Grupo Parlamentario MORENA, LXVI Legislatura

En el Senado buscan fortalecer legislación para combatir delitos sexuales

  • La reforma cambiará la óptica con la que se aborda la violencia sexual, pues se centrará en el consentimiento de las víctimas, dice Olga Sánchez Cordero

Senadoras y senadores de los diversos Grupos Parlamentarios que integran la Cámara, anunciaron la presentación de una iniciativa en materia de delitos sexuales, así como de consentimiento voluntario, genuino y deseado.

La propuesta busca derogar el delito de estupro, es decir, las relaciones sexuales con una persona de entre 15 y 18 años, para considerar esta acción como violación. Ya que este ilícito, actualmente, se castiga con una pena menor.

Además, la reforma incluye la adopción de definiciones de violación basadas en la ausencia de consentimiento para garantizar que las adolescentes estén protegidas de la violencia sexual en todas las circunstancias y que haya justicia para las víctimas.

La presidenta de la Mesa Directiva del Senado, Olga Sánchez Cordero, aseveró que la violencia de género es uno de los temas más graves que enfrenta el país, ya que afecta a las mujeres, pero impacta a toda la sociedad.

Denunció que, lamentablemente, no suelen reconocerse los delitos sexuales cuando se realizan dentro de un matrimonio o en una relación de pareja, pues la ley se interpreta de esa manera, lo que ubica a las mujeres como propiedad del hombre, por lo que sólo cuando hay violencia física se reconoce una violación.

En ese sentido, la legisladora subrayó que tampoco contempla al consentimiento como un elemento del delito de violación, por lo que no figura en las investigaciones ni en las sentencias de los tribunales; es lo que queremos cambiar con la iniciativa, agregó.

Afirmó que cuando hay presiones, amenazas, falta de información o una relación de poder, no existe consentimiento, lo cual lo convierte en un delito. “Sólo si se es libre, informado y consensuado es un sí”, sostuvo.

Esta propuesta, asentó, cambiará la óptica con la que se aborda la violencia sexual, porque llenará un vació legal, además de que dotará de herramientas a las y los operadores del sistema de justicia para que castiguen estos delitos.

Sin embargo, Sánchez Cordero indicó que, paralelamente a la reforma, se debe avanzar en dos temas fundamentales: contemplar la educación sexual como una herramienta para prevenir la violencia; y la capacitación de las autoridades para no revictimizar a las mujeres.

La senadora celebró que todas las fuerzas parlamentarias cierren filas en torno a esta propuesta en favor de las niñas, mujeres y adolescentes. Además, propuso dispensar los trámites de la iniciativa en el Pleno para aprobarla en la Sesión de hoy como cierre del Periodo Ordinario.

La presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, Martha Lucía Micher Camarena, dijo que este proyecto surge como respuesta a este gran movimiento del “no es no”, que germinó, precisamente en un foro de discusión sobre los delitos sexuales y el consentimiento voluntario genuino y deseado.

La senadora expresó que en esta iniciativa se redefine el delito de violación y agresión, y se centra en la falta de consentimiento de una persona para participar en el acto sexual.

El senador Miguel Ángel Osorio Chong, presidente del Instituto Belisario Domínguez, dijo que las mujeres deben vivir libres, con igualdad y con seguridad, por lo que el Senado debe pasar de la indignación al trabajo conjunto. “Es fundamental, para acabar con la impunidad en los casos de violencia sexual, que trabajemos juntos”, puntualizó.

“Por encima de cualquier diferencia partidista el mensaje es muy claro: este flagelo se tiene que acabar y en esa lucha estamos juntas y juntos; la violencia sexual no es aceptable, no se justifica y se debe castigar. No es no.”

Por el grupo Plural, el senador Emilio Álvarez Icaza refirió que esta reforma dará luz a las y los operadores de justicia para proteger a las víctimas, y no tipificar, sancionar y actuar indebidamente como hoy sucede, ya que las y los jueces, así como ministerios públicos, suelen revictimizar a las mujeres.