Voto particular presentado en la sesión plenaria donde se discutieron las reformas constitucionales en materia de igualdad sustantiva.
Senadora Alma Anahí González Hernández
Con el permiso del pueblo de México, estimadas compañeras y compañeros, porque la 4T será feminista o no será y porque orgullosamente es tiempo de mujeres, hoy nos reunimos en un día histórico que será recordado en nuestra lucha por la igualdad y la justicia.
Celebramos el liderazgo de la doctora Claudia Sheinbaum, nuestra primera presidenta de la república, quien representa una nueva era de transformación donde las voces de las mujeres resuenan con más fuerza.
Recordemos que el camino hacia la igualdad ha sido largo y lleno de desafíos, tan sólo hace 70 años nos dieron la oportunidad de votar y ser votadas. Hace 47 años Aurora Jiménez se convirtió en la primera mujer electa como diputada federal. Hace 35 años María de los Ángeles, la primera mujer en presidir la Cámara de Diputados.
Hace 27 años se estableció el sistema de cuotas para garantizar así la representación política de las mujeres y hace 21 años se promulgó la ley de acceso a una vida libre de violencia. Todo culminó en el año 2021 donde me tocó ser parte como diputada federal y que por primera vez en la historia de nuestro país logramos la paridad en la Cámara de Diputadas y de Diputados. Y después de 200 años logramos tener con mucho orgullo a nuestra primera mujer presidenta, la doctora Claudia Sheinbaum.
Y no vamos a parar, la igualdad sustantiva es más que un concepto, es un compromiso irrenunciable con la justicia social. Es la base sobre la cual levantamos un México donde cada mujer, cada niña y cada niño tenga la oportunidad de vivir con dignidad. Estamos avanzando pero el camino aún es largo y la lucha sigue.
Hoy proponemos una reforma constitucional que reconoce el derecho de las mujeres a la igualdad sustantiva y a vivir a una vida libre de violencia. Esta reforma va a establecer la paridad de género en los nombramientos de la administración pública y va a facultar a las autoridades para aplicar medidas de protección por violencia de género. Además va a obligar a las constituciones estatales a incluir la perspectiva de género y a crear fiscalías especializadas en delitos de género.
Los beneficios de esta reforma son claros, reducir las brechas de desigualdad, lograr una representación más equitativa y plural, proteger efectivamente los derechos de las mujeres, niñas y adolescentes. Es importante abordar desigualdades estructurales ya que las mujeres destinan más del 70 por ciento de sus ingresos a la comunidad y a la familia, mientras que existe una brecha salarial promedio de 10 mil pesos entre hombres y mujeres. Alarmante que el 70.1 por ciento de las mujeres está experimentando algún tipo de violencia.
Legislar para erradicar estas desigualdades es una responsabilidad que llevamos en el corazón. Estamos aquí para dar un paso firme hacia la revolución del bienestar, donde los derechos de las y las mujeres resuenen en cada rincón de nuestra nación. Vamos a seguir haciendo historia.
Recordemos que a pesar de que no había ninguna ley que lo mandatara nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, en un acto de congruencia, estableció el primer gabinete paritario de la historia de nuestro país.
Gracias a esta decisión hemos avanzado enormemente en la recuperación de espacios para las mujeres en la política y en la sociedad. Hoy en un acto de congruencia honramos su legado, poniéndolo también en la Constitución.
Bajo el liderazgo de nuestra presidenta Claudia Sheinbaum Pardo estamos construyendo un gobierno que celebra la diversidad y la fortaleza de las mujeres. Este es un gobierno que se compromete a asegurar que las 67 mil millones de mujeres en nuestro país tengan un lugar en la mesa de decisiones. Las reformas que impulsamos son acciones concretas que mandatan al Estado mexicano actuar en favor de la justicia.
Por eso quise tomar el uso de la voz. En su momento cuando era una adolescente quise participar por primera vez en la política y hubo muchas voces de mujeres que me dijeron que no estaba lista, que siguiera preparándome, que no eran mis tiempos. Hoy desde esta tribuna les digo, las mujeres estamos más preparadas que nunca y en tiempo de mujeres que viva México, que viva la Revolución del Bienestar, que vivan nuestras esperanzas, las luchas y nuestros sueños.