Grupo Parlamentario MORENA, LXVI Legislatura

Conferencia de prensa de la senadora Laura Itzel Castillo

Sí, muy buenas tardes, tengan todos y todas ustedes, les queremos agradecer a nuestras compañeras senadoras que se encuentran aquí presente. Nuestra compañera Luisa Cortés, nuestra compañera Martina Kantún Can, nuestro compañero senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara, nuestra compañera Laura Estrada, así como nuestra compañera Guadalupe Chavira. 

Quiero decirles que estamos aquí presentes con quienes son habitantes de Córdoba, Veracruz, y están aquí también, desde luego, quienes fueron afectados por uno de los desastres tóxicos más grandes de la historia de México, que fue el caso de Anaversa el día 3 de mayo de 1991.

Está también presente con nosotros quien fuera diputada en ese momento y ha estado trabajando desde entonces de manera incansable junto con quienes fueron afectados, que finalmente fue toda la población, en el caso de la ciudad de Córdoba y es nuestra compañera Rosalinda Huerta. 

Les comparto que el motivo de esta conferencia también es para darles a conocer que hoy inscribiré ante esta soberanía una iniciativa de ley para que el 3 de mayo sea considerado el Día Nacional de Prevención de los Desastres Químicos y acompañando esta iniciativa presentaré un punto de acuerdo con el objetivo de que se reconozca y se conozca que el 3 de mayo de 1991 en la ciudad de Córdoba, Veracruz, ocurrió el mayor desastre químico conocido en la historia de nuestro país, cuando a las trece treinta de ese día la empresa privada Agricultura Nacional de Veracruz S.A., Anaversa por sus siglas, dedicada a la formulación de plaguicidas y almacenamiento de agroquímicos, muchos de ellos extremadamente tóxicos, se incendió seguido de varias explosiones que liberaron una gran cantidad de sustancias tóxicas. 

Estudios especializados identificaron la presencia de dioxinas, furanos, y otros compuestos altamente peligrosos para la salud y el medio ambiente a la que fueron expuestos miles de personas de la ciudad de Córdoba, siendo los primeros afectados, obviamente, los trabajadores de esa planta, y también los bomberos, que siendo trabajadores del municipio, fueron mandados a apagar el incendio sin el equipo adecuado y utilizando agua para que esto cesara. 

El próximo 3 de mayo se cumplen treinta y cuatro años de esta tragedia que les cambió la vida a miles de habitantes de esta ciudad. 

Como hemos dicho, me acompañan hoy aquí, les agradecemos mucho su presencia, varias de las víctimas de este suceso que no finalizó desde luego el día tres de mayo, pues las graves consecuencias a la salud y el medio ambiente continuaron muchos años después.

Es importante destacar que este lamentable capítulo en la historia de nuestro país es un hecho desafortunadamente muy poco conocido en la sociedad mexicana por varias razones, una de ellas porque el entonces Estado mexicano trató de ocultar el hecho reduciéndolo a un simple accidente donde solamente hubo unas cuantas personas intoxicadas pero sin tomar en consideración desde luego las consecuencias fatales y muy graves lo que no correspondió desde luego a la realidad pues la explosión de estos químicos provocó enfermedades muy graves y secuelas que se ven hasta nuestros días por lo que como una deuda histórica con el es importante que este hecho sea reconocido por el Estado mexicano el actual que con la convicción humanista de nuestro movimiento solicito respetuosamente se ofrezca una disculpa pública y que el Ejecutivo Federal reconozca la tragedia y desde luego que se ofrezca esta disculpa a quienes fueron los afectados los ciudadanos y ciudadanas sobrevivientes de este hecho que jamás debió de ocurrir y desde luego que se cumpla la demanda que se ha solicitado desde hace décadas de la construcción de un hospital general regional y un centro oncológico en Córdoba dada la necesidad de atención médica especializada en la zona de esta manera se solicita respetuosamente a la gobernadora del estado de Veracruz al presidente del ayuntamiento de Córdoba y al director general del Instituto Mexicano del Seguro Social lleven a cabo todas las gestiones necesarias para que lo más pronto posible se done un predio donde se realice el proyecto de construcción.

Por último, que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, de acuerdo con sus atribuciones, reabra la queja que se presentó en el año de 1991, cuando era la presidenta Mireille Rocatti, y que derivó en la recomendación 99,991 y uno, que solicitaba que los entonces secretarios de salud Jesús Kumate, y el de Desarrollo Urbano y Ecología, Patricio Chirinos Calero, quien por cierto, había dado todos los permisos y las autorizaciones para que funcionara esa empresa sin tener ninguna cuestión dentro de la legalidad, ni los protocolos que se tenían que establecer, se le solicitó entonces que repararan los daños causados por la tragedia de Anaversa, dicha recomendación supuestamente por las autoridades a las que fue dirigida.

En enero de 1999 se dio por cumplida la recomendación, y desde luego, esto no dejó satisfechos a los pobladores de Córdoba, Veracruz. Hoy, como lo decimos, nos acompañan víctimas que integran la asociación de afectados de Anaversa, que desde hace décadas vienen luchando de manera incansable para hacer justicia. Por ello, le pido a la compañera Rosalinda Huerta Rivadeneyra, nos pueda dirigir unas breves palabras, y por último, hacer extensiva la invitación para el conversatorio que tendremos sobre este caso que se llevará el día de hoy a cabo a las cuatro de la tarde en la sala dos del piso catorce de la torre de comisiones.

Muchas gracias y le damos la palabra a la compañera Rosalinda Huerta Rivadeneyra y decir que se encuentran con nosotros doña Hermilia Hermila Prado Contreras, Eduardo Rodríguez Olivares, José Armando Rodríguez Sosa, David Maldonado Arlandis, Carmen Rubí Galván Luna, María del Socorro Rivera López, y el doctor Ramón Rocha Manilla. Le damos la palabra a Rosalinda Huerta.

Rosalinda Huerta Rivadeneyra

Muchas gracias, agradecemos sinceramente la oportunidad senadora Lauritzel Castillo Juárez, entrañable compañera, hija de un luchador social que conoció de este tema, y que de hecho nos apoyó para llevarlo a una conferencia internacional en en su momento, saludamos también al compañero Heberto Castillo, aquí entre nosotros, porque a las armas grandes nunca mueren. 

Gracias a todas las senadoras que se encuentran acompañándonos, a los compañeros senador Manuel Huerta, Ladrón de Guevara, los gobiernos neoliberales no solo negaron la tragedia de Anaversa, sino que criminalizaron a los enfermos que exigían atención y justicia. Queremos decirles que después de la narrativa elocuente de la senadora Laura Itzel, solo podemos agregar que lo que entonces se vivió sigue presente en nuestras vidas porque las heridas están abiertas.

Este caso no pudo prescribir porque el daño sigue vigente. Se encontraron dioxinas en el suelo y esto esta información lo obtuvimos gracias a la medición de suelo que se hizo en su momento y que a través del entonces diputado federal Manuel Huerta, Ladrón de Guevara, llegó a nosotros interpretada por la máxima autoridad internacional, la doctora Pat Cosner. Se encontraron en Córdoba 245 veces más alta la proporción de dioxinas permitidas que en el suelo de Estados Unidos y de Europa.

Parte de toda esa zona que fueron cinco kilómetros debió haber sido removida. Nosotros mismos, yo misma acompañé camionetas con cadáveres de compañeros que así lo pidieron para que sus tejidos fueran analizados y llevados a un laboratorio de Estados Unidos. Así también leche materna, pero jamás obtuvimos el resultado de esos estudios.

Fue un crimen perfectamente estructurado porque dejaron a la población sin posibilidad de defensa. No hubo una auditoría después de la explosión, así que los treinta y ocho mil litros de sustancias es algo que la empresa quiso reconocer, pero la cantidad fue mucho mayor. Tampoco hubo derecho a los expedientes, no hubo posibilidad de defensa por parte de la gente.

A estas alturas, para no hacer esto más largo, lo más importante para nosotros es atender la demanda del Hospital General Regional, que fue ya hecho un proyecto por el gobierno, la dirección del maestro Zoe Robledo y que sigue vigente. Ese proyecto de construcción del Hospital General Regional es un proyecto vigente, solo solicitó el terreno y el terreno hasta la fecha ha sido negado. Ayer en Cabildo pedimos que se vuelva a poner sobre la mesa el ofrecimiento de varios terrenos que hace el ayuntamiento, pero que se transparente completamente ante la ciudadanía porque es una ignominia y es el colmo del absurdo que teniendo ese ofrecimiento de un hospital tan grande de tres mil millones de pesos a esas alturas todavía no se tenga la donación del terreno.

Creemos que con los buenos oficios de los senadores de la senadora que expuesta y sobre todo de la compañera presidenta Claudia Sheinbaum Pardo que está liderando el movimiento nacional del humanismo mexicano, se siente un precedente de cómo se gobierna cuando de veras nos importa la gente, se siente un precedente de cómo se gobierna cuando los derechos humanos son verdaderamente respetados. Anaversa fue un delito de lesa humanidad, es el Chernobyl mexicano y fue y ha sido un holocausto silencioso. Agradecemos mucho la presencia de ustedes, muchas gracias.

Senadora Laura Itzel Castillo

Bueno, simplemente para concluir, decirles que hay consecuencias a partir de este desastre químico y que estas consecuencias se ven en la problemática de la salud de los habitantes y el crecimiento que ha habido en el caso del cáncer y enfermedades inmunológicas y que por lo tanto esta es una demanda muy sentida de la población y que esperamos que llegue a buen puerto. Muchas gracias a todos y todas ustedes.