A la senadora Beatriz Paredes, a la senadora Celesta Sánchez, a Ovidio Peralta, a Gilberto Herrera, a Nadia Navarro, a Miguel Ángel Mancera.

Por su puesto a la doctora María del Carmen Pozo de la Tijera, directora general del Colegio de la Frontera Sur, a quien reconozco de manera especial su esfuerzo y el apoyo para hacer posible este importante Seminario.

A todos los que van a participar en este virtual encuentro, que le hemos denominado “El fenómeno migratorio visto desde la frontera sur” que, en efecto, como ya lo describió la doctora, abordará cuatro temas centrales: la dinámica de la movilidad en la región fronteriza México-Guatemala y el desafío para la construcción de gobernanza transfronteriza para el desarrollo.

También quiero destacar la presencia virtual de la doctora María Guadalupe Ortiz Gómez, investigadora del Departamento de Ecosur, de Sociedad y Cultura; y a los distinguidos panelistas. Al doctor Daniel Villafuerte Solís, a la doctora María del Rosario Barajas.

Muchas gracias por su amable aceptación de compartirnos sus experiencias y hallazgos, sobre uno de los temas cruciales en el momento y que no puede el Senado de la República mantenerse ajeno, dado que es nuestra responsabilidad constitucional.

También se ha conectado la senadora Nancy de la Sierra, lo que implica y representa el interés que todos tenemos en este tema.

A todos a quienes nos siguen a distancia, también está en el Canal del Congreso y en las redes. Muchas gracias por atender esta convocatoria.

La migración desde Centroamérica hacia Estados Unidos, ha concentrado las miradas de la opinión pública en los últimos meses. El sistema migratorio estadounidense está recibiendo una gran presión, debido a la llamada marea de migrantes; no sólo de países centroamericanos, sino de otros que llegaron con el inicio de la administración del Presidente Joe Biden.

Las historias de las personas que se ven forzadas a migrar, en efecto, son desgarradoras. Ante ellas, hay esfuerzos audaces de organizaciones de derechos humanos, de gobiernos, tratando de ayudar a solicitantes de asilo y de navegar los procesos de solicitud estadounidense y de otros países, como México.

A la complejidad del fenómeno, se suma la politización del tema, que no podemos negar, ha generado en el Capitolio, en Washington, y la forma en que las autoridades fronterizas terminan siendo escenarios para el enfrentamiento entre partidos, autoridades y personas migrantes.

La migración regular es un asunto ya delicado, pero la migración irregular, es un asunto que no ha podido ser resuelto desde tiempos atrás.

Pero el componente de novedad, se concentra en la forma en que Estados Unidos y México, fundamentalmente, están decididos a abordar este fenómeno, intentando o atacando las causas de raíz y protegiendo los derechos humanos.

La migración ya no es para nuestro país un asunto sólo de seguridad, ahora es asumido como un fenómeno que requiere un enfoque de derechos humanos, de protección y de acción humanitaria, pero también de combate frontal a la corrupción, a la inseguridad, a la manipulación y a todos estos fenómenos que, junto a la migración se están presentando.

Celebramos las coincidencias en política migratoria entre el Gobierno de nuestro país y el de Estados Unidos, pero esto apenas representa un primer paso en el camino de atención al fenómeno que crece a pasos agigantados y que se ha exacerbado a causa de la pandemia.

Recientemente se llevó a cabo una reunión de alto nivel México-Estados Unidos, sobre este tema en particular.

Los actores encargados de atender el fenómeno de la migración son diversos y sus funciones son variadas. Van desde las instituciones del Gobierno Federal, que tienen la responsabilidad de otorgar a todas las personas extranjeras las facilidades necesarias para llevar a cabo procedimientos migratorios legales, ordenados y seguros que permitan su ingreso y estancia en territorio nacional, con estricto apego a la protección de los derechos humanos, incluyendo también las organizaciones civiles y comunidades locales que brindan ayuda a las personas migrantes varadas en las fronteras.

Desde el Senado de la República reconocemos que todos los actores han contribuido a atender el reto, que hay que decirlo, en muchas ocasiones nos rebasa y nos está rebasando; por eso tenemos que prever medidas institucionales para que no ocurra más.

Tenemos ante nosotros una larga lista de tareas a realizar para que estas coincidencias de paradigmas entre el Gobierno de México y el de Estados Unidos pueda generar resultados convenientes esperados.

En el caso del Poder Legislativo hemos emprendido una labor importante para afinar nuestro sistema migratorio y de refugio para que sea coherente con esta visión y, por ello, las reformas a la Ley de Migración en materia de atención a la migración y derecho de las personas migrantes forman parte de la agenda prioritaria de esta Legislatura.

En el caso de la cooperación que se brindará bilateralmente y en conjunto con Estados Unidos a los países del Triángulo Norte, es decir, Guatemala, Honduras y El Salvador, así como Haití.

También tenemos una responsabilidad de analizar y dar seguimiento a la forma como se implementan los programas, la transparencia y la rendición de cuentas con los contribuyentes; pero también entre países el respeto a las prioridades de desarrollo centroamericanas y la gestión para resultados, están en el interés de todas las partes en proceso de cooperación para el desarrollo.

Sin embargo, para realizar estas tareas con precisión, necesitamos adentrarnos en el fenómeno migratorio, ir más allá de lo que sucede en la frontera norte de nuestro país y no limitarnos a nuestros vecinos del sur.

Es imperativo abrazar su complejidad y desempaquetar el fenómeno migratorio para entender cómo impacta a las diferentes poblaciones migrantes, comprender cuáles son las realidades que enfrentan las personas que se ven obligadas a dejar su país, no desde la voz del centro de México, de Tijuana o de Washington, sino desde la voz del sur-sureste mexicano y de todos los países centroamericanos.

Y es por eso que decidimos convocar este seminario: “El fenómeno migratorio visto desde la frontera sur”, que inauguramos el día de hoy.

Acercaremos el análisis de voces expertas del sur-sureste de México y de Centroamérica, que permitan profundizar en el contexto y las dinámicas de las movilidades en esta región fronteriza con Guatemala y Belice; así como revisar los impactos de la legislación, regulación y políticas públicas en materia migratoria, para contribuir a informar la labor legislativa de los senadores y senadoras sobre el tema.

Por ello, acudimos a las migrantólogas y migrantólogos del Colegio de la Frontera Sur, Ecosur con quienes, durante el Primer Año de Ejercicio de esta Legislatura, colaboramos para elaborar una serie de documentos sobre las realidades de la frontera sur.

En esta ocasión, hemos optado por un formato de colaboración más dinámico, a partir de estas cuatro mesas de trabajo, que han sido diseñadas por los expertos, durante los cuales nos sumergiremos en la realidad de la movilidad humana, en la región transfronteriza de la regulación migratoria en el sur de México, de la violencia que sufren migrantes, y de la experiencia particular de las mujeres en la migración.

Agradezco a la frontera sur, a la doctora María del Carmen, directora, también, de Ecosur, y el equipo de académicos que participan en la preparación de este esfuerzo.

Sin más, felicito la realización de estos ejercicios de discusión y reflexión en la pluralidad, sabiendo que el tema, que las senadoras tenemos, es monumental: Asegurar que nuestro sistema regulatorio sea el adecuado para los objetivos y el tratamiento a la dimensión del fenómeno que enfrentamos.

Siendo así, y siendo las 5 de la tarde, las 17 horas con 20 minutos, de este miércoles 22 de septiembre del 2021, declaro inaugurado el “Seminario virtual del fenómeno migratorio visto desde la frontera sur”.

Enhorabuena.

¡Felicidades!