Gracias, presidente con su venia. Honorable Asamblea, compañeras, compañeros senadores.

Las políticas públicas en nuestro país en la Cuarta Transformación ponen en el centro al individuo. Y también aquí se ha dicho que es tiempo de mujeres, de mujeres luchadoras, fuertes, valientes. Hoy día las mujeres toman su papel como debe de ser y hoy día han llegado tan alto que hoy históricamente ha llegado una mujer a ser la presidenta de este país. Un gran aplauso para la doctora Claudia Sheinbaum, donde quiera que se encuentre.

Mexicanas y mexicanos, familias en general de nuestra querida patria, hoy vamos a colocar en esta ocasión en el centro de las políticas públicas a la mujer. Existen muchas eventualidades que atentan contra la mujer y su familia. Se hace propicia la ocasión para mencionar una de estas eventualidades, un enemigo que silenciosamente destruye a las familias, tanto física como emocionalmente, me refiero al cáncer de mama.

Quiero compartirles datos muy contundentes. Cuando se habla de cáncer de mama es inevitable referirnos a que es la primera causa de muerte por esta enfermedad en el mundo y lo sufren mujeres con más frecuencia que están entre los 25 y 50 años de edad. Es lamentable tener que decir que en México sólo uno de cada tres mujeres es diagnosticada en etapas tempranas, aún más cuando el 85 por ciento de los casos podrían ser curables si se detectan a tiempo y son tratadas adecuadamente.

Con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2022, se estimó que en México residían 20.6 millones de mujeres de 40 a 69 años, de ellas un 20 por ciento, cuatro millones aproximadamente se realizaron una mastografía. De este 20 por ciento, el 83 por ciento recibió sus resultados como consecuencia, el seis por ciento de ellas resultaron positivas, o sea, en pocas palabras, se confirmaba en ellas el cáncer de mama. Pero aún hay datos todavía más contundentes, en el mundo se están muriendo ahora mil 800 mujeres por día en promedio y la OMS estima que para 2040 morirá un 39 por ciento más, alcanzando cifras por arriba de las dos mil defunciones diarias. En México la proporción incluso es mayor, diariamente mueren por esta enfermedad 11 mujeres y para 2040 morirían 20 mujeres aproximadamente por día. Eso si no hacemos acciones verdaderamente contundentes. 

Aún cuando la estadística puede ser abrumadora, cada uno representa una vida, una historia, una familia, cada diagnóstico trae consigo un torrente de emociones y desafíos, pero también una inquebrantable fuerza y resiliencia.

Pido respetuosamente, senador presidente, solicite al Pleno y a la Asamblea un minuto de silencio por todas las guerreras que se adelantaron en la lucha contra esta agresiva enfermedad.

Senador Gerardo Fernández Noroña

Concedido. ¿Quiere que sea en este momento o al final de su intervención? En este momento, señor.

Senador José Manuel Cruz Castellanos

En este momento.

Senador Gerardo Fernández Noroña

Concedido. Pido ponerse de pie.

Senador José Manuel Cruz Castellanos

Muchas gracias. 

Senador Gerardo Fernández Noroña

De nada, continúe con su intervención. 

Senador José Manuel Cruz Castellanos

Urge frenar este flagelo. Aquí cabe la pregunta, ¿qué tenemos que hacer?, ¿cómo lo tenemos que hacer? Son cuatro pilares para lograr la reducción de la mortalidad por este mal.

La promoción a la salud a base de la sensibilización, el diagnóstico oportuno, proporcionando a las mujeres lo que merecen, la gran red de mastógrafos, sobre todo para mujeres mayores de 40 años, a lo largo y ancho de este país, mastógrafos de alta generación, un tratamiento integral que sea eficaz y que sea oportuno, y la rehabilitación para la atención de las secuelas que deja el tratamiento. Es esencial que hablemos abiertamente sobre el cáncer de mama. La detección temprana es clave, la mastografía y el autoexamen son herramientas poderosas que pueden salvar vidas.

Por eso hacemos un llamado a todos, a cada mujer, a cada hombre de nuestras comunidades, que se informen, que se revisen, que compartan esta información con sus seres queridos. 

Desde este Senado levanto la voz con un alto sentido de inclusión. Los conmino a que estos trabajos que llevaremos a cabo en la legislatura coadyuve a la integración de un programa sectorial de salud que mire a ser un tratamiento integral de las enfermedades crónicas, entre ellas el cáncer, siendo este el principal reto para el Sistema Nacional de Salud, tanto por su magnitud como por el gran impacto en la mortalidad prematura y deterioro de la calidad.

Es necesario contar con documentos de referencia que logren hacer la diferencia entre la vida y la muerte a través del acceso a los diagnósticos oportunos, acompañamiento emocional, profesional, tratamientos adecuados, reconstrucción mamaria y, en su caso, cuidados paliativos. Esta debe ser una prioridad para nuestro gobierno. Hoy, con este lazo rosa que llevamos, simbolizamos nuestra unidad en esta lucha, nos unimos no sólo para recordar, sino para actuar, para exigir más investigación, mejores tratamientos y una atención más accesible para todos, senadoras y senadores.

No olvidemos que uno de los indicadores que mide el desarrollo de un país, de un estado, de un municipio o de una comunidad está representado por las muertes, el número de muertes de mujeres, niñas y niños. No me cabe la menor duda de que en esta etapa del segundo piso de la Cuarta Transformación que lleva la directriz la doctora Claudia Sheinbaum, le apostamos al total desarrollo de este estado y de esta nación. Mujeres de México y mujeres de mi querido Chiapas, compañeras senadoras de este parlamento, una cosa puedo jurar, y escúchenlo bien, lo puedo jurar, nos enamoramos de sus alas y siempre las queremos ver volar.

Muchas gracias, presidente. Gracias.