- Deben comparecer los secretarios de Seguridad y de Protección Civil de Querétaro: Gilberto Herrera
Senadores de Morena demandaron al gobierno de Querétaro, en particular a la Fiscalía General del estado, así como a la Federación Mexicana de Fútbol, acciones “más determinantes” para investigar y sancionar a todos los responsables de los hechos violentos que se registraron el pasado sábado, en el Estadio Corregidora.
En conferencia de prensa, el senador Gilberto Herrera Ruiz exigió que el fiscal Alejandro Echeverria Cornejo, no sólo castigue a las personas que participaron en las agresiones, sino también a los directivos y responsables de la celebración del encuentro deportivo.
Dijo que las detenciones realizadas a la fecha son de “las personas de abajo, de la gente más humilde, que tal vez participó en este hecho lamentable, pero nos preocupa lo qué está pasando con los de arriba, ya que la Fiscalía no los ha citado, ni los ha investigado”.
Herrera Ruiz también cuestionó la ausencia de elementos de seguridad y de protección civil, quienes, dijo, debían estar al pendiente de salvaguardar la integridad de los asistentes en todo momento e, incluso, de cancelar el evento.
En ese sentido, consideró necesario que también comparezcan los secretarios de Seguridad y de Protección Civil estatales, los cuales, “ese día estaban de fiesta, pescando en la presa de Zimapán”, pese a que sabían que era un evento que representaba peligro y debían estar atentos.
Además, acusó al gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, de querer deslindarse de cualquier responsabilidad del suceso por tratarse “de un evento privado”; al respecto, Gilberto Herrera recordó que la legislación queretana “dice muy claro, que el gobernador es el responsable de la paz social y de la seguridad de todos los ciudadanos”.
Otro de las anomalías, agregó el legislador, fue la seguridad privada, ya que se estima que Protección Civil solicitó que hubiera 400 elementos, los cuales no se cubrieron.
Por ello, también cuestionó las sanciones contra la persona que autorizó, desde 2016, a la empresa de seguridad privada del estadio “La Corregidora”, inmueble que pertenece al gobierno estatal.
Incluso, Herrera Ruiz señaló que esa compañía “simplemente, con un anuncio de unos días antes, contrata gente sin ninguna capacitación”.
Por su parte, el senador Rafael Espino de la Peña asentó que el municipio y el estado de Querétaro son responsables de la seguridad ciudadana, por lo que debieron salvaguardarla, previamente, durante y después del evento, adentro y afuera del Estadio.
Dijo que también tenían que revisar y controlar a las “barras de animación” de los equipos, que ya tenían antecedentes de violencia, evitar su confrontación y vigilar que quienes entraran al estadio lo hicieran sin armas punzocortantes o equipos de comunicación.
El problema de Querétaro se debió a la ineficiencia en el cuidado de la seguridad ciudadana, al incumplimiento de los protocolos establecidos, pues de haber contado con la presencia de cuerpos de Seguridad Pública pudo prevenirse la trifulca o que ésta no pasara a mayores.
Además, aclaró que no tiene absolutamente nada que ver con el Club de Futbol del Querétaro, “ni como inversionista, ni como directivo ni como potencial comprador”, y exigió que se deslinden responsabilidades de los sucesos del sábado pasado y que se cumpla la ley.
Al respecto, el senador José Narro Céspedes dijo que, ante los hechos ocurridos, el gobierno estatal y municipal demostraron “ausencia e indolencia”, por lo que consideró que deben iniciarse “procesos serios, no sólo con los de abajo, sino también con los responsables de la seguridad de esa entidad”.
El también vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado afirmó que es fundamental reglamentar el tema de las “barras”, “porque parece que más que ir a fomentar el deporte, van a promover el tema del alcohol, las drogas y la violencia”.
“Es importante que la orientación de este grupo de personas, censos y padrón esté enfocada fundamentalmente, a defender una camiseta a través de un tema meramente deportivo y pacífico”, expresó.