Grupo Parlamentario MORENA, LXVI Legislatura

Presentación, en pleno, del dictamen que contiene la iniciativa de reforma a Ley Federal de Competencia económica y de La Ley Federal de Entidades paraestatales, en voz de la senadora Blanca Judith Díaz Delgado

Compañeras senadoras, compañeros senadores, presento ante esta asamblea el dictamen que reforma diversas disposiciones de la Ley Federal de Competencia Económica y de la Ley Federal de Entidades Paraestatales aprobado por las comisiones de economía y estudios legislativos. 

Estas reformas tienen un objetivo claro, fortalecer la conducción del desarrollo nacional desde una visión de soberanía económica, asegurar la eficiencia de las empresas del estado y garantizar que las políticas de competencia estén alineadas con el interés público y no subordinada a intereses particulares. Nuestro país ha avanzado en la construcción de un régimen de competencia económica sólido, capaz de corregir prácticas monopólicas, fomentando la innovación y protegiendo a los consumidores.

No obstante, como ordenamientos vigentes deben adecuarse a las nuevas realidades, especialmente cuando el papel del estado vuelve a ser central en sectores estratégicos para el bienestar de la población y para la construcción de un modelo de desarrollo más justo e incluyente. 

El dictamen que hoy discutimos establece de manera puntual que el Ejecutivo Federal podrá proponer la designación de comisionadas y comisionados del Pleno de la Comisión Federal de Competencia Económica, que acrediten experiencia en áreas de desarrollo económico, fomento a la inversión o políticas públicas productivas. 

Este ajuste refuerza el enfoque de las decisiones en materia de competencia, deben de tener como marco la realidad nacional, el desarrollo equilibrado del país y la protección de sectores vulnerables frente a prácticas depredadoras.

Además, se establece con claridad que las empresas productivas del Estado, cuando participan en sectores estratégicos como energía, telecomunicaciones o transporte, lo hace no sólo como simples actores de mercado, sino como instrumentos para el cumplimiento de fines constitucionales. 

En este sentido, el dictamen introduce el principio de preeminencia del interés público, de tal forma que los entes reguladores, al evaluar prácticas o operaciones, deberán ponderar también su impacto en el desarrollo económico, la seguridad nacional, la equidad social y la rectoría del Estado en sectores clave. 

Asimismo, la reforma a la ley federal de entidades paraestatales permitirá mejorar los esquemas de control, de planeación y supervisión de las empresas del Estado, dotándolas de mayor eficacia operativa y asegurando su coherencia con los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo.

Es importante subrayar que estas reformas buscan poner fin a una interpretación meramente tecnocrática del concepto de competencia, muchas veces alejada de las realidades sociales del país y en ocasiones funcional a intereses dominantes.

México requiere una política de competencia económica que no sólo atienda criterios formales, sino que sea sensible a las realidades del país, capaz de reconocer que no existe una competencia auténtica cuando persisten asimetrías estructurales, concentraciones excesivas o condiciones históricas de desventaja para actores productivos, especialmente en regiones marginadas o sectores estratégicos. 

Esta reforma se inscribe en un proceso de renovación institucional orientado a consolidar un estado más eficaz con instituciones legitimadas por su cercanía a las necesidades sociales y con capacidad para conducir el desarrollo nacional de manera ordenada, moderna y estratégica.

En un mundo convulso donde la soberanía económica se redefine ante nuevas tensiones globales, México debe dotarse de herramientas jurídicas que garanticen que su aparato productivo esté al servicio de la nación, no al arbitrio de intereses oligopólicos ni de decisiones descontextualizadas. 

Por ello, en las Comisiones Unidas proponemos la aprobación de este dictamen porque creemos en un estado que no se repliega, sino que asume con firmeza su papel rector en la economía, porque estamos convencidos de que el desarrollo no puede alejarse al azar del mercado, sino construirse con visión, con justicia y con responsabilidad pública. Esta reforma es un paso hacia un México fuerte, justo y soberano. Es cuanto. Muchas gracias.