Con su permiso, senador presidente. Acudo a esta tribuna, en representación de la Comisión de Estudios Legislativos, a presentar el dictamen al que ha hecho referencia de manera puntual mi compañero, el senador Óscar Cantón Zetina, toda vez que es producto del trabajo unido y conjunto de las comisiones de puntos constitucionales, Estudio Legislativo, Reordenamiento Urbano y Vivienda.
El dictamen contempla un tema crucial, fundamental en la vida de muchas mexicanas y de muchos mexicanos, el derecho a la vivienda. Este derecho, huelga decirlo, no solamente es un aspecto fundamental de la dignidad humana, como todos los derechos, sino también un pilar esencial para el desarrollo social y económico que garantiza que todas las personas, en particular las personas trabajadoras, puedan acceder a una vivienda, y una vivienda es luego un hogar, y un hogar es imprescindible para la felicidad de las familias. Las modificaciones consisten básicamente en tres puntos.
Primero, se reforma dentro de la fracción vigésimo segunda del apartado A para incluir dentro de la literalidad de la disposición que todas las empresas, sin importar su sector, deberán proporcionar viviendas adecuadas. Recalcó esta palabra, adecuadas, que sustituye lo que contempla actualmente este enunciado, que es habitaciones cómodas e higiénicas. Una sola palabra tiene un poder revolucionario.
Ahora explico por qué. Esta sustitución implica homologar este derecho a los contenidos reconocidos en instrumentos internacionales de derechos humanos, lo que a su vez implica contemplar condiciones de habitabilidad, disponibilidad de servicios y asequibilidad, entre otros. Por lo tanto, un derecho así concebido marcará, estoy seguro, un cambio paradigmático donde se fortalece el bienestar de las personas trabajadoras.
Segundo punto, la creación de un fondo nacional de vivienda, el cual ofrecerá créditos accesibles, así como condiciones de arrendamiento más favorables. Este es un punto fundamental y es una de las propuestas que hemos venido recorriendo el país, lo hicimos durante los meses que nos tocó participar en el proceso que nos llevó a ocupar este escaño, donde la mensualidad del arrendamiento social no puede exceder del 30 por ciento del salario de las personas trabajadoras, priorizando a quienes no tienen casa y asegurando que aquellos que actualmente carecen de hogar propio puedan acceder a opciones habitacionales. Finalmente, para no ser repetitivo, se señala que el Congreso de la Unión deberá homologar, deberá armonizar las leyes correspondientes en un plazo no mayor de 180 días para poder implementar las políticas públicas que le den contenido sustantivo a este derecho.
Quiero terminar diciendo que me siento verdaderamente muy orgulloso de pertenecer a este Senado de la República en esta legislatura, en este tiempo, donde estamos dándole al Estado mexicano una configuración de Estado constitucional de bienestar. Creo que las y los senadores de todos los partidos, de todas las fuerzas políticas somos conscientes de lo que esto significa para millones de mexicanos y de mexicanas.
Creo que compartimos las coincidencias de que la política tiene que ser el vehículo, el conducto para que la vida de las personas se mejore, para que la vida de las personas sea cada vez más acorde con los principios de dignidad, de justicia y, desde luego, en la búsqueda del fin último de todos los seres humanos, lo que propugna nuestro movimiento, la búsqueda de la felicidad.
Es cuanto, senador presidente.