
Bueno, yo creo que estamos en un gran esfuerzo. Estoy convencido que los ciudadanos que escuchan saben que antes el mexicano, la mexicana, se levantaba con una sola conciencia, esto era antes, no hace mucho, del 18 para atrás, y la reflexión siempre era lo único bueno de hoy es que mañana va a estar peor. Esto que ocurría antes, ya a partir del 18 que empezó la Cuarta Transformación, ha cambiado.
La esperanza que en boca de un movimiento de transformación tiene vida, no como aquí en la boca de los que ya parecen muertos políticamente, ante la opinión del pueblo, nos quieran venir a vender esta esperanza de transformación de lo que han echado a perder toda la vida. Vienen y sabíamos que iban a venir con el cuento del Estado espía, lo que deben de entender es que lo que se va a acabar es el Estado espía y lo que nace es el Estado protector. Esta ley no es para perseguir a los de abajo, sino para investigar a quienes lucran con la violencia, el terror y el dinero manchado de sangre.
Quienes se oponen a esta ley en realidad se oponen a que el Estado mexicano tenga herramientas legítimas para defenderse de la delincuencia. Esta iniciativa es parte de la transformación profunda del sistema de seguridad pública, no basta con cambiar a los mandos, hay que cambiar el modelo, los mecanismos, los principios y el enfoque. Y esto es justamente lo que estamos haciendo.
Miren, no ha sido miel sobre hojuelas los logros que se han tenido y eso el ciudadano lo sabe, o sea, también hay que estar conscientes de eso. Por eso estamos hablando de un segundo piso de la Cuarta Transformación, hay nada más, para tener datos que luego no se tienen tan claramente, hoy en el país sólo 13 de las 32 entidades federativas cuentan con sistemas funcionales de análisis de inteligencia policial. En promedio, los sistemas de inteligencia locales tienen una cobertura del 34 por ciento de su población objetiva, lo que genera zonas ciegas frente al crimen organizado. El 63 por ciento, vean este dato, por favor, de las investigaciones iniciadas por delitos de alto impacto no están soportadas por información previa de inteligencia, lo que aumenta la impunidad y dificulta judicializar casos. Por eso que en este debate vamos a no sólo fortalecer las capacidades de inteligencia e investigación para la prevención, persecución y sanción de los delitos, sino que estamos yendo al fondo de la Estrategia Nacional de Seguridad, fortaleciendo con una ley general del Sistema Nacional de Seguridad Pública y obviamente con la ley del Sistema Nacional de Inteligencia e Investigación.
Obviamente, esta ley no surge de la nada, su contenido se nutre de una lectura crítica del pasado reciente y de una apertura y apuesta política clara para construir un sistema de seguridad desde el pueblo y para el pueblo. Con esta ley la seguridad pública dejará de ser una suma de esfuerzos dispersos para convertirse en una estrategia de Estado con diagnósticos comunes, recursos compartidos y metas claras. Se trata de una apuesta para generar una pieza legal indispensable para lo que se acuerde en el Gabinete de Seguridad, se ejecute en el territorio y se traduzca en paz.
Finalmente, porque podríamos hablar mucho, pero seguramente en el debate estaremos presentes, nosotros no venimos a repetir los errores del pasado, venimos a cambiar el rumbo, a construir una seguridad con justicia, una paz basada en la dignidad y no en el miedo. El miedo lo generaron otros y por eso el pueblo los mandó al basurero de la historia. Muchas gracias.