SENADOR RICARDO MONREAL: Les pido tomemos asiento. Vamos a empezar, siéntense por favor.
Es la última de las conferencias de la Plenaria. Les quiero comentar que cerramos esta sesión, esta Plenaria, con un amigo de lujo, Zoé Robledo, que ha estado trabajando con talento y con eficacia en el Seguro Social; es una tarea muy complicada.
Y, nos da mucho gusto que sea él quien cierre nuestro ciclo, nuestra Plenaria, nuestra reunión. La mecánica, licenciado Zoé, ahora está la prensa, escucha el mensaje. Y, después nos quedaremos sólo senadores y senadoras, sin prensa, para preguntas, inquietudes, dudas, suspicacias.
Entonces, en esta ocasión nos va a moderar Gricelda, que es la presidenta de la Comisión de Seguridad Social, para que ella sea quien conduzca. Pero queremos expresarle la más cordial bienvenida.
Y, también pedirle, después de esta intervención, como hay muchos temas de salud, los senadores me han pedido que nos pudiéramos reunir cada mes, una vez al mes para temas de gestión, de los estados, de sus áreas geográficas de influencia, y revisar con su equipo los planteamientos que haya en las entidades federativas.
Entonces, le pido a Gricelda tome la palabra y conduzca y modere esta reunión.
SENADORA GRICELDA VALENCIA DE LA MORA: Muchas gracias, Coordinador.
Maestro Zoé Robledo, bienvenido al Senado.
Iniciamos con su introducción y seguimos, después, con las rondas de preguntas. Le doy el uso de la voz.
MAESTRO ZOÉ ROBLEDO ABURTO: Muy bien. Muchas gracias y muy buenas tardes a todas y a todos.
Doctor Monreal, muchas gracias por la invitación. Presidenta, gracias, un gusto que estés con nosotros, y con todas y con todos.
Yo quiero decirles que algo muy malo debo haber hecho en mi vida pasada, que me toque cerrar hoy la Plenaria, cuando estuvieron con el Presidente; entonces poco les voy a poder aportar más de lo que hayan hablado con él.
¿No habló de salud? ¡Ah, bueno! Entonces ahí tengo una ventaja.
Pero a mí me evoca mucho estar aquí hoy, en este día, por una razón: la última Plenaria que tuvo el Grupo Parlamentario entonces, en 2018, PT-Morena, la hicimos en un saloncito allá abajo, porque éramos poquitos; y ver tantos senadores, compañeras y compañeros, a mí sí me emociona mucho. Regresar al Senado y ver que ha cambiado, eso me entusiasma mucho pensando en la transformación del país.
Y, además, porque justamente la presentación que hoy vengo a hacer, está muy enfocada a los temas de salud. A final de cuentas es el tema, creo, que está hoy en la agenda pública; y lo está principalmente porque igual que hace 80 años, cuando estaba naciendo no el Seguro Social, pero sí la iniciativa de ley del general Lázaro Cárdenas, cuando se la encarga a García Téllez, en 1937, tienen que pasar seis años, ya con Ávila Camacho, para que se apruebe en las cámaras la Ley del Seguro Social.
Y, estábamos revisando algunas de las conversaciones de García Téllez, con el general Cárdenas y con Ávila Camacho, y había unas terribles resistencias. Empresarios que decían cuánto les iba a costar adherirse; gente que hablaba de la debacle a la que se iba a dirigir el país en términos de salud, si se concretaba el Seguro Social.
O sea, resistencias a la garantía de derechos han existido siempre. Y hoy, que estamos en el nacimiento de una nueva institución, del Instituto de Salud para el Bienestar, y a 77 años del nacimiento del IMSS; mi único augurio es que dentro de otros 77 años sean mexicanas y mexicanos del futuro, los que estén defendiendo lo que hoy ustedes hicieron con estas reformas de ley, y que está empezando a nacer con el INSABI.
Por eso, al final de la presentación quiero hablar un poquito al respecto.
Pero bueno, si quieren empezamos.
¿Qué estamos haciendo en el Seguro Social, en específico para garantizar el derecho a la salud?
Primero, es un cambio de rumbo completamente. No somos un banco, en el Seguro Social, nuestras metas no deben ser jamás financieras, deben de ser de garantía de derecho sociales; y uno de esos, quizá el de los más importantes, el derecho a la salud.
Conocen los datos, son 71.3 millones de personas derechohabientes, son datos siempre muy dinámicos, la gente entra y sale al Seguro Social. Y, en la parte de IMSS Bienestar, desde hace 40 años, 12.3 millones de personas en 19 estados de la República, donde hay presencia de este programa que, para mí, es la tercera “s” silenciosa del Seguro Social, la “s” de la solidaridad.
Hace 40 años, en respuesta a la Convención de Alma-Ata, que ya veía que el mundo, los sistemas de salud estaban transitando de atender enfermedades infecciosas, a no transmisibles, se tenía que hacer algo, y basar en la prevención. Prevención, acompañada de involucramiento comunitario, del derecho y el deber de proteger y de ver por nuestra salud.
La respuesta mexicana es extraordinaria, el COPLAMAR; bueno, el COPLAMAR ya existía, pero la unión de COPLAMAR con IMSS Bienestar en mayo de 1979, y ese es un programa que sigue vigente, y sigue vigente con muy buenos datos en el primer y segundo nivel, porque es 100 por ciento preventivo e involucra a la población, hace acción comunitaria como no hace ningún otro sistema de salud de ningún estado del país o, por lo menos no lo hace de manera tan extensiva y desde hace tanto tiempo.
Ahora, lo que nosotros vemos es que durante mucho tiempo las administraciones neoliberales empezaron a entender al Seguro Social de una manera diferente, y lo empezaron a plantear como un seguro similar a lo del seguro popular solamente de carácter financiero.
Tuvo un proceso terrible de privatización silenciosa de áreas y de procesos estratégicos y sustantivos. No sólo es la parte de la distribución con la que nos encontramos el año pasado a merced de los privados, no solamente es las centrales de mezclas, también la gestión de proyectos arquitectónicos.
Pasamos de tener a grandes arquitectos, como el arquitecto Yáñez, la UNAM está llena, la facultad de arquitectura de arquitectos del Seguro Social, a tener cada vez menos capacidades de gestión, por eso es que tenemos tantos hospitales ahí a medio concluir o que simplemente no se pudieron arrancar.
Pero el problema era principalmente de inversión, seguía creciendo la derechohabiencia y no crecía al mismo ritmo la capacidad de atención.
¿A dónde nos llevó esto? A tener .67 camas por cada mil derechohabientes.
Aquí los que han estado en los temas de salud, saben que la Organización Mundial de la Salud plantea que sean 2.5; hay quienes dicen que deben de ser más.
¿Cuál es nuestro objetivo? Llegar a una cama por cada mil derechohabientes.
Pero antes de eso hay un paso anterior, que es el de poner a todo su potencial nuestras instalaciones, nuestra capacidad ya instalada; algo que el Presidente López Obrador planteó en agosto en la 110 Asamblea del Seguro Social cuando dijo: Entre los contratos y la gente, preferimos a la gente.
El IMSS había dejado de contratar médicos y enfermeras, personal de salud en general desde hace mucho tiempo, y ese crecimiento también fue mermando nuestra capacidad de atención.
Estos 258 hospitales de segundo nivel, más los 25 de tercer nivel, acompañados de mil 500 unidades de medicina familiar, ¿cómo los pensamos mejorar?
Primero, tenemos el problema de la postergación de cirugías.
En el IMSS casi todo tiene que ver con el tiempo; los tiempos que tienen que ser rápidos en términos de salvar una vida.
Cuando alguien pide una cirugía en el Seguro Social, muchas veces en ciertas especialidades les podemos dar plazos muy largos, dependiendo la especialidad.
Traumatología, por ejemplo, puede ser de meses; otros quizá llevan menos tiempo.
¿Qué es lo que estamos planteando?
Hicimos una contratación muy grande de personal, para poder realizar este año en la primera etapa 73 mil cirugías programadas en fin de semana, porque ese es uno de los grandes problemas, no tenemos los quirófanos utilizados los fines de semana, prácticamente en ningún lugar.
¿Qué es lo que vamos a hacer? Empezar a abrir fines de semana.
Dos grandes efectos, primero, a las empresas les permitirá que los trabajadores asegurados sean quienes puedan ir en fin de semana, si así lo desean, y no perder un día de trabajo; y concentrarnos quizá con los familiares, los beneficiarios entre semana, sin que esto sea una condicionante ni mucho menos.
Eso nos va a permitir ampliar y llegar, esa es la meta al fin de esta Administración con todas las unidades de segundo nivel con cirugías los fines de semana.
Y, todas las nuevas que estemos haciendo, ya las estamos programando para que tengan capacidad de operación en fin de semana.
Lo siguiente son las consultas. Las de medicina familiar, la consulta del médico familiar y la consulta de especialidad; lo mismo, 18 días en un caso, 30 días en el otro de espera para una consulta.
Ahí, en las Unidades de Medicina Familiar, nuestra intención es crecer a 812 consultas adicionales en especialidades, y 898 consultas los fines de semana de medicina familiar.
Actualmente, estamos haciendo en total cerca de 400 mil; es un crecimiento exponencial.
¿De qué se trata? De hacerlo con más gente.
Y, finalmente, el tema de las urgencias.
Las imágenes de las áreas de urgencia del Seguro Social atestadas con camillas en los pasillos y demás, tiene que ver con el primer nivel más que con el tercero o con el segundo. Tiene que ver que muchas urgencias no quirúrgicas que podrían ser atendidas en el primer nivel, no tenemos en las Unidades de Medicina Familiar, que cualquier persona la ve cerca de su casa y dice: “Si algún día me pasa algo, pues vengo para acá”, ¿qué se encuentran en la gran mayoría? Pues llegan y están cerradas porque no hay admisión continua. No hay atención 24 horas.
¿Qué es lo que estamos planteando? Que todas empiecen a tener atención continua en urgencias no quirúrgicas.
¿Por qué insisto en lo de urgencias no quirúrgicas? Porque hay áreas de urgencias que requieren la especialidad del urgenciólogo; éstas son las que puede atender un médico general y que, si no puede resolver, ya deriva al hospital de segundo nivel. Un niño con laringitis, un piquete de alacrán, sí, exactamente.
Esa parte es fundamental, porque entonces vamos a desaturar el tercer nivel y el segundo nivel.
El Seguro Popular era donde tenía gran complicación; como todo era curativo para el Seguro Popular, una urgencia de una picadora de alacrán terminaba en el hospital de tercer nivel; no había un trámite previo.
Aquí lo que estamos buscando es construirlo a partir del modelo, como ha sido el Seguro Social siempre, desde la Unidad de Medicina Familia, primer nivel, segundo, hasta el tercero ya la alta especialidad cosas que sólo se pueden atender ahí.
La intención es esa, que todas las unidades lleguen hacia finales de este sexenio con admisión continua 24 horas en este tipo de urgencias.
¿Con quién lo vamos a hacer? Bueno, es más o menos lo mismo, esta es la meta.
Pero hay una siguiente, si lo pueden pasar, miren, ¿con quién lo vamos a hacer? Pues con gente, con personal.
Es cierto lo que dice el Presidente. Se empezaron a dejar de abrir nuevas plazas de personal médico y de enfermería que hacía que los exámenes tuvieran estos problemas.
Ahí hay un punto que es importante destacar, creo. La coordinación para el sector salud es extraordinaria; nos reunimos todos los lunes con el doctor Alcocer, por lo menos una vez a la semana, cuando no son más.
Y, estamos revisando todos los elementos, por ejemplo, del examen, porque sí creemos que en la forma como se ha estado haciendo, en donde quienes se aplican para una residencia sólo aplican para una especialidad, y si no logran el puntaje tienen que esperar hasta el siguiente año, abrirles, como ha ocurrido en otros momentos, la posibilidad a escoger otras especialidades, porque estamos rechazando a extraordinarios alumnos pero porque se les hizo ese cuello de botella, como ese embudo, justamente porque decían: Es que si después no tienen plazas, ¿para qué los estamos preparando?
Y también cuestiones que tienen que ver con el Seguro Social de cómo lograr que se queden más tiempo con nosotros a quienes nosotros preparamos.
No es sólo ir abriendo más cursos, es una parte que estamos haciendo, pero también generándoles esa idea de que tienen que regresar algo de contribución a la sociedad y a las instituciones.
La primera etapa de esta convocatoria son ocho mil 700 vacantes que se abrieron. Se abrieron, por cierto, en un proceso con el sindicato en una convocatoria por Internet, abierta, y ubicando especialidad y lugar; y después también estamos esperando los resultados del examen de especialidad para residencias y ya de ahí poder empezar a mandarlos a los estados.
Ahora, una de las partes más importantes es que las cabezas estén metidas en este nuevo rumbo del Seguro Social. Las cabezas del Seguro Social en los estados pues son las oficinas de representación, las anteriores delegaciones.
Ustedes, el año pasado, en noviembre, aprobaron reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, que hablaban sobre las delegaciones y las oficinas de representación y es cierto que esto puede ser que no alcanzara al Seguro Social, porque tenemos la Ley del Seguro Social o la misma Ley de Entidades Paraestatales que nos norma también.
Sin embargo, había que entender la lógica de operación del Presidente cuando nos decía, si no es así, busquen en personal de base y eso es lo que hicimos: nos fuimos a la base trabajadora, buscamos gente con 10 años de experiencia en el Seguro Social, personal médico y de enfermería, personal de salud, porque ahí es donde están nuestros principales problemas.
Si tuviéramos un problema de recaudación, pues hubiéramos ido a buscar puros hacks, pero aquí era buscar temas, médicos específicamente, que tuvieran trayectoria, que ya hubieran sido directores de un hospital, de un UMAE, jefe de servicios de alguna delegación estatal, coordinador de un programa.
Y, a partir de eso la convocatoria se abrió. Fueron cerca de mil 200 personas registradas, de esas eran 900 elegibles y fueron pasando un filtro hasta que 174 presentaron el examen para 35 posiciones, con una condicionante: los 174 sabían que, si presentaban el examen, avanzaban en el proceso, no estaban concursando por una jurisdicción, estaban participando por una delegación, pero no sabían a qué estado se iban a ir.
Hasta el día donde ya tuvimos a los 35 mejores hombres y mujeres, porque fue paritario por cierto, son 17 mujeres y 18 hombres, el número ahí sí ya no puedo hacer nada, el 18 contra el 18 salió mejor el 18 varón, pero sí fue muy importante que el día que, en el Consejo Técnico del Seguro Social, nuestro espacio del tripartismo, llegaron esas 35 personas, los mejores calificados, no sabían a dónde se iban a ir.
Y fue la democrática tómbola, en este caso de los niños gritones de la Lotería Nacional, quienes fueron sacando y determinaban el destino de estas personas.
¿Por qué lo hicimos así?
Principalmente porque eso demuestra la lealtad a la institución. Hay muchas instituciones que hacen cosas similares. En las Fuerzas Armadas no le andan preguntando a un general si se quiere ir de jefe de zona a un lugar o a otro, lo mandan y punto.
Aquí era que estas personas que han dado su vida y quieren terminarla en el Seguro Social en términos profesionales, se fueran a encabezar este proceso y que fuera el mérito, la capacidad, la evaluación, la que hablara por ellos.
Algo bien importante y es algo que creo que es parte de la transformación que estamos viviendo: lo abrimos a enfermeras y es algo que consulté con los directores de prestaciones médicas, los mejores doctores.
Decía el doctor Kumate, con todo el respeto a los doctores, pero el doctor Kumate lo decía así: un hospital puede operar sin doctores, pero nunca sin enfermeras, porque de verdad son una base fundamental de la operación, del contacto directo.
Yo siempre se los digo, cuando ellas hablan con un derechohabiente, es el Estado Mexicano hablando con alguien más, no es nada más una enfermera del IMSS y son seis las enfermeras que van a encabezar alguna delegación.
Hay muchas cosas pasando con las enfermeras, yo agradezco mucho las reformas que hicieron a la Ley de Salud que hoy permiten que ciertos medicamentos ellas los puedan prescribir.
Fíjense, lo que ustedes hicieron, que estaba muy bien, el IMSS estaba atado de manos porque nosotros no reconocíamos la licenciatura en Enfermería al interior del Segur, a pesar de que en las siete escuelas de enfermería que tenemos, lo que damos es la carrera de licenciatura, no la técnica, la estamos haciendo para que puedan hacer lo que ustedes determinaron: que puedan empezar a recetar cierto tipo de medicamentos y eso también libere de alguna presión a los médicos.
Además, tenemos el compromiso, espero que lo logremos, de que en esta administración y este año haya la primera directora de una Unidad de Medicina Familiar enfermera.
Nunca ha existido y es uno de esos espacios de los techos cristal famosos que no se les ha abierto, no por falta de capacidad, sino porque así eran las cosas, pero las cosas están cambiando.
Entonces, era algo que les quería presentar y también invitarlos: vamos a tener una serie de eventos, en cada estado, de manera simultánea, para la presentación de estas personas, después del 15 de febrero, les haremos llegar la invitación a todos para que nos puedan acompañar en esto.
Finalmente, esto tiene que ver con capacidad instalada. Ahora, ¿Qué vamos a hacer en materia de infraestructura? Tenemos que crecer, pero crecer de manera ordenada.
Como se los decía al principio, el IMSS perdió mucho de su capacidad de gestión de proyectos, le confió todo al privado y entonces eran los llave en mano y que hagan el proyecto y que hagan también la obra y ahí están dos recisiones que se hicieron de dos APP porque incumplieron.
Pr cierto, las hizo Germán y yo lo agradezco, porque si no, los hubiera hecho yo de cualquier manera, n sé si anda por acá, pero si no, ahí le mandan mi saludo, porque fue muy importante que lo hiciera: dos APP que habían incumplido en cosas mínimas.
Se licitaron en noviembre del 17 y todo 18 no pasó otra cosa, ahí está el terreno. La única diferencia entre el día que se licitó y hoy, es que ahora tenemos un terreno emproblemado, porque además nos demandaron.
Entonces, tenemos que ser muy cautos. El día de ayer el Presidente seguramente lo comentaron con él hoy, planteó la creación de un Gabinete de Crecimiento Económico, tiene mucho que ver con esto, porque también se está planteando un Gabinete de Infraestructura y de Inversión Pública, sobre todo de los grandes proyectos, el Tren Maya, el Transístmico, las refinerías.
El Proyecto de Infraestructura del Seguro Social es más o menos de ese tamaño, nada más con una diferencia, nosotros lo vamos a desplegar por todo el país.
Y ahí es también una invitación a partir de lo que comentaba el doctor Monreal, de que pudiéramos hacer en estas reuniones, desde luego como las que hacemos con la Comisión de Salud, o la del Trabajo o la de Seguridad Social, por estados, para que les podamos contar qué de estas acciones, ya sean construcciones de unidades de medicina familiar o segundos niveles o tercer nivel, van para los estados.
Adicionalmente a eso, el año pasado nos aplicamos mucho, sobre todo en los últimos meses, en el tema del ejercicio del gasto, con equipo.
Había equipos del tercer nivel, del Siglo XXI, de La Raza, no hablo de los hospitales rurales de IMSS Bienestar, que tenían 30 años los equipos, 10 años ya donde estaban operando sobre su vida útil y no habían llegado, proformas y demás y llegó equipo de una manera muy grande, honestamente, fue un gasto importante y es de las cosas que les quisiera compartir a más detalle estado por estado.
Esta es más o menos la lógica que tenemos, es igual que la lógica de los proyectos de infraestructura que se presentaron recientemente, que es primero los proyectos que ya están listos, que podemos empezar mañana, que pueda llegar una cuadrilla de albañiles y pueda comenzar.
Hay otros que tenemos que buscar permisos y demás. San Alejandro, en Puebla, es uno de los dolores de cabeza porque el hospital se tiene que demoler y no se ha podido porque es una historia ahí de mucha ineficiencia de pasadas administraciones y después los que ya tenemos y son de nuestra propiedad.
Por todos lados hay edificios abandonados que nos quieren donar, los estamos viendo caso por caso. Gobernador que nos ofrece un hospital y decimos. ¿tiene vialidades? ¿tiene servicios, agua, electricidad? ¿está cerca de nuestra derechohabiencia? Entonces sí, porque tampoco se trata de que el Seguro herede los problemas de otros.
En Ciudad Juárez lo vamos a hacer con el hospital que está ahí, el de Juárez, bueno, no entro mejor en detalles y lo platicamos uno por uno.
El tema de IMSS Bienestar y sobre todo ahora que ya se está venciendo el plazo, que se les dio a los gobernadores para la famosa adhesión. Hay cinco estados todavía no adheridos donde está IMSS Bienestar: Coahuila, Tamaulipas, Michoacán -no, Guanajuato ya sumó-, son dos de Acción Nacional, dos del PRI y Michoacán, bueno, de Silvano.
Coahuila es uno de ellos, Michoacán, Tamaulipas; Aguascalientes no hay IMSS Bienestar, o sea, donde hay IMSS Bienestar y no hay adherencia. Ahorita se los doy. Me parece que es Sinaloa y Nayarit, ese es el otro. Estados que no se han adherido y sí hay IMSS Bienestar.
¿Por qué los menciono? O sea, Sinaloa, sí hay IMSS Bienestar y no se ha adherido, pero les traigo el dato; ah, ya se adhirió.
¿Pero por qué les menciono éstos? Porque ahí en el primer y segundo nivel nosotros vamos a tener que entrar al quite, no digo porque se vaya a suspender lo que estén haciendo en primero y segundo nivel, pero nosotros tenemos que tenerlos como focos ahí porque van a seguir en el mismo modelo de transferencia de recursos a partir de la afiliación a lo que antes se conocía como el Seguro Popular.
¿Cuál es el planteamiento que yo le estoy haciendo a Ferrer? Que les descuente lo que atendemos nosotros, porque si ustedes ven las cifras por institución, pues resulta que está muy claro en donde son derechohabientes nuestros o del ISSSTE, pero de repente vemos cifras que no empatan con la población abierta no derechohabiente, entre lo que atendemos nosotros y atienden los estados.
En pocas palabras, le cobran a la Federación trabajo que hacemos nosotros, porque nosotros no tenemos ese modelo, al IMSS Bienestar no le pagan por persona adherida, es un presupuesto que se aprueba y punto, porque estos sí son recursos fiscales y no de cuotas obrero-patronales.
El planteamiento con Ferrer es, de los estados que no se adhieran, descuéntales primero y segundo nivel esa prima. Para darnos una idea, la prima del Seguro Popular andaba como en tres mil pesos y la del IMSS Bienestar debajo de mil y atendemos primero y segundo nivel. Entonces ahí hay que ajustar eso.
Adicionalmente a eso, de los 40 mil millones adicionales que se dispusieron, nosotros, afortunadamente ustedes al aprobar la ley, establecieron en un artículo que el INSABI puede hacer convenios con instituciones de salud pública, estamos el martes firmando -lo vamos a hacer en El Pulso de la Salud-, vamos a firmar el convenio ya de transferencia, pero ya directas con la lista de este año del equipo que se va a comprar y de los hospitales.
Ahora, independientemente de eso, hay compromisos que se hicieron en la gira, que están ya arrancando: dos en Coahuila, San Buenaventura y Matamoros, que eran hospitales muy viejos del IMSS Bienestar, y el de San Quintín, en Baja California.
Además de eso necesitamos mandar mucho equipo, firmamos un convenio con Adelfo Regino, del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas y nos aportó ahí unos recursos para mandar 20 ambulancias a estos hospitales. En fin, haciendo muchas cosas en este programa que de verdad es extraordinario.
¿Por qué esto es bien importante? De repente se cree que el IMSS-BIENESTAR es solamente la atención de vacunas, de vacunación y los programas de descacharrización y demás y no es así.
Tenemos, primero, hay cuatro especialidades trocales que atienden cerca del 80 por ciento de los padecimientos de la población: medicina familiar, ginecoobstetricia, cirugía general, pediatría, además desde luego el especialista, que nunca lo ponemos, pero el anestesiólogo, sin él, el cirujano poco puede hacer.
Pero además tiene otros servicios: dentales, de nutrición, psicólogos, porque esto en los pueblos, en los lugares en donde está el IMSS Bienestar es valiosísimo.
¿Cuál es la indicación del Presidente? Que vayamos creciendo en tres especialidades más, que son estas: traumatología y ortopedia, otorrinolaringología y oftalmología, y que ya sean parte de las especialidades.
Es decir, un hospital rural de IMSS Bienestar va a tener casi 10 especialidades atendidas en los lugares, ahí sí, más alejados y de más necesidad.
Miren, salvo San Calletano, en Nayarit, que ya casi es parte de Tepic, todos los hospitales prácticamente están en lugares realmente apartados. Una de las cosas extraordinarias que tiene este sistema, este programa, es cómo está distribuido en el territorio.
Y la otra es, tanto en el ordinario como aquí, pero sobre todo en el ordinario, la lógica de la coordinación institucional a partir del intercambio de servicios, de ida y vuelta.
Nosotros no tenemos un problema en pasar recursos de una institución pública a otra institución pública, que nos cumpla y que no tenga fin de lucro y viceversa, porque nosotros estamos empezando a ofrecer muchos servicios a instituciones, el ISSSTE, por ejemplo.
En el tema de central de mezclas, incluso con los servicios de salud del Ejército y la Marina, estamos viendo cómo nos coordinamos para que no tengamos duplicidades y que si alguien tiene una buena central de mezclas y puede terminar su contrato con estas empresas, muchas de ellas de farmacia o de laboratorios -perdón-, que se llevaron hasta el proceso de la mezcla, pues entonces mejor hacerlo de manera institucional, no tenía sentido que eso lo hubiéramos perdido porque además lo hacemos muy bien.
En muchos años las centrales de mezclas y el Seguro no han tenido un problema de contaminación a diferencia, sí, de centrales de mezclas privadas.
Al final creo que ese mito de que todo lo que hacía el privado lo hacía bien y de manera honesta, y todo lo que hacía el público lo hacía mal y con corrupción tiene que desmontarse. No digo que no haya habido casos, desde luego que los hubo, pero hoy debemos tener la prevalencia del Estado por encima de cualquier otra cosa.
Finalmente, me parece que hay una cosa más, y si no; bueno, era los que les comentaba, los que tenemos programados para este año.
En el hospital de Tlaxiaco creo que vamos a tener una cosa extraordinaria, ese va a ser el primer hospital con estas nuevas especialidades. Ya hay un hospital allá en Tlaxiaco, ya existe, del IMSS Bienestar de hace muchos años, se construyó hace como 11, en alguna administración local se construyó el hospital de especialidades. Ahí está el hospital hace 11 años y nunca ha entrado en operación.
¿Cuál es la lógica? Que nosotros lleguemos, tomemos ese hospital, el nuevo de Tlaxiaco, que le estoy diciendo al gobernador Murat que termine las vialidades, los servicios y demás, lo equipe bien y entonces entramos nosotros a operarlo con las nuevas especialidades que les comentaba. Va a ser el primero que va a tener estas tres adicionales.
Y el hospital actual que tenemos en Tlaxiaco, lo vamos a convertir en un centro de capacitación para el personal de IMSS Bienestar, que no tenemos.
Muchas de estas capacitaciones se hacen en hoteles o se rentan espacios para hacerla. Decimos nosotros pues hagámosla en un hospital, hagámosla de a deveras, donde van a ir a trabajar en un lugar similar en donde están ubicados.
Creo que en Tlaxiaco puede salir algo muy bien, lo mismo San Quintín, que va a tener estas otras especialidades; los que les comentaba, los dos de Coahuila.
Miren, de los 80 que recorrimos, muchos tienen problemas de equipo muy viejo, pero la infraestructura estaba bastante bien.
Aquí sí lo debo de reconocer, sobre todo en Matamoros, en Coahuila, tuvimos que entrar al hospital con el Presidente con casco, porque sí había unas partes ya colapsándose. Eso son sustituciones también.
Y el de Huajuapan de León que estamos también ahí planteando. No es un hospital rural, perdón, ahí está mal, es una unidad rural la que vamos a hacer este año y el hospital va a tener adecuaciones.
Me parece que esa es toda la presentación y estoy a sus órdenes para cualquier pregunta.