Grupo Parlamentario MORENA, LXVI Legislatura

Presentación del proyecto de decreto por extradición a un tercer párrafo al artículo 55 de la ley reglamentaria del artículo quinto constitucional relativo al ejercicio de las profesiones en la Ciudad de México en materia de donaciones de sangre de los prestadores de servicios sociales, en voz del senador Homero Davis

Compañeras legisladoras, compañeros legisladores, el pasado 14 de junio en el mundo se celebró el Día Mundial del Donante de Sangre, el cual se instituyó por la Asamblea Mundial de la Salud desde hace dos décadas con la finalidad de sensibilizarnos, pues ninguna o ninguno estamos ajenos a requerir en cualquier momento una transfusión de sangre por alguna eventualidad médica.

Para este año, el lema de la campaña es “Dona sangre, dona esperanza, juntos salvemos vida”. La finalidad es que la población haga conciencia de que es posible salvar vidas mediante un simple acto voluntario y gratuito de donar sangre. La sangre está compuesta por una parte líquida llamada plasma que contiene agua en la que se encuentran disueltos proteínas, sales, hormonas, etcétera, y que sirve de transporte para los elementos sólidos, que son células tales como los glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.

Sí, compañeras y compañeros, ¿cuántas veces hemos recibido solicitudes de apoyo? Porque se requiere de la presencia de tres o cinco donantes, porque se va a llevar a cabo una cirugía, o por un accidente, o porque una mujer va a tener una cesárea, y los médicos siempre prevén contar con una unidad de sangre en esos momentos. Muchos de los donantes inmediatos son los familiares y amigos, y en ocasiones, después de llenar el cuestionario y someterse a los análisis respectivos, resultan con algún factor de riesgo, alteración o infección que no les permite donar su sangre a pesar de su buena disposición.

Ahí empieza el problema para muchas familias, que tienen que recurrir a través de todos los medios posibles para hacer del conocimiento de aquellas personas que están dispuestas a donar sangre. De lo anterior, buscando una forma de cómo poder contribuir con los bancos de sangre para que estos cuenten con la disponibilidad que se necesita, es que vengo a presentar la siguiente propuesta.

 Hoy en día, hay estudiantes que, habiendo cursado más de la mitad de la carrera, tienen la oportunidad de poder contratarse, de tal suerte que logran cursar sus estudios y desempeñar un trabajo, lo que les facilita la vida, porque, en una parte, siguen preparándose, y, por la otra, ya están poniendo en práctica sus conocimientos, lo que les permite generar un ingreso y facilitarles su realización como profesionistas. Ante este panorama, el servicio social viene a complicarles la contratación y el desempeño laboral que ya están realizando.

Pero, además, al ser el servicio social uno de los requisitos necesarios para poder obtener su título profesional, no lo pueden hacer a un lado. Buscando de qué forma se les pueda apoyar y que su contribución sea gratificante para ellos y para la población, el resultado es que aquellos estudiantes que no puedan realizar un servicio social ante alguna dependencia se les permuten sus horas de servicio por las donaciones de sangre voluntaria y gratuita que realicen en un plazo de seis meses, conforme, por supuesto, a lo dispuesto por la Ley General de Salud.

Compañeras y compañeros, esta medida generaría un doble impacto positivo. Apoyaríamos a los estudiantes en el cumplimiento de uno de los requisitos esenciales para obtener su título, facilitando su desarrollo académico y profesional. Fortaleceríamos el abasto de nuestros bancos de sangre con donaciones voluntarias y altruistas, asegurando que tengamos sangre segura y suficiente para quienes la necesitan.

Solo así, con esta sinergia entre compromiso social y apoyo estudiantil, estaremos salvando vidas y construyendo una sociedad más solidaria. Es cuanto, presidente. Muchas gracias.