
Pueblo de México y de Oaxaca, convocamos a esta conferencia de prensa los senadores José Manuel Cruz, Cynthia López Castro y, mi amigo, Manuel Huerta Ladrón de Guevara para informarles que presentaremos una iniciativa que establece la obligatoriedad a las empresas productoras de alimentos, bebidas no alcohólicas y productos cosméticos de colocar un etiquetado frontal en el que se indique que se contiene o contienen organismos genéticamente modificados. Lo anterior tiene el objetivo de proteger el derecho de los consumidores a conocer el contenido de los productos que adquiere.
La propuesta que modifica los artículos 101, 215 y 282 de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados y el 212 de la Ley General de Salud permitirá a los consumidores informarse de manera fácil, rápida y verídica sobre su contenido como ya sucede con otros insumos como grasa, sodio o excesos de azúcares.
Esta iniciativa complementará o armonizará lo establecido en la Ley General de Alimentación Adecuada y sostenible que el Senado de la República aprobó el año pasado.
El etiquetado incluye a la industria cosmética que emplea aditivos derivados de aceites producidos con maíz o soya. Cualquier ingrediente que contengan los términos glicerin, glicerol, glicol o gliceril, incluso el ácido hialurónico puede ser obtenido de maíz transgénico porque el mayor productor de glicerina en el mundo es Estados Unidos de Norteamérica. Y ahí el 92 por ciento del maíz es organismo geneticamente modificado.
Hay estudios en Estados Unidos, Cánada, México que confirman que la modificación genética si tiene impactos en la salud. Por ejemplo, el estudio de transgénicos, efectos en la salud, el ambiente y la sociedad. Una reflexión bioética refiere que en la Universidad de Nebraska se comprobó que la soya genéticamente manipulada con la nuez de Brasil aumentó las alergias en distintos alimentos.
Este padecimiento se detectó en un 8% de los niños en Estados Unidos, manifestándose desde síntomas leves hasta la muerte súbita. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) la inocuidad de los alimentos es motivo de preocupación entre los consumidores de todos los países, pues estiman necesarias garantías de que los productos modificados genéticamente que llegan al mercado han sido sometidos a ensayos apropiados y que estos productos se vigilen para garantizar su inocuidad e identificar las problemáticas tan pronto como surjan.
En este contexto, la misma instancia ha hecho un llamado a la elección fundamentada, es decir, que se debe garantizar que las personas consumidoras sepan lo que están consumiendo y puedan tomar decisiones fundamentadas. Por ello, países de la Unión Europea, Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Brasil, India o Turquía ya regulan el uso del etiquetado frontal obligatorio en materia de organismos genéticamente modificados.
La iniciativa propone que el etiquetado frontal debe ir en forma separada e independiente a la declaración de ingredientes e información nutrimental que indican los productos que contengan organismos genéticamente modificados y productos derivados. Si bien el uso de la biotecnología para la manipulación genética se desarrolla con el propósito de producir variedades vegetales más resistentes a plagas, sequías, heladas y obtener mejores cualidades nutritivas y con ello promover la seguridad alimentaria, es importante abordar las preocupaciones sobre la seguridad de su consumo y los riesgos que conllevan para la salud humana.
Ahora le cedo el micrófono a mi amigo, al senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara, muchas gracias.
Senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara
Yo brevemente nada más decir que acompañamos la iniciativa por el derecho de los ciudadanos a conocer lo que se consume, él que nada debe, nada teme, y no es restricción más que está enterada la gente. Más bien si alguien tiene una pregunta seguramente aquí la podemos contestar.
Gracias.