El pasado 18 de diciembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador rectificó y mencionó que dentro del Presupuesto 2019 se entregarán, sin reducciones, los recursos que les corresponde a las instituciones de educación superior del país.
Como senadora y maestra jubilada, celebro dicha decisión. La educación es muy importante para la mejora de nuestro país, sin embargo, me expresó igualmente a favor de que haya un control efectivo de los recursos.
Dentro del trabajo de la presente Legislatura, hemos impulsado desde el inicio, que se revierta la tendencia de reducción presupuestal a las instituciones educativas.
De acuerdo con el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, el presupuesto aprobado para educación pública permaneció prácticamente estancado durante la administración pasada; con un decrecimiento que representa el menos 1.2 por ciento, ello resultado de la política de restricción presupuestaria en el rubro educativo.
Por lo tanto, sabemos que es necesario impulsar propuestas legislativas que den certeza para que el presupuesto a educación superior sea fortalecido. En ese sentido, durante el presente periodo de sesiones, propuse una reforma al artículo 3° constitucional para establecer el principio de no regresividad en los presupuestos de las universidades públicas.
No obstante, al mismo tiempo reconozco la necesidad de que se garantice que los recursos serán empleados de manera adecuada para que se beneficie a la generación de jóvenes.
No está de más recordar, la reciente investigación de integrantes de Animal Político y Mexicanos contra la Corrupción e Impunidad, “La Estafa Maestra” en la que se señaló que ocho universidades formaron parte de una red de desvío de recursos.
Sabemos, que las universidades señaladas son muy claras y que el reportaje no abarca a todas las instituciones educativas del país, sin embargo, las y los mexicanos exigen de todas las instituciones, sin excepción, tengan un mayor compromiso para garantizar que los recursos serán empleados de manera adecuada.
Hoy se respetará el presupuesto hacia las instituciones educativas, pero el llamado a transparentar el manejo de su presupuesto e integrarse al programa de austeridad del nuevo gobierno es una demanda no de una persona o de un grupo de personas, sino una exigencia que se manifestó en el pasado proceso electoral.