago de impuestos y contribuciones sociales, así como créditos fiscales para las empresas; mientras que se impulsan esquemas que aseguren un ingreso para los desempleados temporales, expuso.
Gómez Urrutia comentó que la fase tres requiere de medidas más generalizadas porque algunos sectores en particular pueden empezar a sufrir pérdidas de ingreso permanente, en lugar de una simple falta de liquidez, por lo que se propone establecer líneas de crédito en sectores estratégicos que eviten los daños permanentes a su estructura productiva.
Destacó la relevancia de medidas que eviten el despido de personal en las empresas, especialmente cuando el sector enfrenta una caída temporal de su producción.