Grupo Parlamentario MORENA, LXVI Legislatura

Intervención de la senadora Verónica Díaz durante la sesión solemne para develar la inscripción: “A las sufragistas que nunca se rindieron ni abandonaron la lucha por la libertad”, en el Muro de Honor de la Cámara de Senadores.

Muchísimas gracias, con el permiso de la presidencia

Nada más para precisar la lucha en la que estamos, las herederas que representamos, porque somos las herederas de las necias que no claudicaron en nuestros derechos, y sólo para precisar, en el Poder Judicial aún falta mucho para consolidar esta paridad, solamente para darles un dato del INEGI en el 2022, la Justicia Penal Federal está compuesta por el 84 por ciento de los hombres y tan sólo 16 por ciento de mujeres. En cuanto a la Justicia Laboral Federal está constituida por el 61 por ciento de hombres, 39 por ciento de mujeres. Y en los circuitos colegiados de distrito, el 77 por ciento lo componen los hombres y el 23 por ciento las mujeres. Por eso, hoy el pueblo nos ha dado ese mandato popular, vamos a llevar la paridad al Poder Judicial de la Federación. 

Compañeras y compañeros legisladores, la gran maestra, poetisa y feminista yucateca Rita Zetina Gutiérrez soñó con un día en el que veamos colmados nuestros afanes y realizadas nuestras bellas esperanzas. Hoy me llena de emoción decir que ese día ha llegado, es tiempo de transformación, es tiempo de las mujeres.

Me siento profundamente honrada de ser testiga de este momento histórico, de caminar junto a todas y cada una de ustedes en esta nueva era para nuestro país. 

Hace 71 años nuestras ancestras lograron que se nos reconociera como ciudadanas plenas, con derechos políticos, pero sobre todo con nuestro derecho a votar y ser votadas. 

No olvidemos a las mujeres que hicieron posible este logro, Hermila Galindo, quien defendió el sufragio femenino en la revolución, Elvia Carrillo Puerto, la monja roja del Mayab, incansable defensora de los derechos políticos de las mujeres, María del Refugio García, Amalia Castillo Ledón y Margarita Robles de Mendoza, quienes con su valentía y esfuerzo hicieron que sus voces retumbaran en las Cámaras legislativas y en las calles de México, exigiendo lo que nos corresponde, la ciudadanía plena.

En 2019 llegó otro momento histórico, cuando consolidamos la paridad al elevarla a nivel constitucional. Gracias a ello, contamos con un congreso verdaderamente paritario, y somos el cuarto país con mayor número de mujeres parlamentarias en el mundo, después de Ruanda, Cuba y Nicaragua. Hoy su lucha florece y seguimos avanzando. 

Ahora vemos cumplido lo que nuestras abuelas soñaron, pero jamás imaginaron ver realizado, un México gobernado por una mujer presidenta, un México de igualdad, de justicia y de transformación. Estamos haciendo historia una vez más. Hoy México es parte de los 26 países en el mundo que tienen mujeres al mando del Poder Ejecutivo. Claudia Sheinbaum es la primera presidenta de México. Claudia Sheinbaum es una presidenta para transformar, para liderar y para inspirar. Una presidenta verdaderamente comprometida con las mujeres mexicanas, que con hechos ha demostrado que definitivamente es tiempo de mujeres.

Y lo primero que hizo al asumir su mandato fue enviar un paquete de reformas en materia de igualdad sustantiva, para incorporar un enfoque transversal de género, que garantice la plena igualdad entre mujeres y hombres, asegurando que los derechos de las mujeres sean protegidos de manera efectiva. Reformas que, por cierto, les vamos a dar la atención debida y analizaremos para que muy pronto sean ley. Porque la Cuarta Transformación no sólo es un proyecto de nación, es un sueño compartido donde las mujeres somos protagonistas y el liderazgo femenino es el corazón en esta nueva etapa.

Hoy, 71 años después de que se nos fue reconocida la ciudadanía plena, puedo decirlo con orgullo. Soy ciudadana mexicana, soy morenista y juntas en este pleno del Senado de la República y en todos los rincones de nuestro país, estamos transformando con nuestro trabajo al país, a nuestro amado México. Por todas las mujeres que nos antecedieron, por todas las que van a venir, por nuestras abuelas, por nuestras madres, por nuestras hijas y por nosotras. Por las que luchan en las calles, por las que sacan adelante al país con su trabajo productivo y reproductivo, por todas las que han sido silenciadas y las que no, para que sus voces sigan retumbando y cambiando la historia por el bien de México. Es un honor estar con Claudia hoy. Muchas gracias.