Grupo Parlamentario MORENA, LXVI Legislatura

Versión estenográfica de la participación del doctor Alejandro Gertz Manero, fiscal General de la República, durante los trabajos de la IV Reunión Plenaria del Grupo Parlamentario de Morena en el Senado de la República.

SENADOR RICARDO MONREAL: Decidimos, por conveniencia legislativa, parlamentaria y diplomática, separar las intervenciones de la secretaria de Gobernación, del Fiscal y del Consejero Jurídico; por lo que esta tarde priorizamos esta agenda y sólo será el fiscal General de la República quien exponga.​
Y, una vez que exponga, vamos a quedarnos para preguntas y respuestas, en la misma mecánica y procedimiento que lo hemos hecho toda la mañana.​
Es un tema fundamental, desde mi punto de vista, es clave, y le queremos decir al fiscal General que reconocemos no sólo su talento y su prudencia; sino todo el empeño que le ha dedicado a esta difícil tarea que le tocó heredar: el tema de la procuración de justicia.​
Que avalamos, respetamos y así lo ratificamos en el Pleno, cuando decidimos avalarlo y designarlo. Yo creo que a un año de distancia o más de un año de distancia, podemos ratificar que no nos equivocamos, que es un hombre serio, republicano, prudente y que ha cuidado la autonomía por encima de todo.​
Me consta que es un hombre autónomo y que la Fiscalía a su cargo está funcionando y va a funcionar mejor, por eso es que es importante esta conversación con él, para establecer una colaboración estrecha y revisar el Estado jurídico en el que se encuentra; pero además, la necesidad legislativa: qué necesita la Fiscalía para poder enfrentar con éxito el crimen y la inseguridad y la violencia en este país.​
Por lo tanto, le pido al presidente de la Comisión de Justicia, a Julio Menchaca, pueda moderar la reunión e iniciar la misma.​
Adelante, Julio.​
SENADOR JULIO MENCHACA SALAZAR: Muchas gracias, Coordinador. Buenas tardes a todas y todos.​
Bienvenido, doctor Gertz, fiscal General de la República. Estamos haciendo un ejercicio, como cada sesión Plenaria, en donde responsables titulares de Secretarías, vienen a compartir con nosotros sus inquietudes y cómo vamos a estar construyendo nuestra agenda legislativa.​
Para iniciar le damos el uso de la palabra, y luego estaremos en rondas de preguntas y respuestas.​
Por favor, tiene el uso de la palabra, doctor Gertz.​
FISCAL ALEJANDRO GERTZ MANERO: Muchas gracias.​
Muchas gracias a ustedes por recibirme y por darme la oportunidad de continuar mi obligación y mi gran satisfacción, que es poder rendir cuentas a quienes me eligieron. Yo lo voy a estar haciendo en cada ocasión en que ustedes consideren que es importante mi presencia aquí y que yo les pueda hacer un relato de cuáles son los resultados que tenemos, cuáles son los problemas que estamos enfrentando y qué es lo que debemos y vamos a lograr, para realmente lograr la pacificación, el orden y la justicia en el país.​
En este último ejercicio del año 2019, yo quisiera comenzar con una información que está avalada por los datos que hemos estado dándole al INEGI y que el Gobierno de la República, no nosotros, ha considerado que son absolutamente válidos y dignos de crédito.​
En el año 2019, el índice delictivo nada más de los delitos federales que nos tocan a nosotros, nada más, se ha logrado reducir el 13 por ciento. Esto es realmente algo que suena un poco a contrasentido de lo que hemos estado recibiendo de información de la situación general de la crisis de seguridad en el país, y esto lo debemos de tomar en el contexto de que solamente el 7 por ciento de los delitos que se cometen en el país son de carácter federal, el otro 93 es de orden común.​
Entonces, en ese 7 por ciento, que son los que le tocan a la Fiscalía General de la República, hemos logrado tener esta situación, que ha cambiado la dinámica y los resultados; ¿y por qué se ha logrado esto?​
Fundamentalmente, por un criterio que ha sido muy positivo. Cuando se creó la Ley de la Fiscalía, se estableció un transitorio que señala que la nueva administración de la Fiscalía, tiene un año para hacer un análisis y un diagnóstico de cuáles son las necesidades que tiene esa institución, qué cambios se deben de proponer en su propia ley, y qué es lo que se tiene que hacer para que esa institución funcione mucho mejor.​
Ustedes recuerdan que, a mediados del año pasado, yo vine a rendirles a ustedes un informe de cuál había sido el diagnóstico de cómo habíamos encontrado la institución. Se les dieron todos los datos, en cada uno de los aspectos; tanto de policías, ministerio público, judicializaciones, sentencias, etcétera. ​
Esto nos llevó a que pudiéramos partir ya de una situación de conocimiento en que se pudiera revertir esa crisis de seguridad que se venía arrastrando en el área federal y que no había tenido ninguna infección a favor desde hacía muchos años.​
Ahí encontramos algo que fue fundamental, y qué es lo que a nivel local se sufre por parte de las víctimas en todo el país: la atención que se le da a quien es un denunciante o un querellante cuando llega ante la autoridad del ministerio público.​
Todos lo hemos padecido, llegar a las agencias del Ministerio Público en cualquier lugar de nuestro país, es verdaderamente una situación que afrenta y maltrata y revictimiza a la mayor parte de quienes denuncian.​
Para nosotros, el primer interés era atender a esa gran mayoría de denunciantes que no tienen voz, que no tienen nadie que los defienda, que no tienen ninguna fuerza mediática para poder defenderse; y entonces nos dedicamos fundamentalmente a tratar de resolver ese asunto a nivel de ventanilla, a nivel de darle atención directa a la víctima.​
Y, en ese contexto, fue donde nosotros hicimos el mayor esfuerzo, a través de un sistema de evaluación de resultados y un trabajo constante de vigilancia, creando una ventanilla única para que no hubiera distintos caminos para llegar a obtener un procedimiento de carácter penal, y luego los resultados cómo los íbamos a ir midiendo.​
Mandamos a hacer una encuesta, se las vamos a hacer llegar a ustedes, y los resultados han ido creciendo a nuestro favor, de una manera verdaderamente extraordinaria. ​
Yo lo comentaba hoy por la mañana y les proponía a las personas que me estaban escuchando, la posibilidad de que, o fueran ellas o mandaran a alguna persona a nuestras delegaciones aquí en la Ciudad de México o en cualquier lugar de la República para que constaten el trato que se le da a las personas que a diario llegan a pedir justicia y a denunciar un delito.​
Si ustedes lo consideran, háganlo, nos van a ayudar enormemente para constatar que este cambio que hemos tenido de dar esos mejores resultados, se debe precisamente a que en el momento de que la procuración de justicia realmente atiende al denunciante y al querellante normal que llega sin ningún tipo de apoyo, es donde está el cambio. ​
Y estos resultados que hemos tenido de que se hayan reducido el número de delitos, es precisamente porque se ha reducido la impunidad de quienes estaban cometiendo esos delitos y que no eran atendidos. ​
Ese resultado ha sido verdaderamente extraordinario; y, como está avalado por instituciones y por sistemas de evaluación que son independientes a nosotros, nos dicen que ese es el camino.​
Entonces, no es nada más como lo hemos hecho, atacar las partes más sensibles de la corrupción al nivel más alto del país; ahí ustedes lo saben, no lo voy a repetir, hemos estados de manera constante. No ha habido un mes donde no tengamos un caso en que hemos ido directamente a la cabeza de los problemas de corrupción, hemos obtenido la judicialización y estamos en los procesos; y eso también ha ayudado mucho, pero fundamentalmente es la atención a las personas que a diario van ante el ministerio público.​
Otro aspecto que es verdaderamente fundamental, son los atrasos enormes que se dan en los procedimientos de carácter penal. ​
Hoy lo estábamos platicando antes de entrar aquí a esta reunión, de asuntos que deberían estar ya resueltos, y que, por razones de otras instituciones, no se cumplen los tiempos, no salen los peritajes, no se obtienen los resultados; y, en ese sentido, nosotros hemos estado no solamente insistiendo en el cumplimiento, sino que, ustedes lo van a ver en nuestras propuestas legislativas, que haya una responsabilidad muy clara por parte de instituciones de personas morales que dependen del Gobierno para que cumplan con la obligación, que es constitucional, de entregar los elementos constitutivos de las pruebas, los peritajes y las diligencias que son necesarias para poder hacer este trabajo. Eso también es algo fundamental.​
Otro aspecto es el de realmente entender que el fenómeno delictivo no se hace a través de hacer una estructura en la que se quiere imponer la importancia de los temas, sino la necesidad por el número de delitos.​
¿Esto qué quiere decir? Les pongo ejemplos como este. ​
En materia federal, los delitos que están vinculados con el robo de fluido eléctrico, o los delitos que están vinculados con el robo de fluido eléctrico o los delitos que están vinculados con situaciones de carácter financiero por tarjetas de crédito y uso de cuentas bancarias, son una parte muy grande del fenómeno delictivo federal.​
Y eso lo atacamos con programas específicos, con los bancos para la gente a la que le roban sus cuentas o le sacan el dinero de sus cuentas, es un número muy elevado y lo mismo en los casos de la Comisión Federal de Electricidad, con el robo de fluido eléctrico.​
Esos dos aspectos que se llevaban una gran cantidad de tiempo, una gran cantidad de personal trabajando directamente con ellos y sobre todo estableciendo los castigos y las sanciones a quienes están realizando ese tipo de delitos, nos permitieron la baja notable en el índice delictivo de carácter federal.​
También algo que es muy importante y que creo que vale la pena compartirlo con ustedes, es el hecho de que un fenómeno criminal, cuando es conocido a través de una denuncia y que entra en proceso de procuración hasta el de impartición de justicia, no se puede dejar ese proceso dividido en personas que no conocen cuáles son los antecedentes.​
Entonces, lo que hemos hecho son grupos triangulares de operación y de litigación en los cuales, los ministerios públicos que conocen de la denuncia participan en un grupo que finalmente va a llevar todo ese procedimiento hasta la sentencia firme, para que no haya de que, bueno, yo hice mi parte y a los demás a ver cómo les va.​
No, todos tienen esa obligación y esa corresponsabilidad para lograr esto. Todos esos aspectos de orden, de control y de administración y de procuración de justicia, nos están dando esos resultados que han sido realmente muy positivos.​
Yo creo que en ese sentido nosotros tenemos que seguir trabajando para que todos los aspectos de la descalificación y muy justificada en la situación de seguridad y de justicia, vayan revirtiendo y que esta institución que ustedes crearon y que a ustedes se les debe dar esta rendición de cuentas, esté funcionando y que so vaya trascendiendo de tal manera que se convierta realmente en un sentimiento de que hay un camino, hay una forma de resolver estos problemas y que estamos en una solución que sí va a funcionar.​
Hemos tenido problemas serios, por ejemplo, en los aspectos de presupuesto. Nos heredaron una deuda de más de mil 400 millones de pesos de la administración que salió y nos redujeron otros mil 800 millones de pesos para este ejercicio que viene.​
No nos ha creado un problema de detener nuestro trabajo, hemos hecho todo lo posible, ya pagamos todo el déficit que nos heredaron y estamos ajustándonos y vamos a buscar y en el caso de que esto no se pueda lograr, vamos a buscar hasta dónde nos alcanza este presupuesto y en su momento acudir a ustedes para explicarles cuál es la situación y que juntos veamos qué solución le podemos dar.​
Pero la verdad es que ya pudimos equilibrar ese presupuesto, superar esa crisis de déficit presupuestal y tener una posición donde podamos enfrentar esta nueva reducción de ingresos, que es muy importante para nosotros.​
En ese sentido también hemos trabajado mucho para que todos los aspectos administrativos de rentas extraordinariamente caras, aviones, y vehículos, gastos superfluos de toda naturaleza, fueran auditados a diario, se fuera llevando un control muy severo del presupuesto.​
Hay un ejemplo que yo lo recuerdo durante el año pasado: el Senado dio prácticamente una cátedra de ahorro, si se puede, pero hay que saber administrar, sobre todo cuando el dinero no es de uno, hay que ser todavía más cuidadoso. Entonces, en esas condiciones creo que los resultados han sido realmente muy satisfactorios. ​
Nosotros partimos de un principio que lo he referido y lo voy a repetir cuantas veces sea necesario: estamos partiendo de un fenómeno delictivo de 33 millones de delitos al año. ​
Estamos partiendo de un fenómeno delictivo en que el 99 por ciento de los delitos quedan impunes, 99 por ciento impunes, 33 millones de delitos. Ese es el informe oficial del INEGI.​
Estamos partiendo de que, de ese fenómeno general, el 93 por ciento son delitos del fuero común y el 7 es del fuero federal. Por eso lo explicaba yo al principio, para que no vaya a haber una confusión, no es que todos los delitos del fuero común hayan bajado en el país, eso sí lo quiero dejar muy claro.​
Sería una apreciación que después no es sostenible y no es seria, pero lo que sí es absolutamente cierto es que es, de este fenómeno delictivo de ese tamaño y en estas condiciones, más del 70 por ciento son delitos de carácter patrimonial, 70 por ciento patrimonial. Es el robo fundamentalmente, asaltos, robos y de ese 70 de los 33 millones, de ese 70 por ciento, el 90 es por menos de 10 mil pesos. ​
Es decir, ¿quién es el que está recibiendo el impacto más brutal de la inseguridad y de la injusticia?, los que menos se pueden defender.​
Por eso es tan importante entrar, en este caso nuestro, a resolver el problema de la inmensa mayoría de los denunciantes y de los querellantes en materia federal y de que nosotros realmente tengamos una visión clara de que este problema se tiene que resolver desde ese punto de vista.​
Por eso para nosotros es tan importante que exista una ley que prevenga y que contenga el delito antes de que comience a crecer y que se haga inmanejable, que detenga el delito antes de que las calles y las ciudades se conviertan en territorio en que ya no hay gobernabilidad.​
Estábamos comentando hace un rato de que hay ciertos lugares en donde hay que volver a recuperar el territorio de gobernabilidad porque está invadido, y eso nos pasa en nuestras colonias, y en nuestras ciudades, y en las poblaciones de todos tamaños.​
Y eso se tiene que hacer en una tarea cotidiana, no es muy lucidora desde el punto de vista mediático, pero es la única que es efectiva desde el punto de vista práctico, porque frente a ese fenómeno criminal con esas características, nosotros tenemos que entender dónde podemos comenzar y dónde el esfuerzo es más redituable. Es mucho más redituable para la estabilidad social y para el equilibrio de la vida comunitaria resolver el problema cotidiano, el de todos los días.​
Quienes hemos trabajado en asuntos directos de la vida cotidiana lo tenemos muy claro, es nuestra relación de convivencia, la vida con nuestros vecinos, la relación con las autoridades más elementales con las que tenemos que trabajar todos los días y es donde se generan las imágenes, o positivas de atención, o negativas de corrupción.​
Entonces, para nosotros es fundamental que establezcamos un criterio de procuración de justicia a nivel de justicia cívica, y en ese sentido vamos a apoyarlo en todo lo que esté en nuestras manos y vamos a hacer todo lo que sea necesario para equilibrar ese aspecto, y lo comentamos hace un par de semanas aquí, y también homologar los tipos penales.​
Que no tengamos un desorden de concepción de cómo son los delitos, cuál es su tipicidad, cuáles son los elementos que lo descomponen, respetando siempre las conductas y la cultura regional que tiene sus características y que tienen que ser respetadas.​
Entonces, yo creo que si comenzamos por abajo y entendemos que el fenómeno está en la esencia de la vida cotidiana y del esfuerzo que tenemos que dar en ese territorio, es donde lo vamos a ganar.​
Nosotros tenemos en México una historia en la que la seguridad y la justicia eran un instrumento de poder, no una obligación frente a la comunidad. Si no cambiamos esa situación tan injusta, nunca lo vamos a poder resolver.​
Este es un país de víctimas, a los que tenemos que defender es a las víctimas, nuestra prioridad debe de ser con las víctimas, no vamos, por eso, a descuidar el debido respeto, los derechos humanos, todos los elementos que cualquier ser humano merece, pero nuestra prioridad son las víctimas, y de esa prioridad, este grupo tan enorme de personas que no tienen quién los defienda. Por eso, un aspecto que es fundamental en la justicia y en la procuración de justicia, es la reparación del daño.​
Yo les puedo decir a ustedes que, en estos delitos de ocho, 10 mil pesos, para esas personas, es todo su capital, o es lo que tienen para vivir el resto del mes, es lo que tienen para su familia.​
Si hay realmente una fórmula, que esa es la que estamos propugnando, para que la reparación del daño sea inmediata y para que inclusive el Estado pueda coadyuvar en eso, la percepción de la injusticia y de la impunidad va a cambiar en el país.​
Entonces, nosotros vamos a trabajar mucho sobre eso, yo los voy a mantener informados de todo lo que hagamos al respecto y les agradezco mucho su atención en esta breve exposición. Y creo que fundamentalmente lo más importante es escuchar cuáles son los temas que ustedes quisieran que yo les amplíe.​
Me pongo a su disposición y se los vuelvo a agradecer mucho.​
Muchas gracias.​