
Muy buenas tardes. Honorable Senado.
Me da mucho gusto saludarles con esta gran iniciativa, porque como decía Kant, la amistad es como el café, una vez frío nunca vuelve a su sabor original, aún si es recalentado. Y es así compañeras y compañeros senadores, como la amistad verdadera, el buen café, tienen alma, tienen historia y tienen carácter.
No es cualquier bebida, es símbolo de comunidad y de confianza de este encuentro. El café es parte de la vida cotidiana, pero también es reflejo del esfuerzo profundo de quienes lo siembran, lo cuidan y lo transforman. Por eso es tan valioso reconocer que detrás de cada taza de café hay un trabajo inmenso, hay manos campesinas de mujeres y de hombres que, con amor y sacrificio, mantienen viva la tradición.
Venimos el día de hoy a hablar del café como identidad, como raíz, como lucha y como sustento de miles de familias mexicanas. No sólo es un cultivo, es cultura, es territorio y es dignidad.
Les compartimos que esta iniciativa que se ha abordado en arduo trabajo de comisiones conjuntas con el presidente Manuel Huerta, de la Comisión de Agricultura, quien reconozco su trabajo, su esfuerzo a todo el equipo y su ánimo, por supuesto, que contagia al ánimo de la Comisión de Estudios Legislativos I, que también las y los integrantes nos sumamos a esta gran iniciativa y sesionamos en conjunto de manera extraordinaria, reconociendo, por supuesto, a la promovente, a mi querida Susana Harp, quien ha buscado esto desde hace mucho tiempo.
Ambos se merecen un aplauso, porque el compromiso social que tenemos como país es fortalecernos entre todas y todos, y el café mexicano nos da identidad. Aquí reconozco a las dos comisiones, porque en unanimidad hemos abonado, hemos apoyado y estas son las iniciativas que nos unen y además que nos enorgullecen. Es una nueva ley que se propone para fijar bases para el fomento a la producción, distribución, industrialización y comercialización del café, impulsando la calidad y reconociendo a los caficultores.
Hoy en este dictamen damos un paso histórico, una ley que reconoce al café como producto estratégico, que pone en el centro de las personas productoras, a las personas productoras que promueve la soberanía alimentaria, que también es una máxima de la doctora Claudia Sheinbaum y que articula políticas de apoyo reales, no limosnas de algunas empresas, no limosnas clientelares.
Por eso, esta ley impulsa el desarrollo sustentable del sector cafetalero a través de una política integral que incluye, muy completa, capacitación, investigación, normatividad de calidad y acompañamiento del comercio. Y la verdad que nada como una deliciosa taza de café de cualquiera de las regiones de México, pero sobre todo de la región huasteca, de mi querida región huasteca hidalguense.
Allá, quiero contarles que contamos con tres regiones cafetaleras, la Otomí-Tepehua, la Sierra Gorda, la huasteca hidalguense que les comento, donde alrededor de 20 municipios siembran el café con trabajo, con orgullo, con arraigo. En el entorno nacional, por supuesto que todas las regiones también tienen lo propio.
Hidalgo es el sexto productor nacional y de mucha calidad, sin dejar de reconocer lo que estamos mencionando, que en todas las regiones hay este gran cultivo.
Desde Veracruz, con mi compañero Manuel, que ahorita viene también con mucho ánimo a exponer esto en comisiones, insisto que realizamos, como también Chiapas y Oaxaca, y todas las regiones tenemos siembra de café con calidad mundial que es reconocido y galardonado.
Así que el día de hoy, una fecha importante, 10 de abril, hace recordar también que la tierra vive, que hoy votaremos invitándolos a todos y a todas a votar a favor para que así, por supuesto, demos el reconocimiento al café mexicano, que es un orgullo mundial.
Por tanto, invito como presidenta de la Comisión de Estudios Legislativos I, pero sobre todo como hidalguense y como mexicana, a votar a favor.
Es cuanto, presidente. Muchísimas gracias.