Evidencia estadística sugiere que mientras mayor transparencia exista en el manejo de la información presupuestal a nivel municipal, menor es la percepción sobre corrupción en este nivel de gobierno, señala una investigación elaborada por la Dirección General de Análisis Legislativo del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República (IBD).
El documento titulado “Reflexiones sobre transparencia y corrupción: una visión desde lo local”, analiza la relación entre transparencia y corrupción con base en la información de tres índices: el Índice de Información Presupuestal Municipal del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el Índice de Transparencia y Disponibilidad de la Información Fiscal de las Entidades Federativas de A-Regional.
A partir de lo anterior, el IBD afirma que existe una relación inversa entre la calidad de la información presupuestal de los gobiernos municipales y la percepción que tiene la población sobre la frecuencia de ocurrencia de actos de corrupción en los ayuntamientos, lo que quiere decir que, en promedio, a mayor transparencia en el manejo de los recursos públicos en los gobiernos municipales, menor percepción de hechos de corrupción por parte de la ciudadanía, y viceversa.
La investigación sostiene que no es suficiente con cumplir con todas las obligaciones que marca la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública para que se elimine la percepción de que los gobiernos son entes corruptos, sino que se requiere la persecución y la sanción ejemplar de los hechos ilícitos, es decir, robustecer el vínculo con los mecanismos de rendición de cuentas.
En ese sentido, señala que la multiplicidad de factores que intervienen en la percepción ciudadana sobre corrupción gubernamental enfatiza la importancia de que los esfuerzos dirigidos a disminuir estas prácticas atiendan distintas dimensiones del problema.
El desafío, sostiene el estudio del IBD, parece radicar en establecer mecanismos de coordinación entre las políticas públicas dirigidas a fortalecer la transparencia con aquellas vinculadas con la rendición de cuentas y la confianza en las instituciones.
Además, el IBD advierte que esfuerzos aislados e inconexos dificultarán la atención efectiva de esta problemática y, por consiguiente, afectarán la percepción ciudadana sobre la integridad de las instituciones públicas.
El estudio completo del IBD se puede consultar en el siguiente enlace: