Este ejercicio que hoy estamos iniciando, hay voluntad política de los integrantes del Senado de la República, para poderlo concretar en legislación.
Hay una iniciativa que contiene disposiciones distintas, 75 artículos, 7 títulos y 15 capítulos sobre el tema. Es la Ley General para la Regulación y Control de Cannabis; y el interés, la intención de estas reuniones precisamente, es llegar a un buen puerto, consensado, con Parlamento Abierto, para establecer con seriedad y precisión el alcance legislativo en esta nueva normatividad.
Como todos saben, el camino hacia la legalización de la marihuana en México ha sido largo, sinuoso, difícil.
México es uno de los países que más ha llevado a sus últimas consecuencias la prohibición, y esto se ha traducido en un inmenso número de muertos, desaparecidos, desplazados, y violaciones categóricas a los derechos humanos.
Según la Encuesta Nacional del Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2017, la Marihuana es la droga ilegal que más consume la población, tendencia que ha ido al alza en los últimos años.
Esto revela la falta de éxito de las medidas prohibicionistas ante la realidad.
Ante este panorama, el Congreso, la Cámara de Senadores tiene un genuino interés en construir los consensos necesarios para formular, desde el ámbito normativo, nuevas políticas públicas.
Es un logro ver que se haya generado jurisprudencia y que hoy existan iniciativas en el Legislativo para tener un mercado regulado de la marihuana.
Creemos que, con una regulación en este sentido, podemos, por primera vez en nuestra historia, establecer una política sensata, equilibrada y segura, que garantice el respeto y protección del derecho al libre desarrollo de la personalidad, en términos de la Constitución y de los tratados internacionales.
Es necesario encontrar un enfoque diferente para abordar el tema, como un enfoque de salud pública que anteponga el derecho a la autodeterminación y la salud del consumidor, como principales ejes rectores de esta intervención.
La legalización de la marihuana implica regular su producción, distribución y consumo, como en la actualidad se hace con las drogas legales y cualquier otra mercancía.
Se trata de arrebatarle al narcotráfico el control de este proceso productivo distributivo, que en la actualidad se realiza en una atmósfera irremediablemente violenta, corrupta, sin control de calidad ni gravámenes fiscales, y en una situación de riesgo para el consumidor, que está expuesto a consumir sustancias adulteradas y al ser encarcelado o extorsionado por las policías.
La regulación implica reglamentar las condiciones en que se produce y se vende la droga. Es decir, ofrecer información sobre su contenido, normar y vigilar el proceso productivo, la cosecha, cultivo, manufacturación, embalaje, etcétera, para que el producto cumpla controles de calidad y no daños ecológicos.
En cuanto a la comercialización, es necesario establecer criterios para controlar la publicidad, reglamentar el consumo y grabar fiscalmente al comerciante.
La legalización obligará al Estado a supervisar, a regular todo el proceso productivo y comercial de una o varias drogas, sacará al consumidor de los tenebrosos espacios donde se realiza la venta ilegal de sustancias; permitirá que el Gobierno pueda sumar, pueda ahorrar considerables cantidades de dineros destinadas a la guerra contra las drogas, para quien en adelante las use.
Entre muchas otras cosas, en informar sobre los efectos de estas, en atender los abusos en el consumo, en la rehabilitación, pero servirá también para proteger a los menores de edad, que dejarán de ser asediados por vendedores ilegales.
La regulación por sí misma no acabará con el consumo, pero estamos convencidos de que tampoco la estimulará.
Las experiencias históricas recientes que han liberalizado parcialmente el consumo de la marihuana y otras drogas, Portugal y Holanda, por ejemplo, muestran que una mayor accesibilidad para comprar una droga, antes ilegal, no genera necesariamente un aumento en el consumo.
El prohibicionismo es un discurso irracional y contradictorio, que está fundado, no en razones ni en una lógica coherente, sino en estados de ánimo viscerales, en actos reflejos derivados de pánico y a esto hay que añadir los usos políticos y económicos de las autoridades renuentes a la regulación y que esto hace que el prohibicionismo tenga una razón fundamental para aferrarse a él.
Es un gran avance que finalmente hoy estemos discutiendo. Este era un tema tabú. No podía presentarse nunca en una institución, en un congreso, en un parlamento.
Por eso me felicito y felicito a todos los que han empujado esta iniciativa y este tipo de foros abiertos y de parlamentos abiertos.
Es conveniente discutirlo, deliberarlo y en todo caso escuchar todas las voces de la sociedad. Por eso me da mucho gusto que estén aquí las senadoras y los senadores de distintas comisiones, que nos interesa fundamentalmente el destino final de esta iniciativa y del uso de esta llamada droga, de esta droga denominada cannabis activa o marihuana comúnmente conocida.
Este es un primer foro. Yo felicito a la Comisión de Salud, le doy un saludo respetuoso a los representantes de los grupos parlamentarios y a las presidentas de comisiones que hoy aquí nos acompañan e integrantes del Senado de la República de todos los grupos parlamentarios.
Hay un interés creciente por esta iniciativa y hay un interés creciente por la deliberación. Hoy nos permitiremos escuchar a expertos en la materia. Hoy escucharemos a personas de distinta óptica, en cuanto al tratamiento del problema y de la solución.
Hoy habrá un intercambio rico de ideas y de experiencias, como debe de ser en cualquier parlamento, abierto, sin tapujos, sin restricciones, sin prohibiciones.
Esto es el parlamento y el parlamento es la casa de todos, en donde a todos se les escucha y se les respeta. Por eso, bienvenidos todos por igual y bienvenidas senadoras y senadores que están interesados en el tema y que me parece que hay un alto porcentaje de integrantes del Senado, que queremos ver resueltos nuestros problemas generados por el uso ilegal de esta droga tan dañina, que en el país nos ha generado graves estragos de inseguridad.
Felicidades, doctor Navarro, presidente de la Comisión de Salud, y le dejo a él la conducción y la moderación de este importante Primer Foro de esta discusión, deliberación, diálogo sobre el uso de la marihuana, sus consecuencias y su posible reforma o legislación por el Senado de la República.
Bienvenidos todos.
Buenos días.