Grupo Parlamentario MORENA, LXVI Legislatura

Los afrodescendientes mexicanos deben tener los mismos derechos que las etnias del país, solicita Susana Harp

  • Propuso reformar la Carta Magna en la materia.

La senadora Susana Harp Iturribarría propuso reconocer en la Constitución Política a los pueblos afrodescendientes mexicanos como parte de la composición pluricultural de la nación para que tengan los mismos derechos los pueblos y comunidades indígenas originarios y se garantice su libre determinación, autonomía, desarrollo e inclusión social.

La legisladora del Grupo Parlamentario de Morena presentó a nombre propio y del senador Martí Batres, una Iniciativa con Proyecto de Decreto para reformar el Artículo Segundo de nuestra Carta Magna, materia de personas, pueblos y comunidades afromexicanas.

Desde la tribuna, la senadora Harp Iturribarría, argumentó que con base en censos del INEGI, un millón 381 mil 853 personas se reconocen como afrodescendientes mexicanos, quienes se distribuyen en numerosas comunidades de los estados de Veracruz, Guerrero, Oaxaca, México, Nuevo León, Jalisco y de la Ciudad de México, principalmente.

Agregó que los afromexicanos que se reconocen como tales representan el 1.2 por ciento de la población total del país, y si fueran un pueblo o comunidad originaria del territorio nacional, por número de habitantes representarían el tercer o cuarto grupo étnico, sólo por debajo de los pueblos y comunidades náhuatl, maya, mixtecos y zapotecos.

Su pertenencia a esta comunidad, destacó, para muchos es motivo de orgullo e identidad, no obstante el bajo nivel de reconocimiento que se les confiere, tanto desde la perspectiva normativa como desde el ámbito de las políticas públicas, lo cual les ha generado un fenómeno de invisibilidad que los expone a condiciones de discriminación institucional y a situaciones de exclusión social y vulnerabilidad.

A diferencia de nuestros pueblos y comunidades indígenas originarios, señaló, los afromexicanos no han logrado concretar en su beneficio lo establecido en el último párrafo del Artículo Segundo Constitucional, que establece que toda comunidad equiparable a los pueblos indígenas, gozará de los mismos derechos, tal y como lo establezca la ley.

Esa invisibilidad de los afromexicanos, subrayó, incide de manera directa en las condiciones de desigualdad en que se encuentran, incluso, frente a los integrantes de los pueblos y comunidades originarias, ya que sus índices de bienestar están, en muchos casos, por debajo de la media de aquellos.

“Decir que el Estado está en deuda con las comunidades de afrodescendientes, resulta insuficiente para lograr el reconocimiento pleno a que tienen derecho por su calidad de mexicanos. La invisibilidad, a pesar de no ser deliberada, presenta características estructurales e institucionales en los tres niveles de gobierno que se reflejan en sus condiciones de bienestar y desarrollo”, afirmó la senadora Susana Harp Iturribarría.

Su propuesta de reforma constitucional fue turnada para estudio y dictamen a las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales, de Asuntos Indígenas y de Estudios Legislativos.