
Muchas gracias, senadoras, senadores. Bueno, percibo un cinismo de algunos de los compañeros y compañeras. Ya se les olvidó que utilizaron las instancias judiciales para desaparecer a su propia gente y a gente ajena. Están describiendo los sexenios de los sesentas, de los setentas, de los ochentas, de los noventas. Están equivocando de sexenio, ¿eh? No somos iguales.
Festejo esta iniciativa y estos dos dictámenes de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública y del Sistema Nacional de Investigación e Inteligencia en Materia de Seguridad. Con respecto al Sistema Nacional de Seguridad, me parece que es extraordinario que tenga como eje rector garantizar la seguridad desde una perspectiva integral, con enfoque de derechos. Y es una respuesta a la lucha que por años, por años hemos llevado a cabo las feministas insistencialistas de este país.
Y sobre todo se le da facultades a la Secretaría para participar activamente en la investigación de los delitos y precisamente establece que el feminicidio será investigado como un delito de alto impacto, lo que coloca en el centro de la política de la seguridad la protección de la vida y la dignidad de las mujeres. Ahora, como lo han marcado las reformas que envió la Presidenta Claudia Sheinbaum, se cumple con la obligación constitucional de transversalizar la perspectiva de género en todo el sistema de seguridad pública, reconociendo el derecho de las mujeres, de las adolescentes y niñas a vivir una vida libre de violencias.
Se establece un Registro Nacional de Órdenes de Protección que ahora operará y es una obligación contar con Fiscalías de Especialidades de Género. Pero también hay dos figuras que me parece extraordinario resaltar. Uno, la figura de los registros nacionales clave, que se regula de forma clave el uso de los fondos federales y se establece también la segunda figura, que son los canales de participación social comunitaria.
Me parece también que en la Ley de Sistema Nacional de Investigación hay que resaltar que se establece una Plataforma Nacional de Inteligencia para coordinación de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y Operación del Centro Nacional de Inteligencia. Perdón, me refiero a la Ley de Inteligencia. También se interconectan registros y bases de datos, tanto que nos hacía falta en este país que todo mundo contara con los datos en todo el país y no iniciara de nuevo una carpeta con datos de instituciones federales y estatales. Se crean mecanismos de protección de datos, trazabilidad, capacitación obligatoria de todo el personal y se definen con claridad las facultades legales, operativas y tecnológicas de cada actor del sistema.
Pero esta ley no surge en el vacío, es parte de una estrategia nacional que ya está mostrando resultados. Vean ustedes, en Sinaloa, en Culiacán, se desmantelan seis centros de fabricación de metanfetaminas con un costo de 170 millones. También en la misma zona se detuvo al “Gordo”, operador de alto nivel del Cártel del Pacífico, iba a decir una mala palabra y no la dijo, qué bueno, la operación Frontera Norte, donde se detuvieron cuatro mil 312 personas y también se ha logrado la detención de más de 23 mil personas involucradas en delitos de alto impacto.
Pero hay un elemento fundamental que no vamos a ignorar. Este gobierno no sólo combate la violencia con operativos de inteligencia, sino también con justicia social, atendiendo las causas profundas que la originan, la desigualdad, la exclusión y la falta de oportunidades que quienes vienen aquí a darse baños de pureza ocasionaron en sus gobiernos. Y frente a quienes intentan sembrar dudas les decimos de forma directa, no somos iguales, el gobierno de la Cuarta Transformación no utiliza los recursos públicos para espiar, no utiliza el aparato del Estado para perseguir opositores ni para intimidar a la sociedad civil o periodistas, como sí lo hicieron gobiernos del PAN y del PRI.
Lo que estamos haciendo es todo lo contrario, estamos construyendo un marco jurídico para que los servicios de inteligencia no se usen nunca más con fines políticos o personales. Esta ley no concentra poder, concentra capacidades, no pone en riesgo los derechos, los protege mediante reglas claras y no es una amenaza para nadie, es una herramienta para garantizar que la seguridad se ejerza con base en la ley y no al margen de ella. Esta ley tiene límites claros, la interconexión con entes privados se restringe a registros públicos y la Secretaría será la única con acceso directo a datos estratégicos.
Me da tanta pena que digan que ahora vamos a saber dónde estamos, qué hacemos y dónde hacemos y qué gastamos. Por Dios, para eso es el Facebook, todo el mundo lo tiene, de qué se burlan, de qué se asombran, caramba. Se ha dado todo su tiempo, senadora.
Sí, ya termino. Votar a favor de esta iniciativa es decirle al país que no volveremos a los tiempos de espionaje ilegal ni de los pactos ocultos. México necesita inteligencia para defender la paz y necesita leyes firmes para no volver nunca más al abuso ni a la impunidad.
Ni un paso atrás en el acceso al derecho a tener derechos. Muchas gracias.