Grupo Parlamentario MORENA, LXVI Legislatura

Frente a los recientes bombardeos de Israel y Estados Unidos contra la República Islámica de Irán, es pertinente recordar que ‘entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz’, única solución legítima a los conflictos: Senador Manuel Huerta

El legislador veracruzano lamentó la escalada de violencia que pone en riesgo no solo a las poblaciones civiles involucradas, sino a la estabilidad regional y a la paz mundial. Evocando el ideario juarista, recordó que “entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”, principio que, tal como advirtió Benito Juárez, exige que los pueblos y los gobiernos honren los derechos de todas y todos.

Bajo esa brújula histórica, subrayó que México ha edificado su política exterior sobre tres pilares inalterables: la no intervención, la autodeterminación de los pueblos y la solución pacífica de las controversias. “Estos principios no son ornamento diplomático”, enfatizó, “sino el mandato ético y político que debe reafirmarse, con la fuerza moral de Juárez, en el actual escenario internacional”.

Huerta subrayó que la paz duradera no puede imponerse por la fuerza ni dictarse desde los intereses de las grandes potencias. “La política es, en su más alta vocación, el arte de construir acuerdos entre diferentes. La violencia sólo engendra más violencia; la paz se edifica con diálogo, con diplomacia y con voluntad de entendimiento”.

El Senador del Pueblo hizo eco del clamor de millones en el mundo que rechazan el uso de la fuerza como mecanismo de dominación. “La comunidad internacional debe actuar con responsabilidad, convocar a una conferencia global de paz, exigir la protección de civiles y detener cualquier acción que atente contra la soberanía de las naciones”.

Finalmente, Huerta llamó al gobierno mexicano a sostener con firmeza su compromiso histórico con la paz y a alzar la voz, desde todos los foros multilaterales posibles, en defensa de un mundo sin guerras. “No hay solución que nazca del fuego ni de las ruinas; el único camino es la justicia construida con respeto mutuo, verdad y voluntad política”.