Voto particular presentado en la sesión plenaria donde se discutieron las reformas constitucionales en materia de igualdad sustantiva.

Senadora Laura Itzel Castillo Juárez

Muchas gracias señor presidente. Es un honor hablar el día de hoy aquí frente a este acontecimiento que reiterativamente sabemos que es una cuestión de carácter histórico, lo relativo a esta igualdad sustantiva, ya que hemos vivido siglos con esta situación patriarcal, de este sistema patriarcal, donde incluso los mitos y la historia no le reconocen el papel a la mujer.

Podemos ver, como lo hemos señalado en otras ocasiones, que la bella Atenea es engendrada en el cerebro de Zeus, y que en el caso de la religión se considera que Eva nace ni más ni menos que de la costilla de Adán, cuando sabemos todos y todas que es al revés, todos los seres humanos son engendrados dentro del vientre de una mujer.

Por eso, reconocemos en esta iniciativa, en este dictamen, en esta iniciativa que ha mandado la presidenta de la república este sentido revolucionario para reconocer realmente a la mujer mexicana a través de esta igualdad sustantiva, es decir, que sí seamos iguales en los derechos, pero que esto se reconozca en todos los ámbitos de la vida política económica que existe en nuestra patria.

Por eso aquí hay algunos datos que debemos de tomar en consideración, que el Banco Mundial considera que en el caso de nuestro país ocupa el cuarto lugar con menor participación económica de las mujeres en América Latina, así como también lo relativo con la encuesta del Inegi de ocupación y empleo, donde en el año 2005 estaba dentro de la población económicamente activa la participación remunerada en el caso de las mujeres del 41 por ciento, mientras que en el caso de los hombres la población económicamente activa trabajando en esta remuneración que debe de haber era el 77 por ciento.

Ahora, después de tantos años resulta que sigue habiendo una cuestión verdaderamente pues lamentable digamos, porque ha crecido del 41 por ciento al 46 por ciento, es decir, solamente el 5 por ciento en todos estos años del 2005 al 2024 creció la participación de las mujeres en esta área de remuneración, en esta población económicamente activa, realizando un trabajo remunerado.

¿Qué sucede? Que de acuerdo a los estudios se necesitarían más de 110 años para poder alcanzar el nivel que tienen los hombres en esta participación, por eso es importante lo que aquí se está considerando, porque es una propuesta con una serie de iniciativas que reconoce los cuidados que deben de hacer no nada más las mujeres, sino que tiene que haber una responsabilidad desde luego del Estado, que se reconoce que se tiene que abatir esta brecha que existe salarial y que tiene que haber los mecanismos para que esto se lleve realmente a cabo de manera plena, que existe esta disposición para la igualdad sustantiva y que la izquierda en este país ha sido pionera en la reivindicación de los derechos de las mujeres.

Quiero recordar que cuando estaba en la Asamblea de Representantes del Distrito Federal, antes de que fuera el Congreso de la Ciudad de México, en los años 90, planteamos que la mesa directiva estuviera contemplada con la participación del 100% de mujeres nada más en uno de los periodos.

¿Y qué fue lo que nos dijeron ahí los compañeros? Que ¿por qué puras mujeres? Que entonces habría que proponer que hubiera una mesa directiva de puros hombres. Yo se lo dije a Amalia García, que también en esa época era asambleísta y ella me contestó, pues sí eso ha sido a lo largo de toda la historia, ellos han estado al frente por décadas. Por eso es importante reconocer, visibilizar a las mujeres en esta tarea.

Y también yo diría el trabajo que se hizo desde los partidos de izquierda para que hubiera un 20% de mujeres, primero en las listas de los consejos nacionales y en las listas de los comités ejecutivos nacionales al interior de nuestros partidos. Esto generó una serie de críticas por parte de los diferentes compañeros. Tuvieron que pasar muchos años para que se reconociera esto en las leyes, para que se reconociera esto no nada más en los partidos políticos, sino en la legislación electoral.

Hoy saludamos a nuestra compañera, la presidenta Claudia Sheinbaum, por haber mandado esta iniciativa que, insisto, es revolucionaria. Y puedo decir con todas sus palabras que el poder tiene ahora rostro de mujer. Muchas gracias.