Grupo Parlamentario MORENA, LXVI Legislatura

Versión estenográfica de la participación del GPMorena en la sesión solemne en conmemoración del Bicentenario de la Instauración del Senado de la República

Versión estenográfica de la participación de los integrantes del Grupo Parlamentario de Morena en la sesión solemne en conmemoración del Bicentenario de la Instauración del Senado de la República, celebrada en la Casona de Xicoténcatl el 8 de octubre de 2024

El Presidente Senador Gerardo Fernández Noroña: Para acompañar esta sesión tenemos la presencia de la ministra Norma Lucía Piña Hernández, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por lo que se designa a las Senadoras y Senadores: Beatriz Mojica Morga, Guadalupe Murguía Gutiérrez, Alma Carolina Viggiano Austria, Waldo Fernández González, Alejandra Barrales Magdaleno, Claudia Edith Anaya Mota, que ya se encuentra con la ministra presidenta, Eugenio Segura Vázquez y María Martina Kantún Can, para recibirla y acompañarla a este salón de sesiones.

(La comisión cumple)

En tanto, se declara un receso.

(Receso)

El Presidente Senador Gerardo Fernández Noroña: Se reanuda la sesión.

La Cámara de Senadores del Honorable Congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos expresa la más cordial bienvenida a la ministra Norma Lucía Piña Hernández, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Es un honor recibir su visita.

(Aplausos)

En el presídium nos acompaña la Senadora Ana Lilia Rivera Rivera, quien coordinó los esfuerzos de la Comisión Especial de los festejos del “Bicentenario de la Instauración del Senado de la República y del Sesquicentenario de su Restauración”.

(Aplausos)

Me permito presentar a mis compañeros y compañeras Senadores de la Mesa Directiva, presentes en esta sesión solemne.

La Senadora Imelda Castro Castro, vicepresidenta del Senado.

(Aplausos)

La Senadora Verónica Camino Farjat.

La Senadora Jasmine María Bugarín.
El Senador Luis Donaldo Colosio Riojas.
La Senadora Lizeth García.
La Senadora Julieta Andrea Ramírez Padilla.
La Senadora Imelda Sanmiguel Sánchez.
Y la Senadora Claudia Edith Anaya Mota.

Secretarias y secretarios de esta Mesa Directiva.

Compañeras Senadoras; compañeros Senadores;

Distinguidos invitados:

Hemos sido convocados para conmemorar los “200 Años de la Instauración del Senado de la República”, sólida institución, garante del Pacto Federal.

Compañeros Senadores; compañeras Senadoras:

Es la celebración nada menos que de los 200 años de esta soberanía, les pido ocupar su lugar y guardar silencio.

También está la Senadora Karla Guadalupe Toledo Zamora, una disculpa, vicepresidenta de esta Mesa Directiva de la Cámara de Senadores.

(Aplausos)

Hemos sido convocados para conmemorar los “200 Años de la Instauración del Senado de la República”, sólida institución, garante del Pacto Federal, y que ha resultado fundamental en el devenir histórico y en la construcción de nuestra patria.

Fue un 4 de octubre de 1824 cuando se consagró en la Carta Magna el bicameralismo dando origen al Senado como representante de los intereses estatales.

Esto fue el resultado de largas discusiones en donde quedó de manifiesto la altura de miras de los Diputados Constituyentes quienes, después de analizar las experiencias de diversos países y los idearios de grandes pensadores, convinieron que el segundo Congreso Constituyente plasmara, tanto el Pacto Federal, como un órgano legislativo, que lo garantizara en el texto constitucional.

Es así que tiene su origen el Senado de la República, fundamental en el sistema de contrapesos en nuestro país y que funciona como un órgano representativo, legislativo y de control.

Es por ello que el Poder Legislativo está de fiesta, particularmente el Senado.

Continuamos con el compromiso de hacer que esta institución cuide los intereses de la nación y procure el bienestar del pueblo.

¡Larga vida al Senado de la República!

(Aplausos)

Conforme al acuerdo aprobado, se concede el uso de la tribuna a la Senadora Lorenia Iveth Valles Sampedro, a nombre de la Junta de Coordinación Política.

Tiene la palabra la Senadora Valles.

Muchas gracias, Senadora.

(Aplausos)

 

La Senadora Lorenia Iveth Valles Sampedro: Con el permiso de la Presidencia.

Compañeras Senadoras, compañeros Senadores:

Desde aquel 4 de octubre de 1824, cuando entró en vigor la primera Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos y se declaró a México como un país libre e independiente, el Senado de la República ha sido artífice y testigo de la historia nacional y de las relaciones internacionales que hemos sostenido con otras naciones hermanas del mundo.

Es oportuno traer a la memoria que esta Cámara sufrió el embate de los gobiernos centralistas y conservadores que disolvieron el sistema bicameral, por lo que este año celebramos también 150 años de su restauración.

El Presidente Benito Juárez, en la segunda transformación de la República, decidió poner fin al sistema unicameral para equilibrar los Poderes del Estado; sin embargo, las voces necias y los intereses ajenos a la nación boicotearon el plebiscito convocado para ello.

Fue bajo el gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada que se restauró el Senado en el año de 1874.

La Cámara de Senadores que hoy integramos ha sido a través de la historia una institución estabilizadora y fundamental para dar voz a las entidades federativas y representar sus legítimos intereses y más altos anhelos; ha sido actor y testigo de las cuatro grandes transformaciones de la vida pública y ahora será constructor del segundo piso de la cuarta transformación.

Celebramos 200 años de una institución viva que anida el alma de nuestra nación, una institución surgida de un acuerdo nacional que recoge en entrañas todas y cada una de las expresiones que existen a lo largo y ancho del país.

El sistema federal mexicano es una forma de gobierno y es una herramienta para la transformación; es la voluntad renovada que privilegia la unidad y solidaridad entre las entidades federativas; es una forma de organizar el poder político, el cual en nuestros días no queda la menor duda de que pertenece al pueblo y sólo al pueblo.

Por eso, aquí en el Senado de la República se cristaliza el Pacto Federal con la representación de las 32 entidades federativas que conforman nuestra patria, a fin de impulsar su desarrollo equitativo, evitar las disparidades y asegurar igualdad en el acceso de las oportunidades.

Aquí el pacto moral y jurídico de la Unión refrenda la libertad y soberanía de las entidades como pilares fundamentales del Estado mexicano, expresado de manera clara y contundente en el Acta Constitutiva de la Federación en 1824, cuyos más altos postulados deben seguir siendo el mejor referente para ejercer a cabalidad nuestra función representativa.

Uno de ellos, a la letra dice: “La Nación Mexicana es libre e independiente, para siempre de España y de cualquier otra potencia y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona”.

La ruta de la historia nos ha marcado y el pueblo nos demanda el camino, es la democracia de la igualdad, es el camino de la inclusión de la justicia social, del desarrollo y la prosperidad compartida.

A través de nuestras acciones tenemos el deber de continuar democratizando, perfeccionando y fortaleciendo a la Cámara de Senadores y el Congreso General, porque solo así tendremos un Poder Legislativo fuerte, moderno y transformador, porque este órgano de representación nacional no se agota con su génesis.

Yo invito a todas las fuerzas políticas aquí representadas, a que hagamos de este recinto un espacio de encuentro permanente, dinámico y a la altura de las nuevas realidades que ocurren en cada municipio y en cada entidad de nuestro país.

Entre nuestras atribuciones tenemos la conducción de las relaciones internacionales, a través de la aprobación y ratificación de los instrumentos internacionales de los que México es parte, lo cual implica hacer todo, absolutamente todo lo que esté en el ámbito de nuestra competencia, para seguir poniendo el nombre de nuestro país en alto, para seguir construyendo relaciones comerciales justas y garantes de nuestra soberanía; relaciones culturales y científicas que deriven en un diálogo global, que desemboquen en bienestar y paz para todos los pueblos del mundo.

Hoy, esta LXVI Legislatura es verdaderamente paritaria, por primera vez, en 200 años, rendimos tributo a las primeras Senadoras electas el 4 de julio de 1964: María la Valle Urbina, por Campeche, y Alicia Arellano Tapia, por Sonora, mi tierra.

(Aplausos)

Y desde esta tribuna les digo a las hijas, a las nietas, a las bisnietas y tataranietas del pueblo que este es el tiempo de las mujeres, porque con Claudia Sheinbaum llegamos todas.

(Aplausos)

Llegaron las que se fueron, llegamos las que somos y llegarán quienes serán las grandes protagonistas de la historia que está por escribirse.

Desde aquí, les digo: Aguascalientes. Baja California. Baja California Sur. Campeche.
Chiapas, Chihuahua. Coahuila de Zaragoza. Colima. La Ciudad de México. Durango. Guanajuato. Guerrero.  Hidalgo. Jalisco. México.  Michoacán de Ocampo. Morelos.  Nayarit. Nuevo León. Oaxaca. Puebla. Querétaro. Quintana Roo. San Luis Potosí. Sinaloa. Sonora. Tabasco. Tamaulipas. Tlaxcala. Veracruz de Ignacio de la Llave. Yucatán. Y Zacatecas.

Que pueden tener la plena certeza que hoy, en el Senado de la República se cuidan los intereses del pueblo y de cada entidad federativa que está aquí representada en toda su pluralidad, diversidad y multiculturalidad.

La efectividad del Estado de derecho es una condición imprescindible e inherente a un sistema federal moderno. Por ello, la libertad y la igualdad deben ser un principio, un valor y una meta cotidiana, para continuar haciendo ciudadanía y seguir construyendo patria.

En este Senado de la República estamos decididos a terminar con el saqueo de la riqueza nacional, a eliminar la brecha de desigualdad, a erradicar la pobreza y ponerle punto final a la corrupción.

En este Senado de la República, como parte constituyente del Constituyente Permanente, defenderemos las leyes, nuestro territorio, los recursos y la voluntad del pueblo con la fuerza de la razón, con la letra de la Constitución e impulsando, todos los días, la revolución de las consciencias.

México nunca más será rehén de los intereses de los mercados, ni de los intereses particulares de nadie.

Las mexicanas y mexicanos tenemos derecho a vivir con dignidad y a adueñarnos de nuestro futuro.

Por eso a 200 años de habernos declarado como una Nación libre y soberana, donde por primera vez se consumó el Pacto Federal, que dio vida a la Unión y a este Senado de la República, les digo con verdad. El principio rector que guía nuestros pasos en la construcción del nuevo federalismo es la felicidad del pueblo.

Por eso, más allá de los colores partidarios y las ideologías, les digo, por el bien de todos, primero los pobres.

Es cuanto.

Muchas gracias.

(Aplausos)

El Presidente Senador Gerardo Fernández Noroña: Muchas gracias, Senadora Valles.

Tenemos enseguida la participación de los grupos parlamentarios, estos serán en orden creciente, hasta por diez minutos.

[…]

El Presidente Senador Gerardo Fernández Noroña: Gracias por su intervención, Senador Castañeda.

Aunque no deja llamar la atención que hemos insistido que en las efemérides no se meta por la puerta trasera la agenda política.

No está a discusión el artículo 39 constitucional.

No está a discusión el artículo 135 constitucional.

Ni está a discusión reforma constitucional alguna.

Estamos celebrando, en una sesión solemne, los 200 años de la Cámara de Senadores.

[…]

El Presidente Senador Gerardo Fernández Noroña: El grupo parlamentario de Morena decidió dividir en cinco minutos, en dos intervenciones de cinco minutos su turno.

Tiene el uso de la palabra la Senadora Ana Lilia Rivera Rivera, del grupo parlamentario de Morena.

(Aplausos)

La Senadora Ana Lilia Rivera Rivera: Muchas gracias.

Con permiso de la Mesa Directiva.

Saludo con respeto, y le doy la bienvenida a la maestra Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Honorables Senadoras y Senadores.

Invitados especiales.

Mexicanas y mexicanos:

Este año 2024, es un año de reflexión, de reconocimiento, pero, sobre todo, de compromiso renovado con los valores fundamentales de nuestra democracia y nuestra nación.

Hoy nos reunimos en este recinto históricos, para conmemorar un doble aniversario, el Bicentenario del Senado de la República y el Sesquicentenario de su restauración.

Hace 200 años en un contexto de enormes desafíos y aspiraciones se estableció esta institución que, desde entonces ha jugado un papel crucial en la configuración del destino de nuestra patria.

El Senado de la República ha sido testigo y partícipe de momentos históricos trascendentes, de debates fervientes y de decisiones que han modelado nuestro presente.

Luego de un álgido período unicameral, hace 150 años, el Senado fue restaurado simbolizando el resurgimiento de los principios democráticos en tiempos de adversidad.

Esta restauración no sólo significó el retorno de esta institución, sino también la reafirmación de nuestra identidad como un pueblo que valora el diálogo, la negociación, pero, sobre todo, el pluralismo.

Nuestro Poder Legislativo, comprende desde 1874 esta formación por dos Cámaras es una pieza fundamental en el engranaje de la democracia, como lo advirtió acertadamente Sebastián Lerdo de Tejada, primero como ministro con Juárez y luego como Presidente.

El bicameralismo en México garantiza el equilibrio de poder, promueve un debate más profundo y reflexivo en las leyes que rigen a nuestra nación al ser una Cámara de origen o revisora.

Y esa confianza en el bicameralismo sigue siendo hoy refrendada a través de hechos concretos, mientras que en unos 45 países se tenía una legislatura bicameral a principios de los años 70’s, hoy ese número ha aumentado a 79, además, más de una decena de naciones están considerando la creación de un Senado o ya han tomado esta decisión y están en proceso de establecerla, como es el caso de Perú, que lo hará en el 2026.

Esta renovación del bicameralismo explica en gran medida, porqué en la realidad se ha demostrado que el Senado juega un papel crucial, representado, sobre todo, en la pluralidad política y, sobre todo, en el Pacto Federal, asegurando que todas las voces sean escuchadas, y que las decisiones adoptadas reflejen la diversidad y la complejidad de nuestra sociedad.

Además, en la época contemporánea esta Cámara se constituye como un eslabón insustituible del sistema de pesos y contrapesos que ha evitado tanto la dictadura como la anarquía.

Por eso el Senado es y debe seguir siendo un baluarte de la deliberación democrática, la protección de los derechos y la promoción del bien común.

Sin embargo, es esencial que también hagamos un ejercicio de autocrítica.

Sabemos que la confianza de la ciudadanía en sus instituciones no siempre ha sido sólida, el Senado ha enfrentado críticas y cuestionamientos y es nuestro deber aceptar estos desafíos y trabajar incansablemente para superarlos, debemos reforzar para hacer más accesible nuestra presencia ante los ciudadanos que representamos y nuestros estados, transparentes y responsables, demostrando con acciones que estamos comprometidos con el bienestar de la nación y que podemos ser una institución confiable y digna de la confianza de las y los mexicanos.

En este contexto, es crucial recordar la importancia de defender al Poder Legislativo y al Senado como poderes independientes, libres y de presiones e intereses y que el bienestar de las y los mexicanos esté por encima de los intereses de grupo o propios.

Un Senado independiente garantiza que las leyes y las decisiones que se tomen con un enfoque por el bien común, y no baja la influencia de presiones externas o intereses particulares, siga siendo un pilar de la República.

La independencia legislativa es fundamental para la preservación de nuestra democracia, asegurando que el gobierno sea verdaderamente representativo y responsable ante su pueblo.

Compañeras y compañeros:

En esta sesión solemne recordamos con gratitud aquellos que nos precedieron, a las y los legisladores y ciudadanos que hicieron posible la construcción de este sólido pilar de nuestra democracia.

Deseo que este acto, que se suma a una serie de eventos conmemorativos que se han llevado a lo largo de todo este año, nos invite a reflexionar sobre el camino recorrido, los desafíos superados y la transformación de este Constituyente de 2024 que enfrentará desafíos históricos para la preservación de nuestra seguridad, de nuestra soberanía y de nuestra democracia.

En este año conmemorativo y de transición y de transformación conmemoremos inspirados por grandes hombres, como lo fue Belisario Domínguez que nos deja esta tarea:

“Cumpla con su deber la representación nacional y la patria está salvada y volverá a florecer más grande, más unida y más hermosa que nunca la República mexicana”.

¡Que viva nuestra soberanía!

¡Que viva el Pacto Federal!

¡Que viva el Senado de la República!

¡Y que viva México!

¡Que viva México!

Muchas gracias.

(Aplausos)

El Presidente Senador Gerardo Fernández Noroña: Para cerrar las intervenciones de los grupos parlamentarios, tiene la palabra al Senadora Beatriz Mojica Morga, del grupo parlamentario de Morena, hasta por cinco minutos.

(Aplausos)

La Senadora Beatriz Mojica Morga: Honorables Senadoras, Senadores.

Público en general en las redes sociales que nos acompaña.

Con su permiso, presidente.

Este día conmemoramos el “Bicentenario de la Instauración de 200 Años del Senado” como un símbolo de expresión manifiesta de las voluntades de la Federación.

Su permanencia en el tiempo es una muestra de la estabilidad democrática e institucional que reviste a la nación, del diálogo entre distintas fuerzas políticas que tiene el objeto de crear los marcos legales para todas y todos los mexicanos.

Como sostuvo Rousseau: “la representación es la forma de resolver los problemas de muchos por unos cuantos”.

Siendo así la voluntad popular que llena estos escaños que ocupamos las y los Senadores, convirtiéndonos en caja de resonancia en los lugares indicados en donde se debaten y discuten los problemas que aquejan a la sociedad mexicana.

Para mí es un honor y un privilegio representar a los afrodescendientes desde esta trinchera porque somos un pueblo que como siempre ha formado parte de esta nación y hasta hace muy poco tiempo se le ha reconocido gracias a las leyes de avanzada que se han venido dando.

Pero nosotros siempre hemos estado aquí y hoy queremos que nuestra voz resuene en las paredes de esta casona histórica.

Compartir estos pasillos por las que alguna vez caminó Belisario Domínguez, un hombre de gran convicción, de principios y de lealtad, fiel a sus convicciones éticas y políticas, un ser humano que creyó hasta el final en un México mejor y en paz, es una gran responsabilidad que tenemos todas y todos los que fuimos electos por el pueblo de México.

La relevancia que tiene Belisario Domínguez, hoy a 200 años de la formación de este Senado de la República, y también a 200 años de su muerte, a algunos años de su muerte, no sólo es para la patria, sino en particular para la vida parlamentaria de esta nación.

Repensarlo dentro de estos 200 años del Senado es relevante para no olvidar que tenemos un compromiso irreductible con las y los mexicanos.

Hoy en el Senado se expresan las voces de las 32 entidades federativas de nuestro extenso territorio, es un espacio de deliberación democrática que está lejos en su pasado en el que sólo había hombre y hoy estamos aquí la mitad de las mujeres, somos mujeres.

Después de 200 años, imaginemos cómo en este recinto sólo debatieron hombres y hombres, y es muy reciente que estemos aquí.

Y hoy quisimos intervenir porque al Senado de la República ha llegado el pueblo. Ya escuchamos de nuestros Senadores y Senadoras todo un recuento histórico.

Pero tengo muy presente el primer día que tomamos protesta aquí en este Senado, lo que dijo nuestro presidente Gerardo Noroña: El pueblo ha llegado al Senado representado en las acciones afirmativas.

Por eso hoy estamos aquí, Senadoras y Senadores indígenas, estamos Senadoras, yo seré hoy la primera Senadora afrodescendiente que fue electa en este país; estamos aquí también representantes de la diversidad, de las personas con discapacidad. Y ha llegado la voz del pueblo y esa es una gran responsabilidad.

Por eso quiero hablar hoy de lo que significa el Senado hoy, vemos con mucha responsabilidad, con humildad y con orgullo nuestro pasado y todas las voces que han pasado en esta tribuna.

Pero hoy quienes estamos aquí y representamos el pueblo tenemos una gran responsabilidad con México de sacar adelante reformas extraordinarias que cambien el entorno de nuestro país, que mejoren las condiciones de vida.

Y creo que estamos cumpliendo, estoy segura de que estamos cumpliendo, porque avanzamos ya en la reforma judicial, porque avanzamos en los derechos de los pueblos indígenas y los pueblos afromexicanos, porque estamos avanzando en las reformas salariales.

Y vamos a seguir avanzando, porque México nos lo requiere a 200 años del Senado de la República. Hoy estamos aquí para celebrar esos 200 años, pero también para comprometernos con las niñas, los niños, los jóvenes, las mujeres de este país, a seguir luchando.

Hoy, en este momento histórico, en el que acompañamos a la primera mujer Presidenta después de 200 años también.

Entonces tenemos ese camino que seguir avanzando, abriendo brecha, disminuyendo las desigualdades a través de las leyes, porque así nos lo requirió el pueblo, porque el voto del pueblo nos dio su confianza y tenemos que reivindicar y sacar adelante esa confianza que nos ha dado el pueblo de México.

Y eso significa la llegada del pueblo a este Senado de la República, que reforcemos nuestros trabajos y nuestras tareas, que vayamos avanzando para generar una sociedad de derechos.

Cerrando -y concluyo- esta mirada hacia el futuro, les quiero pedir en esta tribuna que sigamos construyendo un México más justo, más equitativo, más libre, en donde las mujeres tenemos voz, en donde los pueblos indígenas tengamos voz, en donde los pueblos afrodescendientes tengamos voz; más equitativo y más libre, donde el poder se ponga al servicio de la gente, como lo han dicho muchos tribunos en el Senado de la República, donde el Poder Legislativo sea el motor para el progreso y el bienestar de las y los ciudadanos.

¡Que viva el Senado de la República!

¡Que viva México!

Muchas gracias.

(Aplausos)

El Presidente Senador Gerardo Fernández Noroña: Gracias, Senadora Mojica Morga.

Muchas gracias, compañeros y compañeras Senadoras.

Esta Presidencia expresa en esta sesión, que ha intentado ser solemne, que poco tendría que completar al recuento histórico y que lo único que haría sería resaltar efectivamente que, a 200 años de la instauración del Senado, hoy es paritario, igual número de mujeres y de hombres; hoy las hijas y los hijos del pueblo están aquí presentes defendiendo los intereses de la nación y de nuestro pueblo.

Y como lo agradecí en su momento, hoy un hijo del pueblo, un servidor, tiene el enorme privilegio, el enorme honor y la enorme responsabilidad de presidir la Mesa Directiva del Senado, gracias a un movimiento que viene abriendo paso a nuestro pueblo.

No tengo más que agradecerles que casi por unanimidad me hayan dado esa confianza.

Y quiero simplemente desearle al Senado de la República, a la Cámara de Senadores.

¡Larga vida al Senado de la República!

Antes de entonar el Himno Nacional, como es del conocimiento público y a sabiendas de que es una sesión solemne, todo mundo tenemos conocimiento del fallecimiento de una gran mujer, de una gran política, de una gran compañera que fue dos veces Senadora de la República.

Primero, por la oposición, en 1988 por el entonces Distrito Federal, y luego por nuestro movimiento Morena en la pasada legislatura y que además presidía la Cámara de Diputados y que en esa condición era titular de uno de los tres poderes de la Unión.

Quiero pedirles que nos pongamos de pie y le brindemos un minuto de silencio a nuestra compañera Ifigenia Martínez y Hernández.

(Todos de pie)

(Se guarda un minuto de silencio)

Pueden tomar asiento.

Muchas gracias.

¡Larga vida a Ifigenia Martínez y Hernández!

(Aplausos)

Continúe la Secretaría.

 

La Secretaria Senadora Lizeth Sánchez García: Senadoras y Senadores les pido, de favor, mantenerse de pie para entonar nuestro Himno Nacional, que será interpretado por la banda de música de la Secretaría de la Defensa Nacional.

(Todos de pie)

(Se entona el Himno Nacional)

(Aplausos)

La Secretaria Senadora Lizeth Sánchez García: Favor de tomar asiento.

El Presidente Senador Gerardo Fernández Noroña: Queremos agradecer la presencia de la ministra presidenta Norma Lucía Piña Hernández, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así como la participación de las distintas áreas del Senado de la República, para darle este evento la relevancia que amerita.

Y les informo que el Canal del Congreso a lo largo de estos días ha difundido los mensajes de líderes de diversos congresos del mundo, quienes han mandado sus parabienes a esta institución, y también ha preparado un documental para que todas y todos conozcamos el origen y la historia del Senado de la República.

Agradecemos también la participación de la banda de música de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Además, de la conmemoración del Bicentenario de la Instauración del Senado el 7 de octubre de cada año recordamos el sensible fallecimiento del Senado Belisario Domínguez Palencia, quien dio su vida por la libertad y, es una figura fundamental en la historia de esta Cámara Alta, por lo que les solicito a los integrantes de la Mesa Directiva de la Junta de Coordinación Política, que al término de esta ceremonia nos acompañen para realizar las guardias de honor al prócer chiapaneco.

También extiendo una invitación a integrar la guardia de honor a la Senadora Marie Magaña Fonseca, presidenta de la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez.

Solicito a la comisión designada, se sirva acompañar a nuestra invitada hasta las puertas de este recinto cuando desee retirarse.

(La comisión cumple)

Le solicito a las Senadoras y Senadores, que al término de estas guardias se incorporen nuevamente al salón de sesiones para nuestra sesión ordinaria a la que fuimos convocados.

Se levanta la sesión solemne.

Y se cita a la sesión ordinaria, a la una de la tarde con cinco minutos, en este mismo recinto.

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