El 04 de marzo del presente año el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con un arancel del 25% a todos los productos que entraran en su país, procedentes de Canadá y México.

Lo anterior, si no se lograban comprobar acciones contundentes que reflejaran la reducción del flujo ilícito de fentanilo y de personas, a través de la frontera que compartimos con ellos.

El cinco de marzo pausó los aranceles en autos y autopartes para Canadá y México.

El seis de marzo, anunció que EUA detendría temporalmente la mayoría de los aranceles que impuso a México y Canadá, y posteriormente afirmó que, permitiría que los productos comercializados bajo las normas del T-MEC, se circularían libremente.

Frente a la imposición unilateral de aranceles la Presidenta de México anunció que buscaría una solución negociada, en el marco del respeto de nuestra soberanía. Y anunció que hubiese respondido con medidas arancelarias y no arancelarias que anunciaría en la plaza pública el domingo pasado.

Sin embargo, logró una exitosa llamada con su contraparte estadounidense. El propio presidente Trump ha reconocido el gran respeto que se tienen el uno al otro.

Así, se estableció que ningún bien o servicio pagaría aranceles bajo el paraguas del TMEC. Incluso se proyectó el mensaje de Donald Trump en la mañanera del pueblo. No hay ejercicio más transparente que ese.

Por otro lado, el Presidente Donal Trump, está buscando proteger la industria acerera por medio de aranceles. Por ello, la imposición de aranceles al acero y aluminio con sus principales sociales comerciales.

Al respecto, cabe destacar que, el propio Departamento de Comercio de Estados Unidos, mediante notificación comercial señaló que sólo el 0.02% de los productos exportados por México contienen acero de origen chino, mientras que el 85% de los productos están fabricados íntegramente con acero fundido y moldeado en México.

Esta es parte de lo que nuestra Presidenta, a través de la Secretaría de Economía, socializó esta semana para defender nuestros intereses comerciales y económicos.

Así que no, no Senador Anaya, nuestra presidenta no le miente al pueblo mexicano. No lo quiera inducir bajo engaños narrativos al error.

Voy a intentar explicarle lo que sucede con mucha más claridad de lo que usted soslayó:

1. El Secretario de Economía señaló el 7 de marzo del presente año, antes de ir a Washington DC a seguir conversando sobre los aranceles al aluminio y al acero que, aproximadamente el 85% de nuestras exportaciones son parte de este tratado.

2. Lo anterior, significa que el resto, estarán sujetas a tarifas – cuando menos al 2 de abril del presente año-

William Jackson, economista jefe de mercados emergentes de Capital Economics, afirmó que alrededor del 10 % de las exportaciones de México a EUA no se incluyen en T-MEC.

Es decir, la estimación es todavía más reducida.

¿De dónde usted estima que el 51% de nuestras exportaciones a EUA ya están pagando arancel? Por favor, compártanos su fuente.

Senador Anaya… Lo invito a la calma, puesto que mañana sabremos de la propia voz del Secretario las decisiones que se tomarán en nuestro relación con nuestro mayor socio comercial.

Por favor, no incite a la incertidumbre y la preocupación, porque no nos favorece ni a los estadounidenses ni a los mexicanos, pues se convulsionan los mercados.

Respetuosamente, lo exhorto a la unidad en este escenario, Senador.

A todas y todos los mexicanos, les pido por favor estar atentos a la conferencia de prensa que dará la Dra. Sheinbaum el día de mañana.