Con su venia señor presidente.
Buenos días estimados senadoras y senadores, medios de comunicación e invitados que nos acompañan.
Buenas tardes secretario Alfonso Durazo.
La Estrategia Nacional de Seguridad Pública es el documento rector que establece las directrices para el diseño e implementación de Políticas, Programas y Acciones en materia de seguridad pública, con la finalidad de salvaguardar la vida, las libertades, la integridad y el patrimonio de las personas.
Es importante recordar que, en cumplimiento a la disposición derivada de la reforma constitucional de 2014, este Poder Legislativo recibe por primera vez del Ejecutivo su propuesta de Estrategia Nacional de Seguridad Pública.
A diferencia del pasado, con esta disposición normativa, encontramos al menos tres elementos a resaltar en la presentación de esta Estrategia Nacional:
1. Rendición de Cuentas del Poder Ejecutivo. Lo cual significa que cada año, por lo menos, tendrá que acudir a este recinto legislativo a informar los avances de la implementación de dicha Estrategia.
2. Transparencia. Toda la ciudadanía tiene acceso a esta información.
3. Publicidad. Se cumple con el principio de máxima publicidad, al publicitar el contenido de la misma.
El Senado como órgano de Control, debe cumplir su función de analizar, observar y en su caso aprobar dicha propuesta.
Más allá del procedimiento legislativo, me interesa enfatizar algunos aspectos de la Estrategia propuesta por el Ejecutivo.
En el apartado de diagnóstico nos encontramos con un hecho irrefutable: México vive una crisis de inseguridad desde hace por lo menos dos sexenios. Lo demuestra la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública del INEGI 2018. Entre sus resultados se encuentra:
1) Se estima a nivel nacional que 64.5% de la población de 18 años y más considera la inseguridad y delincuencia como el problema más importante que aqueja a su entidad federativa.
2) El 79.4% de la población de 18 años y más considera que vivir en su entidad federativa es inseguro a consecuencia de la delincuencia.
Lo anterior no es fortuito ni producto de la casualidad, obedece al fracaso de los gobiernos anteriores para atender el problema de fondo de la inseguridad pública, precisamente por tener un errado diagnóstico del problema y en consecuencia una estrategia fallida, que NO solo NO contuvo la inseguridad, sino se desbordó a niveles alarmantes con secuelas hasta hoy en día.
Esta pasividad y omisión de las administraciones pasadas, aunado a la complicidad de muchos servidores públicos con el crimen organizado, han dificultado la atención inmediata de este grave problema que aqueja a nuestro país. Afectando a otros ámbitos de la vida social y económica.
Sin lugar a duda, otro factor que no podemos ni debemos desestimar ante la actual situación que nuestro país, son sus niveles de pobreza.
En los pasados sexenios se invirtió bastante dinero público en programas sociales que resulta inverosímil creer que, en lugar de disminuir la brecha social, la aumenta.
El modelo económico que se impulsó fue excluyente, benefició a un sector económico muy pequeño. Esto provocó una mayor fragmentación y desigualdad social.
1) Según datos del Coneval en su informe de Evaluación de Política de Desarrollo Social 2018, señala que entre 2008 y 2016, la pobreza aumentó en 3.9 millones.
2) Respecto a la situación laboral de los jóvenes, según datos del INEGI 2018; comenta que, de los 15 millones de personas jóvenes ocupadas de 15 a 29 años, poco más de 8.9 millones labora en el sector informal.
En síntesis: Fracasó un Modelo Económico impulsado por los que hoy se dicen preocupados por la situación de México, que cuando gobernaron ignoraron el fondo del problema de nuestra grave inseguridad que vive el país.
Sin embargo y a pesar de las adversidades, estamos a tiempo de cambiar el rumbo.
La Estrategia de Seguridad Pública que nos presentó el secretario de Seguridad Pública, el licenciado Alfonso Durazo, representa una oportunidad para enfrentar la delincuencia organizada y combatir la inseguridad en todas sus modalidades, pero no es el único instrumento que se requiere para atender este problema.
De tal suerte, que en próximos días habremos de analizar y en su caso aprobar las leyes secundarias de la Guardia Nacional.
Ante problemas urgentes soluciones inmediatas. Sin embargo, es muy pronto para evaluar el tema de la inseguridad a esta nueva administración, ya que los niveles de inseguridad que se venían registrando en el último sexenio difícilmente se pueden frenar por decreto.
La presente Estrategia no solo identifica con claridad la problemática de seguridad que aqueja a nuestro país, sino que propone acciones decididas, planificadas, para devolver a la sociedad la paz. Esta Estrategia privilegia la prevención y la procuración de la justicia.
En Morena no olvidamos los problemas de fondo de la descomposición social; la Pobreza y la Desigualdad de Oportunidades para quienes representamos, debemos recuperar la agenda social relegada en el pasado y poner en el centro del debate su análisis y propuestas para el bienestar de todas las mexicanas y mexicanos.
Los invito a que no hagamos un juicio sumario, reflexionemos más allá de la coyuntura política y social que vive el país.
La estrategia enuncia un paradigma de seguridad pública radicalmente distinto al que ha sido aplicado en los sexenios anteriores, pues se asume que la violencia, la inseguridad, la impunidad y la violación a los derechos humanos que padece el país es el síntoma de una crisis más profunda, por lo que se plantea un firme combate a la corrupción y el impulso a las políticas sociales de bienestar del nuevo gobierno.
Muchas gracias por la atención, bienvenido y estamos con usted, apoyando la Estrategia de seguridad Pública.