· Las elecciones de Estado son moral y materialmente imposibles de restaurar.
· El objetivo, consolidar la democracia a través de reformas que permitan trasformar instituciones autoritarias y corruptas que hemos heredado.
En Morena trabajaremos para que no haya vuelta atrás a la vieja historia de México, cuando el partido en el poder era el único con posibilidades de ser electo, señalo el coordinador del Grupo Parlamentario en el Senado de la República, Ricardo Monreal.
En su participación en el foro “Causas y efectos del viraje electoral (2018) vs al pluripartidismo en México”, realizado en la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Derecho de la UNAM, dijo que un sector de la población estima que el amplio margen de votos que obtuvieron en la pasada elección, abre la puerta a otro partido hegemónico y pone en riesgo el pluralismo.
“Desde mi punto de vista, están equivocados. El modelo de partido hegemónico no competitivo no volverá. Las elecciones de Estado, que estábamos acostumbrados a ver en el PRI y el PAN, son moral y materialmente imposibles de restaurar”, refirió.
Abundo en que la mayoría inédita en el Congreso, que la voluntad ciudadana le concedió a Morena, es para garantizar gobernabilidad y pluripartidismo, la democracia deliberativa con gobiernos eficientes y honestos, y elecciones orientadas a dar soluciones a los problemas de la población, no para dominarla.
Expuso que el haber ganado la Presidencia de la República, la mayoría en ambas Cámaras del Congreso de la Unión, así como la mayoría en 19 Congresos locales, le permite a Morena construir una base para para la democracia real en México.
“Se trata de una gran responsabilidad, la de consolidar la democracia en México, a través de reformas que permiten trasformar las instituciones autoritarias y corruptas que hemos heredado”, sentenció.
Necesitamos conversar con todos los partidos para lograr mayorías calificadas, señalo, porque apenas tenemos mayorías simples, y así el partido cumpla con el proyecto de Nación que planteó, un mandato claro de la ciudadanía.
Con esta responsabilidad a cuestas, explico, los grupos parlamentarios en el Congreso y las legislaturas locales avanzamos en cuatro direcciones: Hacer eficaz la democracia representativa existente, y dar resultados en materia de seguridad, combate a la corrupción y la impunidad, crecimiento económico y reducción de las desigualdades sociales.
Segundo, hacer menos costosa y gravosa la democracia, por medio de un Plan de Austeridad Republicano; tercero dar una orientación y un contenido social a las políticas públicas; y cuarto, transitar hacia una democracia participativa directa.