Grupo Parlamentario MORENA, LXVI Legislatura

Propone Ricardo Monreal aumentar las penas a los delitos de tortura y tratos crueles

  • El legislador plantea imponer hasta cuatro años de prisión a quien incurra en dichas prácticas.

Con el objetivo de erradicar la tortura y los tratos crueles, así como avanzar en la protección y defensa de los derechos humanos, el senador Ricardo Monreal presentará una iniciativa para aumentar la pena de prisión aplicable al delito de tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes que actualmente está contemplada de tres meses a tres años de prisión, para pasar de uno a cuatro años.

Con la propuesta que plantea reformar la Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, el coordinador del Grupo Parlamentario de Morena busca eliminar “esta terrible práctica que afecta los derechos humanos de las personas y que por años ha robado la paz y la tranquilidad de las víctimas”.

Además del aumento de las penas, el legislador plantea tipificar las conductas referentes a la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes cometidas por particulares con aquiescencia, apoyo o autorización de un servidor público.

Asimismo, propone derogar del artículo 162 del Código Militar de Procedimientos Penales la excepción que establece que la persona imputada permanezca más de dos años en prisión preventiva por alegar que ha sido víctima de tortura, ya que esto desincentiva que tal práctica se denuncie y que se documenten este tipo de casos, además de contrariar el sentido de la norma al perjudicar a la víctima.

Monreal Ávila indica que, en la historia de México, la tortura y los tratos crueles han sido una práctica empleada por autoridades en agencias de ministerios públicos, delegaciones y otras instituciones, con el objetivo de obtener información sobre algunos delitos, movimientos sociales o políticos.

Con el fin de prohibir y erradicar este problema, detalla, nuestro país cuenta con un marco jurídico nacional e internacional en la materia. Sin embargo, apunta el senador, aún resta un extenso camino por transitar a fin de eliminar por completo esta práctica, la cual aún se utiliza como medio para castigar o generar temor en las víctimas, llegando así a transgredir sus derechos humanos.