Gracias, ciudadano Presidente.

Patria, tu superficie es el maíz. Tus minas, el Palacio del Rey de Oros y tu cielo, las garzas en desliz y el relámpago verde de los loros. El niño Dios te escrituró un establo y los veneros del petróleo, el diablo.

Es un fragmento de este poema extraordinario del poeta jerezano Ramón López Velarde.

Hazme llorar Fuensanta, dame todas las lágrimas del mar, mis ojos están secos y yo sufro unas inmensas ganas de llorar.

López Velarde, a pesar de que un sector de la literatura nacional lo cuestiona por su pasado político conservador. Fue suplente de diputado del Partido Católico, sin embargo es inmensa la obra y el legado literario de él.

Me halaga que hubiera nacido en Zacatecas, me hace orgulloso de su estirpe, como un hombre de la literatura que ha trascendido fronteras.

Pronto, el 19 de junio del 2021, se cumplirán 100 años de su fallecimiento. Hace un rato, cuando conoció la iniciativa el senador Vasconcelos, me comentó una anécdota que había escuchado, pero que confirmé.

Cuando su padre era el secretario de Educación, le encargó a López Velarde realizara, redactara, hiciera, investigara un poema que trascendiera y que destacara a la patria. Dijo Vasconcelos, el secretario Vasconcelos, “que represente la mexicanidad”, y eso fue lo que logró López Velarde.

La Suave Patria, la Novedad de la Patria, la Sangre Devota. Por eso me parece correcto que votemos este punto de acuerdo, para inscribir en letras doradas la leyenda “Ramón López Velarde. Poeta de la Patria”.

Es un homenaje justo a este gigante.

Murió muy joven. La muerte lo sorprendió a temprana edad, a los 33 años, y su muerte puso fin a una carrera lírica extraordinaria, de la cual se conservan sus pocas, pero muy importantes obras.Con el término de La Suave Patria, logró escalar a la universalidad.

Les pido votar en favor de esta propuesta que el senador Mancera y yo hemos suscrito y que la Comisión de Cultura, en la voz de la senadora Susana Harp, ha expresado su beneplácito.

Sé que incluso en la Comisión puede haber dudas por ese pasado político conservador, pero no hay que reconocer ese pasado. Hay que reconocer el hombre universal que fue López Velarde.

Me quedo con este gigante de las letras. Y me parece que, a sus 100 años de fallecimiento, muy bien lucirá, con letras doradas, “López Velarde: poeta de la Patria”.

Los zacatecanos y el país, muchas partes del mundo, van a agradecer que se le haga justicia a López Velarde, aunque sea 100 años después de su fallecimiento.

Enhorabuena

¡Que viva López Velarde!