Proposición con Punto de Acuerdo, por el que La Comisión Permanente del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, exhorta respetuosamente al Gobierno de México, para que instrumente un Programa Social de Acuicultura, denominado “Cultivando Vida en el Mar”, que busque prioritariamente contribuir al bienestar social de acuicultoras y acuicultores a través del impulso de la autosuficiencia alimentaria, con acciones que favorezcan la reconstrucción del tejido social y la recuperación del medio ambiente, a través de la implementación de acuicultivos en mares con sistemas productivos sustentables a fin de lograr comunidades sustentables de incentivar la practica acuícola y generando empleos al cuidado del mar favoreciendo en todo momento una mayor cohesión social.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) 20 millones de personas se dedican directamente a la acuicultura en todo el mundo (FAO, 2018). Esto sube hasta 50 millones si también se tiene en cuenta la participación indirecta de otras personas (FAO y WorldFish, 2016), de los cuales el 80 por ciento de la producción mundial de acuicultura procede de países en desarrollo.
De ahí que tenemos que dejar en claro que de acuerdo con el Instituto Nacional de la Economía Social (INAES), dependiente de la Secretaría de Bienestar del Gobierno de México, la acuicultura se enfoca en la crianza de especies acuáticas, y sus primeras referencias se remontan al año 3800 a. c.
Esta actividad es el conjunto de actividades, técnicas y conocimientos de crianza de especies acuáticas vegetales y animales. Estas especies se desarrollan en diversos cultivos ya sea de agua salada o dulce, bajo condiciones totalmente controladas y al cuidado de ingenieros pesqueros zootecnistas, ingenieros acuícolas y biólogos marinos.
En México se ha divido en dos grandes vertientes, la producción de peces para el consumo humano y la producción de peces de ornato. Profundizando un poco en la primera rama de producción, comer pescado forma parte de la tradición cultural mexicana y es una excelente fuente de proteínas, ácidos grasos, minerales y nutrientes esenciales en la dieta del hombre.
Dado que este 2022, se le congratula como el Año Internacional de la Pesca y la Acuicultura Artesanal, es necesario que nosotros como Gobierno nos demos a la tarea de impulsar esta práctica que así se generará impacto económico positivo en comunidades limítrofes con zonas marítimas y significa equilibrar la producción de alimentos sobre todo que tenemos ya severos problemas con el agua. Con acuicultura se siembra larva o semilla en esteros y una vez lista se regresan al mar para su reproducción natural y desarrollo, por ejemplo. De ahí, que tendríamos la posibilidad de implementar un programa social que sería de mucho impacto pueden establecerse jornales de trabajo y él gobierno puede vincularlo a jóvenes construyendo el futuro, se generarán fuentes de empleo al mismo tiempo que generación de alimentos marinos.