Muchas generaciones de mexicanas y de mexicanos anhelábamos este momento. Años de resistencia al autoritarismo y a la adversidad mantuvieron viva la esperanza. La lucha por el acceso al poder de manera pacífica y democrática ha triunfado de manera contundente sobre el antiguo régimen.
Hoy es un gran día para México, porque nuestro país realiza en esta sesión republicana y solemne la transición de su Poder Ejecutivo Federal en paz y por mandato del voto popular.
La sociedad y la democracia nos han dado la gran oportunidad de cambiar el destino de nuestro país, no podemos defraudarlos.
Lamentablemente nuestra Nación es el país de la desigualdad y de la violencia. Podría citarse una interminable lista de datos y de cifras. Basta señalar la grave crisis de inseguridad que ha llegado a niveles inimaginables, provocado miles de muertos, desaparecidos y desplazados por la violencia.
Ahí están las violaciones a los derechos humanos, los feminicidios y los miles de desaparecidos, entre éstos, los 43 normalistas de Ayotzinapa. México es un inmenso campo de fosas clandestinas.
Después de tres décadas, el modelo económico impuesto, sólo ha provocado el estancamiento de la economía, la desigualdad y la pobreza en la mayoría de la población. Tenemos un campo devastado, nuestras industrias energéticas quebradas y nuestros recursos naturales saqueados.
Gasolinazos, caída en el poder adquisitivo de las familias, falta de apoyos sociales y ausencia de expectativas para millones de jóvenes.
La corrupción es uno de los problema más relevantes del país y un cáncer que afecta a la administración pública. La corrupción daña la economía, acentúa la inseguridad, dificulta el trabajo y atrofia el ejercicio de gobierno. Resulta indispensable terminar con el circulo vicioso de corrupción e impunidad.
El 1º de julio pasará a la historia como el día cuando la sociedad Mexicana dijo ya basta. Por medio de su voto decidió poner un alto a la inseguridad, a la pobreza y a la corrupción.
El mandato de la sociedad fue claro: no quiere un relevo en el grupo en el Poder, como ocurrió en el año 2000; quiere un nuevo régimen. Votó por un cambio de fondo. Votó por la Cuarta Transformación de la República.
Tenemos plena consciencia de lo que significó para la historia de nuestro país, de Latinoamérica y del continente, el triunfo del Ciudadano Andrés Manuel López Obrador. Es la culminación de la lucha por la democracia que en 1968 iniciaron los estudiantes y que continuaron muchos movimientos sociales y políticos. Movimientos pacíficos, por el respeto al voto, por la reivindicación de derechos sociales y la exigencia de justicia.
La Cuarta Transformación de la República retoma el camino que comenzó hace más de dos siglos con la lucha de Independencia. Consolida el Estado que delinearon los hombres de la Reforma y hará realidad los anhelos de justicia social de la Revolución.
El propósito de la Cuarta Transformación de la República es la creación de un nuevo Estado social y de derecho. Con estabilidad y responsabilidad, reorientar nuestros objetivos a favor del desarrollo económico, la equidad, la justicia social y la atención prioritaria a los grupos vulnerables.
El objetivo de esta Cuarta Transformación que hoy inicia es construir un país en donde se respete la plena vigencia de los derechos y las libertades; así como lograr la construcción de la paz, para terminar con la violencia y la inseguridad.
Tendremos una administración pública austera, eficiente y eficaz, donde se destierre la corrupción y la impunidad.
Nuestro objetivo es recuperar plenamente la soberanía de nuestra Patria y construir una relación de respeto y colaboración con todas las naciones del Mundo.
A cada momento fundante de nuestro país ha correspondido un nuevo pacto social. En la Cuarta Transformación de la República consideramos que no se requiere una nueva Constitución, pero sí adecuar el marco constitucional y legal para poder cumplirle al pueblo de México.
Entre otras reformas están eliminar definitivamente el fuero, posibilitar la revocación de mandato y hacer viables las consultas populares, regular los sueldos de los servidores públicos y transformar a la Guardia Nacional.
Además, redimensionar, como se ha hecho ya, la administración pública federal y establecer la austeridad con rango de ley y la corrupción como delito grave.
La democracia representativa no basta. Tenemos la firme convicción de que la ciudadanía debe participar de manera directa en la toma de las decisiones más trascendentes del Gobierno.
Vivimos un escenario internacional complicado. Diversos factores externos inciden en el comportamiento de la economía y de las finanzas nacionales. Desde el Senado apoyaremos al Gobierno de la Cuarta Transformación a generar estabilidad económica y crecimiento.
Consideramos que la participación de los empresarios es fundamental para conservar la estabilidad y para detonar el desarrollo. El gobierno federal y el Congreso se apretarán el cinturón, ciñéndose estrictamente a la ley de austeridad del Estado mexicano.
El mismo esfuerzo es el que respetuosamente les pedimos al Poder Judicial y al resto de las instituciones públicas.
La autonomía del Banco de México, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, del Instituto Nacional Electoral y del resto de los órganos autónomos del Estado mexicano está garantizada y éstos podrán cumplir cabalmente con sus funciones constitucionales y legales.
Desde la Cámara de Senadores impulsaremos una efectiva división de poderes y de respeto al federalismo. Con principios republicanos, desarrollaremos una relación institucional con los titulares de los otros poderes de la Unión, con los gobiernos de los estados y de la Ciudad de México.
En caso de controversias, nos ajustaremos estrictamente a los preceptos constitucionales y a las normas legales. En democracia, los pesos y contrapesos son fundamentales para el desarrollo institucional del Estado.
La Cuarta Transformación requiere de partidos políticos consolidados, que expresen claramente la pluralidad de nuestra ciudadanía. Trabajaremos con las fuerzas políticas para tener un sistema de partidos más efectivo, más barato y más cercano a la gente; así como para que existan candidaturas realmente independientes y representativas.
Pedimos a los servidores públicos su apoyo para construir una administración austera y más eficiente y eficaz. Los ajustes se darán arriba, en la burocracia dorada, en la base se mejorarán las condiciones laborales. En ningún caso se violaran derechos de servidores públicos o de prestadores de servicios.
Asimismo, hacemos un extenso reconocimiento a las fuerzas armadas por la ratificación de su lealtad al Presidente de la República Electo. La policía militar y la policía naval tienen nuestra confianza para que, con un marco legal y el adiestramiento adecuado, contribuyan a la construcción de la paz con su integración a la Guardia Nacional y para que las Armas del Ejercito vuelvan a sus labores constitucionales.
Los representantes de la sociedad civil y de los medios de comunicación tienen nuestro compromiso de que la libertad de expresión está garantizada en la Cuarta Transformación de la República. Se acabaron los tiempos del control de los medios. Libertad de expresión para todos, incluido el Presidente de la República. El debate y la discusión de la agenda pública será cotidiana.
Desde el Senado reconocemos el valioso papel de los profesores en el proceso educativo. Su participación en la verdadera reforma en esta materia será fundamental.
Los derechos laborales de los trabajadores serán respetados. Consideramos que es el momento que los sindicatos, incluido el del magisterio, arriben a una nueva etapa de transparencia, rendición de cuentas y democracia.
En una democracia no hay ganadores o perdedores. Es el momento de trabajar por México.
El Grupo Parlamentario de Morena en el Senado de la República les extiende la mano para que en estricto respeto a las diferencias, trabajemos por el bien de nuestro país.
A los integrantes de los pueblos originarios, a los campesinos, a los pescadores, a los obreros y jornaleros, a los migrantes, a los profesores, a los policías, marinos y soldados, a los profesionistas y empresarios, a las víctimas de la delincuencia; a las niñas y los niños, a las mujeres, a las personas con capacidades diferentes y a los adultos mayores, les reiteramos nuestro compromiso de construir un país de igualdad, de libertad y de justicia.
¡Viva nuestra Democracia!
¡Viva nuestro Presidente, Andrés Manuel López Obrador!
¡Viva México!